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Introducción
La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) y las restricciones sociales implementadas para evitar la propagación de la enfermedad se asociaron con consecuencias importantes en la vida de los adolescentes y sus familiares. Estudios previos sugirieron aumento de los síntomas depresivos, particularmente en las adolescentes, y consumo aumentado de alcohol. Sin embargo, los resultados de los estudios previos son difíciles de interpretar debido a las limitaciones metodológicas. La investigación destinada a conocer con precisión las consecuencias de la pandemia de COVID-19 sobre la salud mental de los adolescentes es compleja por diversos motivos. En primer lugar, muchos síntomas psiquiátricos surgen durante la adolescencia y, en segundo lugar, la prevalencia de trastornos mentales y cierto tipo de adicciones ha aumentado en los últimos 20 años, de modo que se debe disponer de valoraciones en distintos puntos antes de la pandemia para discriminar los efectos atribuibles a la situación epidemiológica actual. Por último, la adolescencia es un período caracterizado por cambios biológicos y sociales sustanciales, con variación considerable según la edad y el sexo. Por lo tanto, los efectos de la pandemia en este grupo de la población deben analizarse en combinación con los hallazgos para grupos similares de sujetos de la misma edad, antes de la pandemia.
El Youth in Iceland Study incluye amplias encuestas sociales implementadas cada 2 años a nivel nacional en todos los estudiantes de 13 a 18 años. En un estudio previo se observó que los síntomas psiquiátricos, el bienestar mental y las mediciones de consumo de sustancias se correspondieron con la prevalencia de consultas psicológicas y psiquiátricas pediátricas. En el presente estudio se consideran los datos obtenidos entre 2016 y 2020 para conocer si los cambios en estas variables registrados durante la pandemia superan a los esperados en relación con los años anteriores (2016 a 2018). La última encuesta se realizó el 20 de noviembre de 2020, momento durante el cual Islandia experimentaba la tercera y mayor ola de la pandemia de COVID-19 hasta la fecha. El país estaba en cuarentena estricta y la mayoría de los estudiantes secundarios sólo tenían clases online. El objetivo fue determinar los efectos diferenciales de la pandemia sobre los trastornos mentales y el consumo de alcohol y tabaco en relación con la edad cronológica y el sexo, antes y después de la pandemia de COVID-19.
Pacientes y métodos
Para el presente estudio poblacional longitudinal se analizaron los datos obtenidos a nivel nacional para habitantes de Islandia de 13 a 18 años en octubre o en febrero de 2016 y 2018 y en octubre de 2020 (durante la pandemia de COVID-19).
Los síntomas depresivos se analizaron con el Symptom Checklist-90, mientras que el estado de bienestar mental se conoció con la Short Warwick Edinburgh Mental Wellbeing Scale; también se evaluaron el tabaquismo (frecuencia, uso de cigarrillos electrónicos) y el consumo de alcohol. Se tuvieron en cuenta las características demográficas. Mediante modelos de efectos mixtos se analizaron los efectos del sexo, la edad y el año del estudio sobre las variables clínicas consideradas.
Resultados
Se analizaron 59 701 encuestas; los índices de respuesta estuvieron entre 63% y 86%. Se comprobó un aumento de los síntomas depresivos (β 0.57, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.53 a 0.60) y deterioro del estado de bienestar mental (β −0.46, IC 95%: −0.49 a −0.42) en todos los grupos de edad durante la pandemia, en comparación con los mismos grupos antes de la pandemia.
La variables analizadas fueron significativamente más adversas en las adolescentes, en comparación con los varones (β 4.16, IC 95%: 4.05 a 4.28, y β −1.13, IC 95%: −1.23 a −1.03, respectivamente).
El hábito de fumar (odds ratio [OR] de 2.61; IC 95%: 2.59 a 2.66), el uso de cigarrillos electrónicos (OR de 2.61, IC 95%: 2.59 a 2.64), y la intoxicación alcohólica (OR de 2.59, IC 95%: 2.56 a 2.64) declinaron entre los estudiantes de 15 a 18 años durante la pandemia de COVID-19, pero sin diferencias similares en relación con el sexo.
Conclusión
Los resultados del presente estudio sugieren que la pandemia de COVID-19 ha afectado considerablemente el bienestar mental de los adolescentes. Las consecuencias negativas de la pandemia fueron desproporcionadamente mayores en los adolescentes de 16 a 18 años y en las niñas. La declinación en el consumo de alcohol y tabaco, entre adolescentes de 15 a 18 años durante la pandemia, podría ser un beneficio colateral del aislamiento social y podría constituir un factor de protección contra otros trastornos por abuso de sustancias y dependencia. Se deben intensificar las estrategias de prevención, particularmente entre las adolescentes.
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