Introducción
Se define osteoporosis como la presencia de densidad ósea disminuida y deterioro de la microarquitectura de la estructura ósea, lo que genera fragilidad del hueso. En áreas de hueso trabeculado, como el cuello femoral, el radio distal y las vértebras, es frecuente que aparezcan fracturas por osteoporosis, especialmente en pacientes añosos. Estas fracturas se asocian con dificultad para el movimiento debido al dolor, y muchas veces fuerzan a los individuos a permanecer acostados, lo que a su vez genera debilidad muscular de los miembros inferiores y demencia, con deterioro de las actividades de la vida diaria. Si bien en muchas personas con fracturas vertebrales el dolor lumbar se reduce con el tiempo, en ocasiones se observa cifosis grave debida al colapso vertebral y seudoartrosis, que implican persistencia del dolor, y dado que en estos casos es difícil que los síntomas mejoren con tratamiento conservador se hace necesaria la intervención quirúrgica.
Existen pruebas sobre el efecto anabólico potente de la teriparatida (hormona paratiroides humana) sobre el hueso, tanto en modelos con animales como en los seres humanos. Este fármaco se asoció con mayor masa ósea en individuos con osteoporosis y en ratas con osteopenia debida a varias causas, y además parece mejorar la curación de las fracturas de hueso cortical y trabeculado. En varios estudios se informó que la teriparatida reduce el dolor lumbar y evita la progresión del colapso de cuerpos vertebrales, efectos que podrían estar relacionados con algún mecanismo de reducción del daño óseo o por efecto sobre el sistema nervioso central.
El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto analgésico y la prevención de colapso vertebral mediante el uso de teriparatida en pacientes con fracturas vertebrales nuevas.
Materiales y métodos
Se incluyeron en este estudio 34 pacientes con fracturas vertebrales por osteoporosis (en un total de 48 vértebras) que hubieran sido internados para tratamiento, de los cuales 30 eran mujeres y la media de edad fue de 82 años (entre 68 y 94). Se administraron inyecciones de teriparatida en dosis de 20 µg diarios o bien 56.5 µg una vez por semana, o 17.5 mg de risedronato una vez por semana, según la elección de los pacientes. Diez pacientes (uno de ellos, varón) fueron incluidos en el primer grupo, con un total de 20 vértebras fracturadas y una media de edad de 82 años (entre 71 y 91 años), en el segundo grupo hubo 11 pacientes (un varón), se identificaron 15 vértebras fracturadas en total y la media de edad fue de 83 años (entre 68 y 91 años), y en el tercer grupo, con 13 pacientes, 11 mujeres (14 vértebras), la media de edad fue de 80 años (entre 68 y 94 años). Se detectó que tres participantes del primer grupo, tres del segundo y cuatro del tercero tomaban bisfosfonatos por vía oral para la osteoporosis antes de presentar la fractura, y un individuo del segundo grupo recibía un modulador selectivo del receptor de estrógenos por vía oral. En forma retrospectiva se incluyó un grupo de control de 22 individuos (de los cuales cuatro eran hombres y la media de edad fue de 82 años, entre 73 y 90 años) con fracturas vertebrales nuevas (en 24 vértebras) por osteoporosis que no tomaron fármacos para la osteoporosis antes o después del evento. Se excluyeron aquellas personas que no fueran capaces de caminar por sí mismas antes de la fractura vertebral.
Se determinó la densidad mineral ósea (DMO) y se realizaron análisis de laboratorio de marcadores del metabolismo óseo dentro de los tres días de la internación en todos los individuos, y se midió la longitud anteroposterior de la columna lumbar de L2 a L4 y la del cuello femoral. Se diagnosticó fractura vertebral mediante resonancia magnética nuclear, y se indicaron soportes de columna durante tres meses. Posteriormente, los individuos debieron realizar rehabilitación. Se solicitó a los pacientes que utilizaran una escala visual analógica (EVA) para dolor al momento de la lesión y luego de 2, 4, 8 y 12 semanas, y se compraron los resultados entre los grupos. Se evaluó la tasa de colapso vertebral mediante la división de la altura de la región vertebral más colapsada y la altura vertebral posterior, y se consideró el ángulo de cifosis para estimar la carga de compresión sobre las vértebras fracturadas. Se compararon estos parámetros entre los grupos al momento de la lesión y tras 4, 8 y 12 semanas. Para el análisis estadístico se utilizó la prueba de ANOVA, el método de Scheffe para comparaciones múltiples y la prueba de chi al cuadrado, y se consideraron significativos valores de p < 0.05.
Resultados
Al inicio del tratamiento no se observaron diferencias significativas entre los cuatro grupos en cuanto a edad, estudios de laboratorio, DMO, puntaje en la EVA, colapso vertebral, ángulo de cifosis local, frecuencia de formación de fisuras o período de internación; en la mayor parte de los casos las fracturas vertebrales estaban ubicadas en la región toracolumbar. Tras 8 y 12 semanas de la lesión, el puntaje en la EVA fue significativamente menor en el grupo tratado todos los días con teriparatida en comparación con quienes recibieron risedronato (p < 0.05), y tras 12 semanas se observó diferencia entre el grupo de teriparatida una vez por semana y los tratados con el bisfofonato.
Tras 8 y 12 semanas de la fractura, la diferencia en el colapso vertebral fue significativamente menor en el grupo que recibió teriparatida una vez por día, en comparación con el grupo tratado con risedronato y el de control; también hubo significativamente menor diferencia en el grupo de sujetos tratados con teriparatida una vez por semana en comparación con el grupo control. Tras 8 y 12 semanas, la diferencia en el ángulo de cifosis fue significativamente menor en el grupo tratado todos los días con teriparatida en comparación con el grupo de risedronato o el grupo de control, y tras ocho semanas fue significativamente menor en el grupo de teriparatida una vez por semana, en comparación con el grupo de control. La frecuencia de formación de fisuras en las vértebras fracturadas fue significativamente menor en el grupo con tratamiento diario con teriparatida en comparación con quienes recibieron risedronato. No se observaron diferencias significativas en cuanto al tiempo de internación.
Conclusiones
Si bien existen informes de que los bisfosfonatos tendrían efecto analgésico, el presente estudio confirma que el efecto de la teriparatida sería aún mayor, aunque éste comenzaría dos a tres meses luego de la lesión. Los autores concluyen que la teriparatida representa una estrategia promisoria para evitar la progresión del colapso vertebral tras la aparición de fracturas vertebrales nuevas por compresión.
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