LA INOCUIDAD ALIMENTARIA EN LA OPINIÓN DE JÓVENES UNIVERSITARIOS MEXICANOS
Ema Maldonado-Simán1 y Citlalli C. González Ariceaga2
1Profesora-Investigadora, Universidad Autónoma Chapingo, Chapingo, México
2Técnica Académica, Departamento de Zootecnia, Universidad Autónoma Chapingo, Chapingo, México
Chapingo, México (SIIC)
Existe la necesidad de implementar campañas informativas y educativas a nivel nacional, que concienticen a la población en general, sobre la importancia de la inocuidad alimentaria.
La inocuidad de los alimentos garantiza que su consumo no perjudica la salud de los humanos, es decir que los productos y sus ingredientes no están contaminados con peligros físicos, químicos o biológicos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria están irremediablemente relacionados.
La percepción que tiene el consumidor sobre la inocuidad de los alimentos depende de factores muy diversos, por ejemplo, la edad del consumidor y la información que tiene a su alcance. Los estudiantes en edad universitaria tienen en general acceso a diversas fuentes de información; sin embargo, orientan su búsqueda de conocimiento a temas de interés muy específicos. Es interesante entonces, indagar sobre la importancia que la juventud le otorga a los temas relacionados con la inocuidad alimentaria. Los estudiantes universitarios tienen acceso a información de acuerdo con sus gustos, intereses y preocupaciones. En las universidades, los más informados con respecto a la inocuidad alimentaria son los estudiantes de las áreas relacionadas con la agroindustria y la producción primaria.
Un estudio realizado con 97 estudiantes en la Universidad Autónoma Chapingo reveló que más del 50% de los estudiantes universitarios encuestados se interesan por la inocuidad de los alimentos que consumen. Esta preocupación fue únicamente superada por temas relacionados con la educación y el medio ambiente. Por lo que, es relevante la necesidad de sensibilizar a la población sobre la importancia de la inocuidad y su impacto en la vida cotidiana. Para tres de cada cuatro jóvenes encuestados, el concepto de mayor relevancia relacionado con la inocuidad es que ésta es la característica más importante de un alimento. También apuntaron como mayor riesgo los contaminantes químicos y biológicos. Este grupo aseveró que la responsabilidad sobre los riesgos químicos recae en la cadena productiva, mientras que los riesgos biológicos pueden ser fácilmente controlados mediante buenas prácticas de higiene.
Los estudiantes identificaron los alimentos de origen animal, como aquellos de mayor riesgo: en primer lugar, consideraron los productos cárnicos y la leche y sus derivados, señalados como los alimentos asociados con mayor frecuencia con contaminación por microorganismos patógenos, como Salmonella spp. y Escherichia coli O157:H7. Otro de los resultados obtenidos se relacionó con las actividades realizadas en las tiendas y supermercados. El 89.6% de la población encuestada, manifestó tener desconfianza sobre las prácticas de higiene y manejo que se llevan a cabo en la tiendas y supermercados para mantener la inocuidad de los alimentos que ofrecen.
En opinión de los estudiantes encuestados, las actividades de mayor riesgo e importancia se asocian con el buen manejo y origen de los alimentos. Actividades como la venta de productos después de su fecha de caducidad fueron consideradas irrelevantes. A pesar de la desconfianza, siete de cada ocho estudiantes consideraron que, en la actualidad, los alimentos son más inocuos que hace diez años. Esta tendencia podría significar un incremento en la confianza de los estudiantes en los avances de la ciencia y la tecnología, en conjunto con la implementación de buenas prácticas. Consistentemente más de la mitad de los encuestados manifestó poner atención en el etiquetado de los alimentos, específicamente en la fecha de caducidad, los ingredientes y el precio. Más del 90% de éstos leen con detenimiento las etiquetas de los alimentos, concentrándose específicamente en la fecha preferente y de caducidad.
Un factor importante a considerar es el acceso a la información, ya que trae consigo otro fenómeno a tener en cuenta, como la libre elección para modificar hábitos de consumo. En este caso, el 50% de los estudiantes manifestó haber cambiado su patrón de consumo en años recientes. Entre los cambios más sobresalientes, se encontraron disminuciones en el consumo de comidas rápidas, carne de cerdo, tacos, dulces, bebidas carbonatadas y endulzadas, y alimentos listos para comer.
Las fuentes de información referidas en este estudio, fueron la propia universidad, internet y los libros. Sólo una tercera parte de los encuestados consideró la televisión como una fuente fiable de información. Sin embargo, son estudiantes universitarios que tienen de antemano información sobre el tema, en contraste con la media poblacional que tiene mayor acceso a los programas televisivos que a una publicación científica. Como resultado de lo anterior, es importante señalar que una mala información podría ocasionar cambios que perjudiquen, no sólo la salud del consumidor, sino también la economía de los productores.
En general, los jóvenes encuestados le concedieron importancia relativa a la inocuidad alimentaria, pero aun así demostraron tener los conocimientos para identificar los elementos más importantes de la inocuidad alimentaria. Los productos de origen pecuario fueron considerados como los de mayor riesgo. Se puede concluir que existe la necesidad de implementar campañas informativas y educativas a nivel nacional, que concienticen a la población en general sobre la importancia de la inocuidad alimentaria, el impacto que ésta tiene en la vida cotidiana y las acciones que se pueden tomar para contribuir a ella.