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Introducción
Al igual que en diversos países, en los Estados Unidos se les pidió a los ciudadanos permanecer en sus casa para mitigar la transmisión de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés). Según un informe, se registró un aumento exponencial en las ventas de alcohol a fines de marzo de 2020, durante la pandemia de COVID-19, en los EE.UU. De auerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de alcohol durante la pandemia podría exacerbar los problemas de salud y las conductas de riesgo.
El objetivo del presente estudio fue examinar los cambios a nivel individual en el consumo de alcohol y las consecuencias asociadas con su consumo en adultos estadounidenses, así como las disparidades demográficas, antes y durante la pandemia de COVID-19.
Métodos
Se realizó una encuesta de una muestra representativa a nivel nacional. Los datos fueron extraídos de un panel de 6000 personas mayores de 18 años que hablaban inglés o español. Los datos se ponderan para que coincidan con diversas características demográficas nacionales. En la primera fase se invitó a una muestra de 2615 sujetos de 30 a 80 años a participar en la encuesta de referencia, que se cerró después de seis semanas (del 29 de abril al 9 de junio de 2019) con 1771 finalizaciones. Posteriormente, a estos individuos se les envió una segunda encuesta cuyos datos se recopilaron del 28 de mayo al 16 de junio de 2020, después de la implementación generalizada del distanciamiento social asociado con COVID-19. La tasa de finalización de la segunda encuesta fue del 58.9%. Se hicieron comparaciones antes y durante la pandemia de COVID-19 en el número de días de consumo de alcohol y consumo excesivo de alcohol (definido como cinco o más bebidas para los varones y cuatro o más bebidas para las mujeres en un par de horas) y el promedio del número de bebidas consumidas durante los últimos 30 días. Se utilizó el Short Inventory of Problems de 15 ítems para evaluar las consecuencias adversas asociadas con el consumo de alcohol en los últimos tres meses. Se hicieron comparaciones en general y entre el sexo, la edad y la raza/etnia autoinformada. Los cambios significativos se evaluaron en función de si el intervalo de confianza del 95% (IC 95%) alrededor del cambio de la primera encuesta a la segunda encuesta incluía 0. Los análisis incluyeron ponderaciones.
Resultados
Se incluyeron 1540 adultos de la primera encuesta que, aproximadamente un año después, completaron la segunda encuesta. El promedio de edad fue de 56.6 años, el 53.6% de los participantes tenían entre 30 y 59 años, y el 57.3% eran mujeres. El 71.4% de los encuestados eran blancos no hispanos. Se observó que la frecuencia del consumo de alcohol aumentó en general, 0.74 días (IC 95%: 0.33 a 1.15 días), lo que representa un aumento del 14% sobre la basal de 5.48 días en 2019; para las mujeres, 0.78 días (IC 95%: 0.41 a 1.15 días), lo que representa un aumento del 17% sobre la basal de 2019 de 4.58 días; para adultos de 30 a 59 años, 0:93 días (IC 95%: 0.36 a 1.51 días), un aumento del 19%, y para las personas blancas no hispanas, 0.66 días (IC 95%: 0.14 a 1.17 días), un aumento del 10% sobre la basal de 2019 de 6.46 días. En promedio, tres de cada cuatro adultos consumieron alcohol un día más al mes. Para las mujeres, también hubo un aumento significativo de 0.18 días de consumo excesivo de alcohol (IC 95%: 0.04 a 0.32 días), desde la basal de 2019 de 0.44 días, lo que representa un aumento del 41% sobre la basal. Esto equivale a un incremento de un día para una de cada cinco mujeres. Además, en las mujeres se observó un aumento promedio en el puntaje del Short Inventory of Problems de 0.09 (IC 95%: 0.01 a 0.17 ítems), sobre el promedio basal de 2019 de 0.23, lo que representa un aumento del 39%, lo cual es indicativo de un incremento de los problemas relacionados con el alcohol independientemente del nivel de consumo de casi una de cada diez mujeres.
Conclusiones
Los resultados del presente estudio indicarían que durante la pandemia de COVID-19 habría aumentado el consumo de alcohol y las consecuencias asociadas con la ingesta de alcohol. Además de tener efectos nocivos para la salud física, el consumo excesivo de alcohol puede provocar o empeorar problemas de salud mental existentes, como ansiedad o depresión, que pueden estar aumentando durante la pandemia de COVID-19. Los cambios en el consumo de alcohol y sus consecuencias en las mujeres, los adultos jóvenes y los blancos no hispanos destacan que los sistemas de salud pueden necesitar educar a los consumidores mediante medios impresos o en línea sobre el incremento de la ingesta de alcohol durante la pandemia e identificar los factores asociados con la susceptibilidad y la resistencia a los impactos de COVID. 19. Se necesitan estudios adicionales que analicen si los aumentos en el consumo de alcohol persisten a medida que continúa la pandemia y si el bienestar psicológico y físico se ve afectado posteriormente.
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