Introducción
Los anticuerpos monoclonales neutralizantes dirigidos contra SARS-CoV-2 son eficaces para el tratamiento de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) temprano, en pacientes ambulatorios con riesgo algo de progresión a enfermedad grave. También son útiles en prevención primaria y luego de la exposición.
Los pacientes internados por COVID-19 también podrían beneficiarse con el tratamiento con anticuerpos monoclonales; sin embargo, los estudios previos mostraron resultados variables, en relación con el agente y el estado serológico. La eficacia de esta estrategia, no obstante, podría disminuir en el contexto de la aparición de nuevas variantes de SARS-CoV-2.
El tixagevimab-cilgavimab (AZD7442) es una combinación de dos anticuerpos monoclonales humanos derivados de células B de pacientes que se recuperaron de la infección por SARS-CoV-2. Estos anticuerpos reconocen sitios diferentes y no superpuestos en el dominio de unión al receptor de la glucoproteína de la espiga de SARS-CoV-2. Las modificaciones en el fragmento Fc se asocian con prolongación de la vida media y con reducción de la capacidad de unión a los receptores de Fc y a la fracción C1q del sistema de complemento, de modo que se reduce el riesgo de agravamiento de la enfermedad dependiente de anticuerpos.
En el contexto del protocolo de la plataforma Accelerating COVID-19 Therapeutic Interventions and Vaccines–Therapeutics for Inpatients with COVID-19 (The ACTIV-3–TICO) se evalúan nuevas terapias antivirales para pacientes por COVID-19; hasta ahora, los resultados para la mortalidad han sido magros.
En el presente estudio se refieren los resultados del ACTIV-3–TICO, en el cual se compararon los efectos del tratamiento con tixagevimab-cilgavimab respecto de placebo, en pacientes con COVID-19 tratados con remdesivir y otras formas de cuidados estándar.
Pacientes y métodos
El estudio aleatorizado, a doble ciego, controlado con placebo, en fase III, se realizó con adultos con síntomas de COVID-19 de hasta 12 días de duración; el reclutamiento tuvo lugar en 81 centros de los Estados Unidos, Europa, Uganda y Singapur.
Los pacientes fueron asignados de manera aleatoria (1:1) a tratamiento por vía intravenosa con tixagevimab 300 mg-cilgavimab 300 mg o placebo, en combinación con remdesivir y otras modalidades estándar de tratamiento. Se excluyeron pacientes con insuficiencia orgánica aguda, pacientes con necesidad de asistencia ventilatoria mecánica o de oxigenación por membrana extracorpórea, enfermos con necesidad de tratamiento vasopresor o de sostén circulatorio, y sujetos con necesidad de iniciar terapia de reemplazo renal.
El criterio principal de valoración fue el tiempo que transcurrió hasta la recuperación completa hasta el día 90, definida en presencia de 14 días consecutivos en el domicilio luego del alta. Se realizaron análisis por separado en la totalidad de la cohorte y en los pacientes que no tuvieron anticuerpos neutralizantes al inicio del estudio. La eficacia y la seguridad se analizaron en la población con intención de tratamiento, es decir en los enfermos que recibieron una infusión completa o parcial de tixagevimab-cilgavimab o de placebo.
Resultados
Entre el 10 de febrero y el 30 de septiembre de 2021, 1455 pacientes fueron asignados de manera aleatoria a los grupos y 1417 se incluyeron en la población con intención de tratamiento: 710 recibieron tixagevimab-cilgavimab y 707 recibieron placebo.
La incidencia estimada acumulada de recuperación sostenida fue de 89% en el grupo de tixagevimab-cilgavimab, y de 86% en el grupo placebo, a los 90 días, en la totalidad de la cohorte (recovery rate ratio [RRR] de 1.08; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0.97 a 1.20; p = 0.21).
Los resultados fueron similares entre los pacientes seronegativos al inicio del estudio (RRR de 1.14; IC 95%: 0.97 a 1.34; p = 0.13). Sin embargo, los índices de mortalidad fueron más bajos en los enfermos que recibieron tratamiento con tixagevimab-cilgavimab (61 [9%]) respecto del grupo placebo (86 [12%]; hazard ratio [HR] de 0.70; IC 95%: 0.50 a 0.97; p = 0.032).
Los índices del criterio integrado de seguridad fueron de 25% (n = 178) en el grupo de tixagevimab-cilgavimab y de 30% (n = 212) en el grupo placebo (HR de 0.83; IC 95%: 0.68 a 1.01; p = 0.059).
Se registraron efectos adversos graves en 34 (5%) pacientes del grupo activo, en comparación con 38 (5%) pacientes del grupo placebo.
Conclusión
Los resultados del presente estudio indican que en pacientes internados por COVID-19 y tratados con remdesivir y otros cuidados estándar, el tratamiento con tixagevimab-cilgavimab no mejora el tiempo hasta la recuperación completa, aunque se asocia con mortalidad reducida. El tratamiento se toleró bien.
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