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Introducción
La pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) afectó considerablemente la vida de las personas y generó cambios sustanciales en las actividades diarias, el estilo de vida y la seguridad financiera. Las medidas de aislamiento social, implementadas para controlar la propagación de la enfermedad, demandaron esfuerzos enormes y se asociaron con cambios considerables en la salud mental de los habitantes. Sin embargo, aunque la pandemia de COVID-19 afectó a la totalidad de la población, las medidas de restricción adoptadas afectaron de manera especial a ciertos subgrupos de sujetos, por ejemplo las personas con trastornos de la alimentación (TA).
A menudo los pacientes con TA presentan simultáneamente depresión, ansiedad, sentimientos de falta de control, preocupación desmedida, estrés y soledad, todos ellos posiblemente agravados en el contexto de las medidas de seguridad social, implementadas para reducir la propagación del virus causal de COVID-19. La falta de interacción social y el aislamiento, las elecciones alimentarias reducidas, el temor por el desabastecimiento, la falta de disponibilidad de ciertos alimentos y las obsesiones por determinados productos, las restricciones laborales y el aumento de las actividades realizadas en el hogar, el menor espacio para el ejercicio, la falta de actividad física y de rutinas diarias y el acceso limitado a la ayuda profesional fueron sólo algunas de las consecuencias de las cuarentenas y de las medidas de aislamiento social implementadas durante la pandemia de COVID-19.
La prolongación en el tiempo del estado de pandemia puede tener consecuencias particularmente deletéreas para los pacientes con TA; además de la exacerbación de los síntomas, la salud psicológica de estos enfermos puede comprometerse de manera desproporcionada.
En estudios recientes se analizaron las interacciones entre los TA y la salud mental durante la pandemia de COVID-19. Los pacientes con TA refirieron aumento de los sentimientos de soledad, tristeza, e inquietud, con el inicio de las cuarentenas. También se refirieron síntomas adicionales de ansiedad; sin embargo, no se dispone de estudios de comparación para los cambios psicológicos en el transcurso de la pandemia, en pacientes con TA y sujetos sin TA.
El Understanding America Study (UAS) ofrece una oportunidad única para conocer los cambios en la salud mental de pacientes con TA, en el contexto de la pandemia de COVID-19, y para comprender las diferencias respecto de los sujetos sin TA. En el estudio se incluye una muestra representativa de adultos de los Estados Unidos; para el presente estudio se analizaron específicamente las trayectorias de la salud mental durante la pandemia de COVID-19 en sujetos con TA y en personas sin TA.
Pacientes y métodos
Para el presente análisis se incluyeron 7137 adultos de 50.58 años en promedio que completaron las encuestas entre las olas 1 a 11 del estudio UAS. Los propios participantes aportaron datos acerca del diagnóstico de TA y completaron diversas escalas aptas para la valoración del distrés psicológico, el estrés percibido y la soledad.
El distrés psicológico se valoró con el Patient Health Questionnaire-4 (PHQ-4), en tanto que el estrés se determinó con la Perceived Stress Scale (PSS-4).
Se aplicaron modelos de niveles múltiples para comparar las trayectorias del distrés psicológico, el estrés percibido y la soledad en los enfermos con TA.
Resultados
Los pacientes con TA presentaron niveles más altos de distrés psicológico, estrés y soledad, en comparación con los sujetos que no refirieron TA. El nivel de soledad aumentó inicialmente pero comenzó a declinar posteriormente.
La edad avanzada, la raza negra y el nivel educativo más alto se asociaron con distrés psicológico reducido, en tanto que el sexo femenino y la etnia asiática se asociaron con mayor nivel de distrés psicológico. La trayectoria del distrés psicológico en pacientes con TA fue estable en las primeras etapas de la pandemia pero comenzó a declinar hacia la ola 7 del estudio (10 de junio a 7 de julio).
En relación con la percepción de estrés, la edad avanzada y el nivel educativo más alto se asociaron con menor nivel de estrés, mientras que el sexo femenino y la raza asiática se asociaron con mayor nivel de estrés. La trayectoria fue en descenso progresivo en el transcurso del tiempo, o con disminución inicial y nuevo aumento, alrededor de la ola 8 del estudio (entre 24 de junio y 21 de julio).
Conclusión
Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto la importancia de las intervenciones apropiadas para atenuar los efectos psicológicos deletéreos de la pandemia de COVID-19, en pacientes con antecedente de TA. Los hallazgos sugieren también que los pacientes que no están seguros acerca de su estado (en lo concerniente a los TA) podrían experimentar más fluctuaciones de salud mental en el contexto de la pandemia de COVID-19.
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