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Introducción y objetivos
Tanto la diabetes mellitus (DBT) como la artrosis de la articulación de la rodilla (AAR) son afecciones relativamente comunes en la población general, especialmente en pacientes de edad avanzada.
La inyección intraarticular (IIA) de corticoides es un procedimiento frecuente para el alivio del dolor en los pacientes con AAR, y usualmente se utiliza luego del fracaso o de la respuesta incompleta de los analgésicos y tratamientos fisioterapéuticos. Existen diversas formulaciones de corticoides para IIA: el acetato de metilprednisolona es el más difundido en todo el mundo; las preparaciones con betametasona son populares en Europa, mientras que en Estados Unidos se prefiere la triamcinolona.
Los corticoides por IIA se asocian con múltiples efectos sistémicos, que reflejan la cantidad sustancial del fármaco que alcanza la circulación general desde la cavidad articular. Existen pocas investigaciones acerca de los efectos de los corticoides intraarticulares sobre la glucemia de los pacientes diabéticos. Estos estudios han mostrado efectos significativos de estos fármacos sobre la glucemia de pacientes con DBT bien controlada y con AAR. Los informes han incluido el acetato de metilprednisolona, la triamcinolona y la betametasona (combinación de acetato/fosfato). En el caso de este último fármaco, el patrón descripto en todos los pacientes es el de un aumento rápido de la glucemia en la primer hora de administración, y luego una elevación de la glucemia por 2 o 3 días. La metilprednisolona induce aumentos de la glucemia por hasta 5 días, con un patrón irregular; la triamcinolona produce incrementos de la glucemia menos pronunciados.
La combinación dipropionato/fosfato de betametasona (betametasona D/F) (Diprospan®) presenta la característica de una dosis más baja del compuesto de acción rápida (fosfato) y una dosis más alta del de acción prolongada (dipropionato).
En este estudio, los autores investigaron la respuesta de la glucemia a la IIA de betametasona D/F en la articulación de la rodilla en pacientes diabéticos con AAR.
Pacientes y métodos
La cohorte estuvo formada por pacientes con DBT tipo 2 con valores de hemoglobina glucosilada (HbA1c) < 7.5% en los 3 meses previos, y con dolor articular por AAR por > 3 meses, sin respuesta adecuada al tratamiento médico. Fueron excluidos los participantes que en los últimos 3 meses hubieran recibido cualquier tipo de IIA, o que hubieran comenzado o finalizado un tratamiento antidiabético o terapia con fármacos que pueden afectar el metabolismo de la glucosa (corticoides, tiazidas, entre otros). Los pacientes eran asistidos en un hospital universitario de Israel. El protocolo fue aprobado por un comité de ética y los pacientes firmaron un consentimiento informado.
A un grupo de pacientes se les administró 1 ml de betametasona D/F por IIA, mediante un procedimiento estandarizado. Los participantes registraron su glucemia preprandial y posprandial (mediante automonitoreo) día por medio por una semana antes del procedimiento; los valores de glucemia fueron registrados una hora después de la IIA, luego diariamente durante 5 días, y finalmente día por medio durante una semana. También se registró la glucemia a la hora del procedimiento.
A un segundo grupo de pacientes con las mismas características (grupo control) se le ofreció la administración intraarticular de ácido hialurónico, y luego cumplieron un protocolo de seguimiento similar al del grupo de estudio.
Los datos se expresaron como medianas y rangos. Para el análisis estadístico se consideró significativo un aumento de los valores de glucemia ≥ 2 desviaciones estándar de la media de glucemia previa a la IIA, en los mismos tiempos en relación con las comidas. La prueba de la U de Mann-Whitney y la prueba exacta de Fisher se emplearon para comparar las variables continuas y categóricas, respectivamente, de los 2 grupos.
Resultados
Se incorporaron 15 pacientes en el grupo de estudio y 7 pacientes en el grupo control, de los cuales completaron el protocolo 12 y 6 individuos, respectivamente.
No se hallaron diferencias demográficas ni clínicas entre los grupos. La edad (mediana, rango) fue 48 años (rango: 40 a 71) en el grupo de tratamiento, y 52 años (rango: 46 a 59) en el grupo control (p = 0.651). La relación mujer:hombre fue 2:1 en ambos grupos. El valor (mediana) de HbA1c fue del 6.4% en el grupo de estudio y del 6.2% en el grupo control (p = 0.312). La mayoría de los pacientes presentaba cambios radiológicos moderados o radiografías normales.
Los participantes del grupo de tratamiento tuvieron valores de glucemia inicial (mediana: 4 horas) y valores de glucemia pico (mediana: 11.5 horas) significativamente mayores que el grupo control (glucemia inicial: 187.5 mg/dl, rango: 128 a 326; glucemia pico: 310 mg/dl, rango: 227 a 328). El último pico de glucemia se registró una mediana de 45 horas después del procedimiento de IIA. El grupo control no mostró incrementos significativos de la glucemia.
Discusión y conclusiones
La IIA de betametasona D/F en la articulación de la rodilla se asoció se manera significativa con hiperglucemia en pacientes diabéticos con AAR, independientemente del tiempo de evolución de la afección articular, de su gravedad y del tratamiento antidiabético que los pacientes estuvieran recibiendo. Los autores atribuyen los efectos hiperglucemiantes a los corticoides administrados por vía intraarticular. La mayoría de los registros de hiperglucemia se observaron en el primer día después de la IIA.
El patrón de modificaciones con betametsona D/F mostró que la elevación de la glucemia fue algo más tardía que lo informado para la IIA de Celestone Chronodose®. Los valores pico en el grupo de estudio se observaron entre un día y 3 días después de la IIA. La duración del efecto analgésico del betametasona D/F parece ser más prolongada que la de otras preparaciones de corticoides de depósito administrados por vía intraarticular.
Los autores mencionan como limitación del estudio el escaso número de pacientes.
En conclusión, la IIA de la combinación betametasona D/F se asocia con incrementos significativos de la glucemia en pacientes diabéticos con artrosis de la rodilla no controlada adecuadamente por tratamientos no invasivos.
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