Introducción

La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19 por su sigla en inglés) es causada por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (Severe Acute Respiratory Syndrome [SARS]-CoV-2). La presentación clínica de COVID-19 es muy variable; los pacientes infectados pueden permanecer asintomáticos o progresar a enfermedad grave, con distrés respiratorio agudo, con necesidad de internación en unidades de cuidados intensivos y asistencia ventilatoria mecánica. Los pacientes con COVID-19 suelen presentar trastornos de la coagulación, complicaciones tromboembólicas y reacción inflamatoria sistémica; el resultado final es la falla de múltiples órganos.

A pesar de las medidas globales y el confinamiento, hasta 25 de mayo de 2020, la incidencia de COVID-19 siguió en aumento, con 5 304 772 casos confirmados por laboratorio y más de 342 000 decesos en todo el mundo, según las comunicaciones de la Organización Mundial de la Salud. El Ministerio Español de Sanidad comunicó 235 000 casos confirmados, en tanto que según el Coronavirus Resource Center of Johns Hopkins University, la incidencia en Madrid fue de 1021.9 casos por cada 100 000 habitantes.

La infección por SARS-CoV-2 afecta más gravemente a los sujetos de edad avanzada y a los pacientes con comorbilidades; es por ello que en la mayoría de los estudios se prestó especial atención a los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión arterial u obesidad.

Los pacientes con enfermedad renal, y especialmente aquellos con enfermedad renal en estadio terminal que requieren terapia de reemplazo renal, representan otro grupo de riesgo. Estos enfermos suelen presentar una diversidad de factores de riesgo, entre ellos enfermedad cardiovascular, edad avanzada, fragilidad intrínseca y compromiso del sistema inmunológico.

Hasta la fecha se dispone de poca información acerca de la incidencia y la evolución de COVID-19 en pacientes en diálisis; dos estudios con pacientes hemodializados mostraron incidencias de 2.5% en Wuhan y de 18.8% en Madrid; no se dispone de datos para pacientes sometidos a diálisis domiciliaria, la cual podría representar un factor de protección, al reducir la posible exposición al virus.

En el presente estudio, los autores analizaron la incidencia de COVID-19 en una Unidad de Diálisis Domiciliaria (UDD) de Madrid, una de las regiones más afectadas de Europa por COVID-19; se comparó la evolución de los pacientes de la UDD con la de enfermos sometidos a diálisis en centros especiales.

Pacientes y métodos

El ensayo tuvo un diseño observacional, retrospectivo y abarcó todos los enfermos de la UDD del Hospital Universitario La Paz (Madrid, España) con diagnóstico de COVID-19 entre 10 de marzo y 15 de mayo de 2020.

Se obtuvo información acerca de las características epidemiológicas, clínicas, bioquímicas y radiológicas y sobre los tratamientos indicados. Todos los pacientes fueron sometidos a radiografía de tórax o a tomografía computarizada de tórax para detectar neumonía y en todos se realizó prueba de reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR por su sigla en inglés) para detectar SARS-CoV-2 en hisopado nasofaríngeo. Se compararon los pacientes con COVID-19 y sin infección por SARS-CoV-2 y los pacientes tratados en la UDD respecto de los pacientes dializados en la institución.

Resultados

Se estableció el diagnóstico de COVID-19 en 12 pacientes (9 con diálisis peritoneal y 3 con hemodiálisis domiciliaria). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre las características clínicas de los pacientes con COVID-19 y el resto de los enfermos de la unidad. Los enfermos tenían 62 años en promedio y el 75% eran hombres. Con excepción de un paciente, los restantes debieron ser internados. Diez pacientes fueron dados de alta luego de una internación de 16.4 días en promedio. En dos pacientes, el diagnóstico de COVID-19 se estableció durante la internación por otros motivos; estos enfermos fueron los únicos que fallecieron. Los sujetos que fallecieron fueron de más edad en comparación con los que sobrevivieron.

Conclusión

Se comprobó una incidencia alta de COVID-19 en pacientes de una UDD durante el período de mayor número de casos de COVID-19 en España. La frecuencia de infección fue particularmente alta entre los pacientes sometidos a diálisis peritoneal. La diálisis domiciliaria no representó un factor de protección en este sentido.