Resúmenes amplios

MICOBIOTA INTESTINAL, COVID-19 E INFECCIÓN POR H1N1


Hangzhou, China:
Las vinculaciones entre los microbios (bacterias y hongos) del intestino, la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) y la infección por virus H1N1 no se comprenden por completo. En el presente estudio se comprobó que tanto en COVID-19 como en la infección por H1N1 hay disbiosis de la micobiota intestinal, la cual no revierte hasta después del alta.

Communications Biology 4(1):1-11

Autores:
Li L

Institución/es participante/s en la investigación:
Zhejiang University

Título original:
Gut Mycobiota Alterations in Patients with COVID-19 and H1N1 Infections and their Associations with Clinical Features

Título en castellano:
Alteraciones de la Micobiota Intestinal en Pacientes con COVID-19 e Infección por H1N1 y sus Asociaciones con los Hallazgos Clínicos

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.86 páginas impresas en papel A4

Introducción

El coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2) tiene capacidad infecciosa mucho mayor que la de los virus de la influenza. Además, el tratamiento de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) difiere bastante del que se utiliza en pacientes con infección por virus de la influenza, como el de la influenza A (H1N1). Sin embargo, los síntomas iniciales de COVID-19, entre ellos fiebre, tos, vómitos y diarrea, son muy similares a los que se observan en pacientes con influenza. Estas similitudes y disparidades suponen desafíos importantes para la prevención y el tratamiento de COVID-19 durante la estación de la influenza.

La microbiota normal, particularmente la del intestino, cumple funciones importantes en la homeostasis del sistema inmunológico, el metabolismo y la prevención de infecciones. Por el contrario, la disbiosis fúngica intestinal y las infecciones micóticas se relacionan con un amplio espectro de enfermedades, como enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer colorrectal y asma.

La aparición de ciertas enfermedades infecciosas también se vincula estrechamente con los hongos presentes en intestino; en este sentido se destaca la posible vinculación entre el enriquecimiento de hongos entéricos y la infección por virus de la hepatitis B. Se ha referido que ciertos hongos, como Candida albicans, podrían disminuir la susceptibilidad a la colitis  y a la infección por H1N1. Los índices de infección simultánea por hongos y SARS-CoV-2 son significativamente más altos en los pacientes con COVID-19 grave, en comparación con los casos leves; esta asociación también se ha referido para la infección por virus H1N1. Además, la infección fúngica concomitante afecta fuertemente el pronóstico de los pacientes con infección por H1N1, infección que se asocia con compromiso de las respuestas del organismo a los hongos; el resultado final es la proliferación de estos microorganismos.

Sin embargo, se desconoce si las alteraciones en la microbiota intestinal se asocian con el estado de salud en pacientes con COVID-19 o con infección por H1N1. En el presente trabajo se analizaron las características clínicas, los síntomas gastrointestinales, la inflamación y la composición de la micobiota intestinal en pacientes con COVID-19 e infección por H1N1, en comparación con sujetos sanos.

Pacientes y métodos

En el estudio se comparó la micobiota intestinal de 67 pacientes con COVID-19, 35 enfermos con infección por H1N1 y 48 individuos sanos, por medio de secuenciación de espaciador transcrito interno (ITS por su sigla en inglés) 3-ITS4.

Resultados

En comparación con los sujetos sanos, la carga de hongos fue más alta en los pacientes. La disbiosis fúngica en pacientes con COVID-19 y con infección por H1N1 se caracterizó fundamentalmente por la depleción de hongos como Aspergillus y Penicillium; sin embargo, diversos hongos, entre ellos Candida glabrata, estuvieron enriquecidos en los pacientes con infección por H1N1.

Los perfiles microbianos en pacientes con COVID-19 con síntomas leves o graves fueron similares; la internación no pareció asociarse con efectos adicionales. En los pacientes con COVID-19, la presencia de Mucoromycota se correlacionó, de manera positiva, con Fusicatenibacter, Aspergillus niger se correlacionó directamente con la diarrea, y Penicillium citrinum se asoció, de manera inversa, con los niveles séricos de proteína C-reactiva (PCR).

En los enfermos con infección por H1N1, Aspergillus penicilloides se asoció de manera positiva con miembros de Lachnospiraceae, en tanto que Aspergillus se correlacionó de manera positiva con los niveles de PCR; Mucoromycota se correlacionó de manera negativa con la concentración de procalcitonina.

Conclusión

Se comprobaron alteraciones diferentes en la inflamación y los marcadores de función orgánica entre pacientes con COVID-19 y con infección por H1N1. La presencia de hongos disminuyó en intestino de pacientes con COVID-19 y con infección por H1N1 y se observaron asociaciones particulares entre la micobiota fecal y la microbiota bacteriana.

Las vinculaciones entre los microbios del intestino, COVID-19 y la infección por virus H1N1 no se comprenden por completo. Los resultados del presente estudio sugieren que la disbiosis de la micobiota intestinal es común en pacientes con COVID-19 y con infección por virus H1N1; las alteraciones no se normalizan hasta después del alta.

 



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