ReSIIC editado en: Infectología Inmunología Oncología Diagnóstico por Imágenes Epidemiología Farmacología Infectología Obstetricia y Ginecología Salud Pública |
Introducción
En el momento de redactar el presente informe, ya se han administrado más de mil millones de dosis de vacunas contra la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por sus sigla en inglés) en los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. Además, se han administrado 1.82 millones de dosis de refuerzo en los Estados Unidos. Desde el 13 de agosto, y actualmente se planean o se están considerando programas de refuerzo similares en otros países a partir del otoño de 2021. Los primeros informes demostraron una asociación entre la administración de la vacuna contra la COVID-19 (principalmente vacunas de ácido ribonucleico mensajero [ARNm]) y el desarrollo de linfadenopatía axilar y supraclavicular ipsolateral, que podría interferir con el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes con cáncer de mama.
El objetivo del presente artículo fue revisamos las pruebas disponibles sobre la linfadenopatía relacionada con la vacuna contra la COVID-19 y discutir las implicaciones clínicas de la misma en el diagnóstico y manejo del cáncer de mama.
Métodos
Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos PubMed, Ovid Medline, Scopus, CINHAL, Springer Nature, ScienceDirect, Academic Search Premier y Directory of Open Access Journals para identificar artículos publicados entre enero de 2021 y mayo de 2021 que informaran sobre linfadenopatía regional palpable o detectada por imágenes después de la vacunación contra la COVID-19. Solo se revisaron los artículos en inglés y se hicieron referencias cruzadas a sus listas de referencias hasta que se agotó la estrategia de búsqueda. Se realizaron búsquedas adicionales utilizando Google Scholar y ResearchGate. La búsqueda más reciente se realizó el 9 de mayo de 2021.
Por separado, se compilaron una serie de estudios de casos de los Hospitales Universitarios de Derby y Burton, Reino Unido y la Clínica Mayo en Minnesota, Estados Unidos de América, para ilustrar el impacto que la linfadenopatía regional posterior a la vacunación contra la COVID-19 puede tener en el diagnóstico y manejo de pacientes que son atendidas en clínicas de cáncer de mama.
Resultados
A partir de la búsqueda bibliográfica, 15 estudios cumplieron los criterios de inclusión (n: 2057 pacientes, 737 con adenopatías relacionada con la vacuna contra la COVID-19). Todos los artículos seleccionados fueron estudios retrospectivos. La mayoría de las adenopatías (n: 657) se identificaron durante las imágenes para la estadificación o el seguimiento del cáncer, y de estas, casi todas se identificaron en una exploración de tomografía por emisión de positrones (n: 654). Los casos restantes de adenopatías se presentaron de la siguiente manera: 37 pacientes sintomáticos con adenopatía palpable; 22 pacientes con adenopatía incidental identificada durante las imágenes realizadas por otras razones, y 21 pacientes con adenopatía identificada durante los exámenes de detección de cáncer de mama. Todos los pacientes de los estudios seleccionados recibieron una vacuna de ARNm. La incidencia de linfadenopatía posterior a la vacunación osciló entre el 14.5% y el 53% y persistió durante > 6 semanas en el 29% de los pacientes. La recepción de una dosis única de vacuna, la edad avanzada (≥ 64 años) y un estado inmunodeprimido se asociaron con tasas más bajas de linfadenopatía posterior a la vacuna, mientras que se han encontrado tasas más altas de linfadenopatía posterior a la vacuna en pacientes más jóvenes (< 64 años), inmunocompetentes y completamente vacunados. Entre los pacientes con linfadenopatía no palpable, los ganglios agrandados se identificaron principalmente en la axila (n: 688; 98.3%), mientras que solo 2 (0.3%) tenían adenopatía de la fosa supraclavicular (FSC); 10 pacientes (1.4%) tenían adenopatías axilares y de la FSC. Por el contrario, las adenopatías palpables se detectaron principalmente en la FSC (n: 32; 86.5%), con solo 4 pacientes (10.8%) presentando adenopatía axilar y un paciente (2.7%) presentando adenopatía axilar y de la FSC. Para la adenopatía palpable, el tiempo promedio hasta la resolución clínica (cuando se informó) fue de aproximadamente siete a ocho días. Sin embargo, en 9 pacientes (25%), los ganglios palpables persistieron durante > 21 días.
Conclusiones
Los médicos que tratan a pacientes con cáncer de mama deben ser conscientes de que la vacuna contra la COVID-19 puede provocar linfadenopatía regional en un número significativo de pacientes y mayor de lo que se informó originalmente en los ensayos clínicos aleatorizados de vacunas, y esto podría durar más de 6 semanas, lo que puede dar lugar a investigaciones y tratamientos innecesarios y a un aumento de la ansiedad del paciente. Se debe recopilar el historial de vacunación contra la COVID-19 preciso de todos los pacientes en los que la linfadenopatía regional es un hallazgo clínico o de imagen y posteriormente combinarlo con el juicio clínico al manejar casos individuales. Los médicos deben proporcionar a las pacientes información y consejos claros sobre la posible aparición de linfadenopatía regional después de la vacunación contra la COVID-19 (en particular, la administración de la vacuna en el brazo opuesto al seno afectado) y sus implicaciones para la atención del cáncer de mama con el fin de evitar conceptos erróneos.
Copyright siicsalud © 1997-2024 ISSN siicsalud: 1667-9008