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Introducción
La vacunación ha limitado la propagación del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) y ha evitado enfermedades graves y muertes durante la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus siglas en inglés). Sin embargo, ciertos eventos adversos, como una mayor incidencia de miocarditis, particularmente en varones jóvenes, se han asociado con la vacunación con la vacuna de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) BNT162b2. El 30 de julio de 2021, el Ministerio de Salud de Israel aprobó la administración de la tercera dosis de vacuna para la población general en respuesta al creciente número de casos de COVID-19.
El propósito de la presente investigación fue evaluar si la tercera dosis de vacuna BNT162b2 se asoció con el riesgo de miocarditis.
Métodos
El 15 de agosto de 2021, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comenzaron a administrar la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19, utilizando únicamente la vacuna BNT162b2. El presente estudio incluyó a todo el personal militar vacunado con la tercera dosis de BNT162b2 hasta el 30 de septiembre de 2021 y diagnosticado con miocarditis hasta el 14 de octubre de 2021. Todos los casos sospechosos de miocarditis en las FDI se derivan al hospital. El diagnóstico se basó en los hallazgos de laboratorio, electrocardiograma, ecocardiografía y resonancia magnética cardíaca. Todos los informes fueron reafirmados por un cardiólogo independiente. Sobre la base de datos agregados, se calculó la incidencia con intervalo de confianza del 95% (IC 95%) de miocarditis a la semana y 2 semanas después de la vacunación. Todos los datos se basaron en historias clínicas, sin pruebas adicionales.
Resultados
Durante el lanzamiento de la vacuna de refuerzo BNT162b2, se vacunaron 126 029 miembros de las FDI. Entre los varones, el 79% tenía de 18 a 24 años y entre las mujeres, el 90% tenía de 18 a 24 años. La distribución por edad y sexo de los receptores de la vacuna fue similar a la de la población general de las FDI.
Durante el seguimiento, 9 sujetos, todos varones jóvenes, fueron diagnosticados con miocarditis. Un caso ocurrió después de COVID-19 y fue excluido. Los 8 casos restantes tuvieron un resultado negativo en una prueba de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa del SARS-CoV-2 en el momento del diagnóstico de la miocarditis. Cuatro de estos desarrollaron síntomas dentro de la semana de la vacunación, 3 tuvieron síntomas que comenzaron de 8 a 10 días después de la vacunación y uno desarrolló síntomas más de 2 semanas después de la vacunación (y, por lo tanto, se excluyó del presente análisis). Todos los casos fueron leves, sin arritmia ni signos de insuficiencia cardíaca congestiva. Además, todos permanecieron sin lesión cardíaca residual al alta hospitalaria.
Las tasas de incidencia de miocarditis a la semana y 2 semanas después de la tercera dosis de vacuna fueron 3.17 (IC 95%: 0.64 a 6.28) y 5.55 (IC 95%: 1.44 a 9.67) por 100 000 vacunas administradas, respectivamente. Debido a que todos los casos de miocarditis fueron en sujetos varones jóvenes (18 a 24 años), se estimó la incidencia para esta población específica en 6.43 (IC 95%: 0.13 a 12.73) y 11.25 (IC 95%: 2.92 a 19.59) por 100 000 vacunas administradas a la semana y 2 semanas después de la tercera dosis de vacuna, respectivamente.
Discusión y conclusiones
En el presente estudio se encontró un bajo riesgo de miocarditis después de la tercera dosis de BNT162b2 en reclutas militares israelíes. La incidencia fue menor que la observada una semana después de la segunda dosis de la vacuna en una población militar israelí similar (5.07 por 100 000 vacunas administradas). Sin embargo, la incidencia de miocarditis en varones de 18 a 24 años fue mayor que la observada en la población masculina de los Estados Unidos (5.243 por 100 000 vacunas administradas). La incidencia de miocarditis después de la segunda dosis de la vacuna varía según los tiempos de seguimiento en los estudios y la definición de miocarditis utilizada. Por lo tanto, las comparaciones deben hacerse con cautela.
Las limitaciones del presente estudio incluyeron el pequeño número de casos diagnosticados y la inclusión principalmente de varones jóvenes. Sin embargo, se incluyó a toda la población vacunada por las FDI, que es representativa de la población de las FDI en distribución por edad y sexo. Debido a que únicamente se incluyeron casos de miocarditis diagnosticados en el hospital, existe la posibilidad de un subdiagnóstico y la incidencia de miocarditis puede ser mayor. No obstante, es probable que el riesgo de subestimación sea bajo porque la conciencia de la miocarditis posterior a la vacunación fue alta como resultado de la cobertura de los medios y porque todos los casos sospechosos de miocarditis fueron remitidos para evaluación hospitalaria. La causa de la menor incidencia de miocarditis después de la tercera dosis de BNT162b2 en comparación con la incidencia después de la segunda dosis requiere investigación adicional.
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