EFECTOS DE UNA CARRERA EN CONDICIONES DE CALOR SOBRE EL RENDIMIENTO COGNITIVO
David Jiménez Pavón
Investigador Post-doctoral Jua, Investigador Post-doctoral Juan De La Ci, 1.- Grupo De Investigación Genud (growth, Exercise, Nutrition And Development)
2.- Grupo De Investigación Effects-262 (evaluación Funcional Y Fisiológica Del Ejercicio, Ciencia, Tecnología Y Salud, Faculdad De Medicina), 1. Universidad De Zaragoza, España
2. Universidad De Granada., Granada, España
Granada, España (SIIC)
En hombres activos, una carrera de alrededor de 1 h bajo condiciones ambientales de calor mejora el rendimiento cognitivo en relación al tiempo de reacción en tareas complejas, mientras que deteriora el campo de visión y la precisión.
Es una práctica común entre los adultos jóvenes, sanos y activos el salir a correr o hacer deporte durante 40 o 60 minutos al día varias veces en semana. Se aprecia que este tipo de práctica es mucho más frecuente llegado el inicio del buen tiempo, el aumento de las temperaturas, etc. Particularmente, en muchas zonas del Mediterráneo existe una amplia franja horaria con temperaturas relativamente altas en la que los aficionados al deporte aprovechan para practicarlo solos o en compañía de sus amigos, lo que constituye al mismo tiempo en acto psicosocial que se extiende tras el ejercicio y del cual cuesta trabajo abstenerse.
Cuando hacemos ejercicio en condiciones de elevada temperatura es cada vez más frecuente conocer la importancia de respetar unas adecuadas pautas para mantenerse bien hidratado, aunque sí es cierto que en la mayoría de los casos los practicantes de menos de 1 hora se limitan a hidratarse al finalizar el ejercicio más que durante la propia práctica, pensando que la duración no es suficiente como para necesitar hacerlo antes de terminar.
El calor y la deshidratación que se puede originar en estos casos son conocidos por tener diversos efectos sobre algunos parámetros de la sangre que, si no son controlados, pueden ejercer efectos negativos para la salud. Más novedoso resulta que en los últimos años se esté estudiando la relación existente entre ejercicio y rendimiento cognitivo en muchas dimensiones. Gracias a ello, se han encontrado efectos muy positivos de los ejercicios aeróbicos sobre las capacidades cognitivas de distintos grupos poblacionales; niños, adultos, deportistas, entre otros. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer y muchos aspectos por estudiar y aclarar en relación con el tipo de ejercicio y el contexto de éste, que resultan más recomendables para obtener los beneficios citados. Un aspecto en el que parece haber controversia es en cómo puede afectar la realización de dicho ejercicio bajo unas condiciones ciertamente adversas, incluidas una elevada temperatura ambiental y una baja humedad relativa, condiciones por cierto muy frecuentes en muchas partes del mundo.
Nuestro grupo de investigación (EFFECTS-262) de la Universidad de Granada planteó un estudio* para intentar aportar más información sobre este interrogante, investigación que formaba parte de un proyecto más amplio sobre la rehidratación con diversos tipos de bebidas tras un esfuerzo en condiciones ambientales de calor.
En líneas muy generales, podemos decir que el estudio consistía en medir en un grupo de 22 hombres sanos y activos un conjunto de aspectos/variables de diversa índole (fisiológicos, sanguíneos, cognitivos, entre otros) tanto antes de realizar una carrera en una cinta andadora (tapiz rodante profesional) comom después de dicha actividad, durante hasta 1 hora y bajo condiciones ambientales de 35ºC de temperatura y 60% de humedad relativa. La velocidad de la carrera fue constante, moderada e individualizada para cada participante.
Como resultados de este estudio encontramos numerosos cambios en las variables medidas y de diversa índole. Podemos simplificarlos indicando que en tan sólo 1 hora de carrera (52 minutos en promedio) en estas condiciones ambientales se produce una importante pérdida de peso como consecuencia de la deshidratación (2% del peso corporal), cambios en sangre que corroboran dicha deshidratación, además de que la propia carrera en sí supone un esfuerzo para el practicante, mucho más intenso de lo que podría parecer al inicio, sobre la base de la velocidad establecida. Pero sin duda, uno de los resultados más interesantes fue la respuesta cognitiva del organismo tras este esfuerzo, y es que la velocidad de reacción ante determinados estímulos visuales y auditivos se vio mejorada tras la realización de esta carrera, lo cual conlleva una respuesta más rápida ante diversas situaciones inmediatamente después de realizar un ejercicio que ha causado incluso una deshidratación importante. Sin embargo, es de especial relevancia considerar que otros aspectos estudiados sobre la precisión de dichas respuestas (campo de visión, ángulos de visión, etc.) estuvieron considerablemente deteriorados tras el esfuerzo en condiciones de calor que originó tal nivel de deshidratación.
De todo esto podemos concluir que el ejercicio a una velocidad/intensidad moderada inicial y bajo condiciones de calor mejora la velocidad de respuesta ante los estímulos en general, si bien parece que dichas respuestas son menos precisas, es decir, se responde más rápido pero con más errores.
Estos resultados guardan especial interés para varios ámbitos. De tal modo que podríamos sugerir que el deporte en condiciones similares puede originar un peor rendimiento en la toma de decisiones de deportistas (rápido pero poco preciso), hecho que sería de especial importancia tener en consideración por parte de entrenadores, preparadores físicos o los propios practicantes de actividades deportivas.