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Introducción
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en los Estados Unidos ha aumentado de forma dramática en los últimos 25 años y más de la mitad de todos los adultos en ese país tienen sobrepeso u obesidad. Está bien establecido que el índice de masa corporal (IMC) elevado puede contribuir a diversas afecciones cardiometabólicas, como la diabetes, la hipertensión y la enfermedad arterial coronaria. Sin embargo, la evidencia epidemiológica con respecto a la asociación entre el IMC y la mortalidad por todas las causas ha sido incongruente, y algunos metanálisis demuestran un riesgo similar o menor de mortalidad por todas las causas y otros que encuentran un riesgo de mortalidad significativamente elevado en individuos con IMC > 25 kg/m2. Además, la mayoría de los estudios estadounidenses hasta la fecha han utilizado datos desde la década de 1960 hasta la década de 1990 y han incluido predominantemente varones y mujeres blancos no hispanos. Muchas características de la población han cambiado desde ese entonces.
El objetivo de este estudio fue determinar la asociación entre el IMC y la mortalidad por todas las causas en un estudio contemporáneo, representativo a nivel nacional, del siglo XXI, de la población adulta de los Estados Unidos.
Este fue un estudio de cohorte retrospectivo de adultos estadounidenses del National Health Interview Study de 1999 a 2018, vinculado con el National Death Index hasta el 31 de diciembre de 2019. El IMC se calculó utilizando la altura y el peso autoinformados y se clasificó en nueve grupos. Se calculó el riesgo de mortalidad por todas las causas mediante la regresión de riesgos proporcionales de Cox multivariada, ajustes por covariables, la consideración del diseño de la encuesta y la realización de análisis de subgrupos para reducir el sesgo analítico.
La muestra del estudio incluyó 554 332 adultos (media de edad de 46 años, 50% mujeres, 69% blancos no hispanos). La media del IMC fue de 27.5. Entre el primer ciclo de cuatro años (1999 a 2002) y el último ciclo (2015 a 2018), la media del IMC aumentó de 26.7 a 28 kg/m2 y la prevalencia de IMC de ≥ 30 aumentó del 22% al 31%. Casi el 21% tenía un IMC de 25 a 27.4 kg/m2, y el 14% tenía un IMC de 27.5 a 29.9 kg/m2. Las personas con un IMC de 30 a 34.9 kg/m2 tenían más del doble de la proporción de diabetes (13% frente a 4.3%) y casi el doble de la proporción de infarto de miocardio (4.2% frente a 2.6%) e hipertensión (39% frente a 20%) en comparación con un IMC de 22.5 a 24.9 kg/m2. Los participantes con IMC < 18.5 también tuvieron una alta carga de comorbilidad, incluido el 7.8% (frente al 6%) con neoplasia maligna no cutánea, el 9.8% (frente al 4.6%) con enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el 11% (frente al 3.6%) con limitaciones funcionales.
Durante una mediana de seguimiento de 9 años (rango 5 a 14 años) y un seguimiento máximo de 20 años, hubo 75 807 muertes. Las tasas brutas de mortalidad a cinco años por 1000 años-persona variaron de 10.7 entre aquellos con un IMC de 30 a 34.9 a 35.2 por 1000 años-persona en aquellos con IMC < 18.5. El riesgo de mortalidad por todas las causas fue similar en una amplia gama de categorías de IMC: en comparación con el IMC de 22.5 a 24.9 kg/m2, el cociente de riesgo ajustado fue de 0.95 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.92 a 0.98) para el IMC de 25 a 27.4 kg/m2 y de 0.93 (IC 95%: 0.90 a 0.96) para el IMC de 27.5 a 29.9 kg/m2. Estos resultados persistieron después de restringir la cohorte a sujetos sanos que nunca habían fumado y la exclusión de los que murieron dentro de los primeros dos años de seguimiento. Se observó un aumento del 21% al 108% en el riesgo de mortalidad con un IMC ≥ 30 kg/m2. Los patrones de mortalidad por IMC observados en la población general se mantuvieron en gran medida iguales en varones y mujeres. Los adultos mayores no demostraron un aumento significativo en la mortalidad entre el IMC de 22.5 y 34.9 kg/m2, mientras que en los adultos más jóvenes esta falta de aumento se limitó al rango de IMC de 22.5 a 27.4 kg/m2.
Entre 554 332 adultos estadounidenses que fueron seguidos durante un período reciente de 20 años, los riesgos de mortalidad por todas las causas fueron similares en una amplia gama de IMC, incluidos los rangos de IMC con sobrepeso convencional, a saber, 22.5 a 29.9 kg/m2. Tanto el IMC ≥ 30 como el < 18.5 se asociaron con un riesgo significativamente mayor de mortalidad en todos los subgrupos examinados. El riesgo de mortalidad por todas las causas se elevó en un 21% a 108% entre los participantes con IMC ≥ 30. El IMC no necesariamente aumenta la mortalidad, independientemente de otros factores de riesgo en adultos, en especial adultos mayores con sobrepeso. En consecuencia, esto resalta las limitaciones potenciales de este parámetro para capturar la verdadera adiposidad y las limitaciones de su valor clínico, independientemente de los criterios tradicionales del síndrome metabólico. Se necesitan estudios adicionales que incorporen los antecedentes de peso, la composición corporal y los resultados de morbilidad para caracterizar completamente las asociaciones entre el IMC y la mortalidad.
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