LA ANEMIA FERROPRIVA ES UNA ENFERMEDAD DEL SUBDESARROLLO
Márcia Regina Vitolo
Profesor de Nutricion y del Curso de Posgrado de Ciencias de la Salud, Universidade Federal de Ciências da Saúde de Porto Alegre, Porto Alegre, Brasil
Porto Alegre, Brasil (SIIC)
Se exponen en esta entrevista los aspectos epidemiológicos y los fundamentos que permiten considerar a la anemia ferropriva como una enfermedad del subdesarrollo con importantes repercusiones en términos de la salud pública.
SIIC: ¿Cuál es la incidencia de anemia ferropriva en el mundo en general y en Brasil en particular?
MRV: La incidencia de anemia depende mucho del país. Entre los países desarrollados de América del Norte, Europa, Escandinavia, la prevalencia es muy baja incluso en los grupos de población más vulnerables, la mayoría de las veces, llega a ser menos del 5%. En una publicación reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que incluyó la compilación de datos de 93 países, de 1993 a 2005, se demostró que 1 620 millones de personas (24.8% de la población mundial) sufre de anemia. En África y en la India la media general de la anemia es del 40% al 50%. En América latina, con excepción de Chile, la incidencia es elevada entre niños menores de 5 años, mujeres en edad fértil y en gestantes. En Brasil, datos nacionales pediátricos, obtenidos recientemente, muestran una prevalencia en niños menores de 5 años en torno del 20%; sin embargo, cuando se evalúan estudios realizados con poblaciones de bajo nivel socioeconómico esa prevalencia es del 30% al 40%, llegando al 60% en menores de dos años. En mujeres en edad fértil, el estudio nacional mostró una prevalencia del 20% al 40%, dependiendo de la región del país.
¿A qué atribuye el bajo interés mostrado en las publicaciones médicas a pesar del aumento de la prevalencia de anemia ferropriva?
Mi respuesta es una opinión personal ya que no hay una investigación sobre este tema. Creo que la mayor parte de las revistas científicas están editadas por países desarrollados en los que la anemia ya fue erradicada, por lo que no tienen interés al respecto. Se observa mayor interés en los estudios sobre obesidad que en los de anemia. En Brasil hay pocas revistas indexadas y con impacto internacional, lo que limita la posibilidad de publicaciones sobre el tema. La obesidad también es un problema en Brasil y genera más interés por la mayor posibilidad de ser publicado. Otro aspecto es que la anemia ferropriva no es un proceso complejo y su tratamiento es barato y fácil, muy diferente de la obesidad.
¿Cómo se origina principalmente la anemia ferropriva?
La principal causa es que la ingestión de hierro está por debajo de lo requerido. Las poblaciones con dieta monótona, que está compuesta predominantemente por cereales, legumbres y granos y sin cantidades suficientes de carne, son las más vulnerables para tener una alta prevalencia de anemia ferropriva. El hierro de la alimentación está clasificado en hierro hemo y no hemo. Los alimentos que contienen hierro hemo son las carnes blancas y rojas y las vísceras, esos alimentos tienen del 10% al 20% de absorción. Los alimentos que contienen hierro no hemo, como verduras, legumbres, cereales y huevos, tienen absorción del 5% al 10%, y el mayor nivel de absorción se observa cuando esos alimentos van acompañados por vitamina C.
¿Cuál es la principal causa de anemia ferropriva durante el embarazo?
El aumento del requerimiento de hierro para atender el metabolismo del feto y promover la reserva adecuada debe ser de 300 mg de hierro para un niño a término. La gestante debe mantener una reserva de 500 mg para atender la producción hematopoyética normal. Esas condiciones son alcanzadas con la ingestión de 27 mg de hierro en el último trimestre, lo que sólo puede lograrse por medio de suplementación medicamentosa, ya que una dieta saludable contiene de 12 a 15 mg de hierro. La alta incidencia de mujeres que inician el embarazo con anemia ferropriva es la principal causa de la elevada prevalencia entre gestantes.
¿Cómo debería ser el suplemento con hierro para prevenir la anemia ferropriva durante el embarazo?
Las mujeres con reservas normales de hierro (detectada por la dosificación de ferritina) con alimentación rica en hierro de alta biodisponibilidad pueden mantenerse sin suplementación hasta el segundo trimestre, deberían recibir la suplementación profiláctica en el último trimestre. Esa suplementación debe ser prescrita a todas las gestantes y debe ser de 30 a 40 mg de hierro elemental. La sal de mayor uso para esa prescripción es el sulfato ferroso. Las gestantes que presentan anemia desde el principio o la desarrollan durante la gestación, deben recibir suplementación de 60 a 80 mg de hierro hasta el final de la gestación.
¿Los alimentos como las harinas o la leche vacuna con el agregado de hierro resultan suficientes y adecuados durante el embarazo para prevenir la anemia ferropriva?
Es importante considerar que la alimentación rica en hierro previene la anemia ferropriva, pero no consigue tratarla cuando ya está presente, por lo que es obligatoria la suplementación con hierro. Los alimentos fortificados con hierro, como las harinas y la leche, son coadyuvantes y ayudan a la mayor ingestión de hierro, pero no son suficientes para el mayor requerimiento observado en la gestación.
Esos alimentos son importantes en la prevención de la anemia entre las mujeres en edad fértil.
¿Cuáles son las consecuencias de la anemia ferropriva materna sobre el feto?
La prematurez y el retraso del crecimiento intrauterino son las principales consecuencias para el feto. También disminuye la oxigenación del cerebro, lo que perjudica el neurodesarrollo y disminuye la capacidad cognitiva del niño. Ese perjuicio se mantiene después del nacimiento.
Hay evidencia, en estudios experimentales, de que los perjuicios en la sinapsis cerebral observados por la deficiencia de hierro no son totalmente recuperados incluso después del tratamiento. La anemia en la gestación aumenta la tasa de mortalidad fetal y materna.
¿Qué medidas preventivas considera necesarias para reducir la incidencia de anemia ferropriva en las gestantes?
Se necesitan políticas públicas que den prioridad a la salud de la mujer y sensibilicen a la población para el seguimiento de rutina de los análisis que detecten la anemia ferropriva entre mujeres en edad fértil. Esa prevención de la anemia entre las mujeres reducirá el alto porcentaje de gestantes afectadas, evitando así el uso de suplementos para tratamiento, al dar prioridad a la suplementación profiláctica que es con dosis más bajas; esto aumenta la adhesión, ya que los efectos colaterales informados son menos frecuentes. Otra medida es la mayor sensibilización de las gestantes en lo que se refiere a la prevención de la anemia y que sean debidamente informadas acerca de las consecuencias para sus hijos.