ADAPTACIÓN DE LAS UNIDADES DOCENTES HOSPITALARIAS A LA NUEVA NORMATIVA ESPAÑOLA
José Saura Llamas
Técnico de Salud, Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de Murcia, Murcia, España
Murcia, España (SIIC)
El Real Decreto 183/2008 sobre formación médica especializada en España, publicado en febrero, ha supuesto un cambio sustancial de esta formación. Las Unidades Docentes (UUDD) españolas han comenzado un proceso de adaptación complejo y que requiere mucho esfuerzo ante los múltiples e importantes cambios que introduce.
El sistema MIR de formación médica especializada se inició en España en los años ’60 de una manera minoritaria, y se extendió lentamente dentro del Sistema Nacional de Salud. La formación MIR adquirió carta de naturaleza con la promulgación del Real Decreto 127 de 1984, en el que se estructuraba y regulaba esta formación, aunque de una manera muy general. En la orden de 1995 fueron reconocidos los diferentes aspectos y mencionadas por primera vez las diferentes figuras participantes en la formación especializada.
Paradójicamente, y a pesar de ésta y otra abundante normativa, la formación MIR era globalmente una formación poco regulada y escasamente normalizada, con una muy escasa definición del proceso formativo, con una ausencia muy llamativa de datos e información sobre el seguimiento y la evaluación del proceso formativo, y sobre todo con una falta de definición y descripción detallada de las funciones de las distintas figuras docentes.
Esta situación, añadida a la necesaria adaptación al Espacio Europeo de Formación Superior, ha hecho que recientemente hayan aparecido nuevas normas, entre las que destaca el Real Decreto 183 de 2008, que ha introducido cambios sustanciales en el proceso de Evaluación, el control de calidad de la formación, en las funciones de las figuras docentes.
Las repercusiones sobre la Comisión de Docencia (CD) de la UD y el Jefe de Estudios de dicha unidad son de gran calado y se refieren a los siguientes aspectos:
- La creación de subcomisiones específicas de la CD cuando en dicha UD multiprofesional se formen residentes de distintas especialidades: por ejemplo, ginecólogos y matronas.
- La elaboración y aprobación de la guía o itinerario formativo de cada una de las especialidades que se formen en el ámbito de esa UD.
- Adaptación la estructura básica del Libro del Residente, aprobada por el Ministerio de Sanidad, a la Guía o Itinerario Formativo aprobado por esa Unidad Docente.
- Asegurar de que cada Residente dispone de su plan individual de formación del residente, elaborado por sus tutores, en colaboración y coordinación con otros docentes que participen en su formación.
- Elaboración de Protocolos de Actuación en áreas asistenciales significativas, sobre todo en urgencias, para facilitar y graduar las actividades que deben llevar a cabo los residentes.
- Elaboración de un Plan de Gestión de la Calidad Docente. Aprobado y supervisado también por la Comisión de Docencia.
- Elaboración de un Protocolo de Supervisión de los Residentes, para la adquisición de responsabilidad progresiva de responsabilidad.
- Realizar una evaluación anual, por encuesta u otros instrumentos anónimos, de la opinión de los residentes, que deben evaluar el funcionamiento, la adecuación de los recursos humanos, los recursos materiales y organizativos, el funcionamiento, así como de las distintas unidades asistenciales y dispositivos por los que rotan.
- Y, por último, realizar una evaluación anual, y final de los residentes, siguiendo las instrucciones normativas en vigor.
Las repercusiones sobre los Tutores de Especialidad se refieren fundamentalmente a los siguientes elementos:
- Los tutores de la especialidad (una comisión) propondrán la Guía o Itinerario Formativo Tipo de la Especialidad para esa Unidad Docente.
- Los tutores de cada una de las especialidades que se formen en esa (una comisión), propondrán, en colaboración con los tutores de la especialidad correspondiente la Guía o Itinerario Formativo Tipo de las distintas especialidades.
- Cada Tutor debe elaborar en conjunto con su Residente, un Plan Individual de Formación del Residente, en colaboración y coordinación con otros tutores y docentes que participen en su formación.
- El Tutor debe mantener contacto continuo y estructurado con el Residente, realizando al menos cuatro Entrevistas Formativas y periódicas tutor–residente, anualmente.
- El Tutor asegurará que la supervisión de los Residentes de primer año, en su actividad asistencial, será de presencia física. Y la supervisión a partir de segundo año será decreciente, según el residente vaya adquiriendo de forma progresiva una mayor responsabilidad asistencial.
- El Tutor debe realizar la Evaluación Formativa del Residente, mediante las cuatro entrevistas periódicas anuales, que se registrarán en el libro del residente o en el Portafolio Formativo.
Recoger y catalogar los Informes de Evaluación Formativa de las Rotaciones docentes: una por cada rotación. Y realizar el Informe Anual (y Final del período formativo) de Evaluación Formativa, que tiene que recogerse en un modelo normalizado. Y que se incorporarán al expediente personal del especialista en formación.
- Mantendrá entrevistas periódicas con otros tutores y profesionales que intervengan en la formación del residente, y los resultados de estas entrevistas los incorporará al correspondiente Informe de Evaluación Formativa, al menos uno por cada rotación.
- Realizar el Informe Anual del Tutor, para el Comité de Evaluación. Este Informe Anual estará compuesto al menos por los Informes de evaluación formativa (que deben incluir: informes de las rotaciones; resultados de las posibles evaluaciones objetivas que se hayan podido realizar; participación en cursos; participación en congresos, seminarios o reuniones científicas, relacionados con su programa formativo). Informes de evaluación de rotaciones externas, e Informes de los jefes de las distintas unidades asistenciales por las que haya rotado.
- Los tutores deben realizar actividades de formación continuada sobre: conocimiento y aprendizaje de métodos educativos, técnicas de comunicación, metodología de la investigación, gestión de calidad, motivación, aspectos éticos de la profesión, aspectos relacionados con los contenidos del programa formativo.
Las repercusiones sobre la acreditación y reacreditación de los tutores de especialistas en ciencias de la salud se refieren a que en los criterios para ello se deben valorar al menos la experiencia profesional continuada como especialista, la experiencia docente, las actividades de formación continuada, la formación específica en metodologías docentes, la actividad investigadora, actividades de mejora de la calidad, los resultados de las evaluaciones de calidad y los resultados de las encuestas sobre el grado de satisfacción alcanzado por los residentes.
Como esta normativa de ámbito nacional ha dejado muchos aspectos con gran repercusión práctica en el desempeño de los papeles docentes, y otros aspectos de organización y de su puesta en marcha, a la publicación de nuevas normas por las diferentes comunidades autónomas (CCAA), que a fecha de hoy prácticamente no se han aplicado, este proceso de adaptación aún no se ha completado, con todas las dificultades y problemas que ello crea.