Red Científica Iberoamericana

LAS COMUNICACIONES SOBRE EL SUICIDIO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Oswal Martínez Moreno
Fonoaudiólogo especialista en audiología, Escuela Colombiana de Rehabilitación, Bogotá, Colombia

Bogotá, Colombia (SIIC)

La mayoría de los medios incumplen las recomendaciones de la OMS en relación con la cobertura del suicidio. Se requiere concientizar en las repercusiones que tienen los medios comunicativos en los comportamientos suicidas, destacando la importancia de seguir las directrices. La información responsable mitiga impactos negativos en la salud mental, desalienta la imitación y fomenta la comprensión. La educación es crucial para promover una comunicación segura sobre el suicidio en los medios, garantizando el bienestar social.

El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el acto deliberado de quitarse la vida, y es un fenómeno con prioridad en salud pública y una de las consecuencias más serias de un episodio depresivo. Según esta misma organización, las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores predisponentes para suicidio; la detección temprana, el tratamiento oportuno y adecuado del riesgo suicida y sus causas son claves para su reducción.1

Aproximadamente 700 000 personas en el mundo mueren por suicidio cada año, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos. Este fenómeno se clasifica como la cuarta causa principal de mortalidad en personas de 15 a 29 años.2 En Colombia, se informaron más de 3000 muertes por suicidio en el año 2021, con un aumento del 11% con respecto al año anterior.3 Asimismo, el Informe de Evento Primer Semestre de Intento de Suicidio 2023 reveló que el mecanismo principal en los intentos de suicidio es la intoxicación, presentándose en un 67% de los casos en individuos de entre 29 y 59 años.3,4 Entre los factores precipitantes de una conducta suicida se encuentra la imitación. En diversas investigaciones sobre suicidios imitativos, se ha encontrado que la cobertura mediática del suicidio puede llevar a conductas imitativas.5 Por esta razón, los medios de comunicación tienen una alta responsabilidad en la comunicación de este tipo de noticias,6 ya que su efecto puede ser tanto positivo como negativo.7 El enfoque de una noticia, el vocabulario, utilizado, el uso de las palabras y el amarillismo pueden ser impulsores de las conductas suicidas, así como estigmatizantes de las enfermedades mentales.8 En este sentido, se resalta el efecto Werther o copycat, definido como un aumento en el comportamiento suicida de un individuo asociado con la divulgación de noticias o publicaciones sobre suicidio en medios de entretenimiento,9 que causan un gran impacto en la vida de muchas personas, las cuales, incluso, incurren en actos suicidas.10

Los metanálisis pueden cuantificar mejor la evidencia combinada de un efecto Werther en los estudios publicados, pero estos son escasos. Un metanálisis de 10 investigaciones examinó los informes de los medios sobre las muertes de celebridades por suicidio y encontró un aumento promedio de 2.6 suicidios por millón de personas en el mes posterior a los informes de muerte.11

Debido a la importancia que tienen los medios de comunicación a la hora de comunicar noticias de suicidio,12 en el año 2000 la OMS desarrolló una guía en las que se establecen pautas para la comunicación e información del suicidio en los medios comunicativos, con el fin de prevenir los efectos perjudiciales de dichos medios al momento de reportar conductas suicidas. La guía se elaboró teniendo en cuenta que las publicaciones realizadas por los medios de comunicación pueden conllevar tanto efectos positivos para la prevención del suicidio como efectos perjudiciales por las explicaciones y la forma en la que se comunica el suicidio.13

Esta normativa ha tenido tres actualizaciones; la primera fue publicada en el año 2000 y se tituló “Prevención del suicidio. Un instrumento para profesionales de los medios de comunicación”;14 en esta actualización se observan recomendaciones sobre cómo notificar el suicidio, y se promueve en los profesionales que se informe sobre ayudas disponibles. Además, se observa un breve resumen sobre lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer. La segunda actualización se publicó en el año 2008, y se denominó Preventing Suicide. A Resourcefor Media Professionals; a diferencia de la primera publicación, en esta versión se da una explicación más detallada de las recomendaciones para los profesionales, además de un apartado sobre la comunicación responsable del suicidio y un apartado teórico donde se da a conocer a los profesionales sobre los efectos de imitación que podría conllevar la forma de comunicar el suicidio en los medios.15 En el año 2017 se publicó la última actualización, titulada Preventing Suicide: A Resource for Media Professionals - Update 2017,16 en la cual se establecen pautas para todos los medios de comunicación, además de otras en específico que se ligan con los medios escritos, los impresos o digitales. Además de los apartados de la segunda actualización, se creó uno relacionado con la evidencia científica sobre el impacto de los medios de comunicación en la conducta suicida, los mitos y las realidades sobre el suicidio, así como información sobre la comunicación de tiroteos o ataques terroristas. La guía y sus actualizaciones fueron elaboradas con el fin de prevenir los efectos perjudiciales de los medios de comunicación al momento de reportar conductas suicidas; por tal razón, diversos estudios han indagado si los medios comunicativos estaban cumpliendo con los parámetros dados por la OMS.18 Una de estas investigaciones evaluó la calidad de los informes de los medios de comunicación sobre comportamientos suicidas en el Sudeste Asiático, encontrando una inadecuada adhesión a las pautas de dichos medios en esta región; asimismo, recomendaron realizar un seguimiento para mejorar la calidad de la información de los medios sobre el suicidio y desarrollar revisiones internacionales, lo que podría ser beneficioso para la prevención del suicidio.19

Otros autores realizaron una revisión crítica de las directrices de los medios a la hora de comunicar el suicidio, en una de las recomendaciones de la OMS en cuanto a dar información de búsqueda de apoyo.20 En esta revisión se encontró que menos del 20% de las noticias periodísticas dan información sobre fuentes de ayuda. Además, también hacen mención sobre la importancia de crear estudios que evalúen qué pautas de la OMS se relacionan con un aumento en la tasa de suicidio.

En general, las revisiones documentales y bibliográficas sobre la comunicación del suicidio han encontrado incumplimiento a los parámetros dados por la OMS.21,22 Realizar investigaciones documentales sobre el suicidio en los medios de comunicación resulta importante, porque permite identificar las tendencias sobre los reportajes del suicidio, los factores de riesgo asociados con la publicación de estos artículos periodísticos y la identificación de variables que permitan la prevención de la conducta suicida.19,20 Además, las revisiones documentales a nivel mundial que abarquen todos los parámetros de la OMS son escasas, y son pocos los países en los cuales se han elaborado artículos de investigación sobre el suicidio y los medios de comunicación teniendo en cuenta las pautas. Por esta razón, el objetivo de la presente revisión es describir los hallazgos de estudios sobre noticias del suicidio en medios de comunicación y su adhesión a los parámetros de la OMS, relacionados con la identificación de incumplimiento de las recomendaciones de la OMS en las noticias, analizadas por los artículos, el año y el país de publicación más frecuente en donde se publicaron los artículos, así como los medios de comunicación que se analizaron en las noticias.



Metodología

Se realizó un estudio descriptivo documental de artículos científicos que reportaran el cumplimiento o el incumplimiento de las recomendaciones de la OMS en la comunicación sobre suicidio en medios comunicativos, desde el año 2000 hasta 2022.Se efectuó la búsqueda de información en las bases de datos: ApaPsycNet, Google académico, Pubmed, Sage Journals, Scielo, Science Direct y Taylor.

Para los criterios de inclusión se tuvo en cuenta: 1) artículos científicos que informaran cumplimiento/incumplimiento de las recomendaciones de la OMS; 2) artículos científicos que tuvieran en cuenta las recomendaciones en sus actualizaciones de los años 2000, 2008 o 2017;3) artículos científicos publicados entre los años 2013 y 2022.

Como estrategia de búsqueda se utilizaron los siguientes criterios en idioma español e inglés: “WHO guidelines”, “Recomendaciones OMS”, “Suicidio”, “suicide”, “Medios de comunicación”, “media reporting”, “noticias”, “newspaper”. Los términos se buscaron en las palabras claves y los títulos de los artículos.



Se organizó la información a través una base de datos de Microsoft EXCEL. Se clasificaron también los hallazgos de los artículos de acuerdo con las recomendaciones de la OMS. Adicionalmente se organizó otra base de datos sobre cumplimiento por recomendación de la OMS 2017 sobre qué hacer y qué no hacer, además de dos recomendaciones más extraídas de las versiones anteriores 2000 y 2008, y que se encuentran en la mayoría de los artículos analizados, los cuales son “asociación con problemática en salud mental” y “publica nota suicida”. Posteriormente, se llevó a cabo un análisis estadístico de medidas de tendencia central de cumplimiento para todos los artículos y por cada una de las recomendaciones de la OMS.



Resultados

Se examinaron 71 artículos en el contexto de este estudio, tras lo cual se excluyeron 11 que no cumplían con los criterios de inclusión. Los 60 artículos de investigación seleccionados se centraron en la revisión de prácticas mediáticas con respecto al cumplimiento de las recomendaciones de la OMS en cuanto a la comunicación sobre el suicidio en diversos países. Se realizó un análisis de la información recolectada de los artículos de investigación que cumplieron con los criterios de inclusión, y se dividió en dos partes. La primera comenzó por la clasificación de los artículos a partir de una descripción sociodemográfica, que tuvo en cuenta cuáles son los países de mayor publicación de artículos científicos que realizaron revisiones locales sobre el cumplimiento de los lineamientos de la OMS, el año de publicación del artículo, la versión de la recomendaciones de la OMS utilizada por el artículo, el tipo de medio de comunicación analizado por los artículos científicos (digital o impreso) y cuál fue el sector de filiación de las revistas científicas en donde se publicaron los artículos. La segunda parte del análisis de información indagó los lineamientos de la OMS analizados por cada artículo científico, considerando el conjunto de recomendaciones publicadas en 2000, 2008 y 2017 por dicha organización.



Los 60 artículos incluidos en esta revisión fueron publicados en 25 países, de los cuales el que contó con más revisiones sobre el cumplimiento de los lineamientos de la OMS fue la India con el 18%, seguida por España con el 15%. Los países con menos artículos incluidos fueron Austria, Brasil, Corea del Sur, Ghana, Indonesia, Irak, Irlanda, Malasia, Myanmar, Nigeria, Sudáfrica, Tailandia y Taiwán, cada uno con un artículo (Figura 1).






 
Con respecto al año de publicación de los artículos (Figura 2), analizados aquellos publicados entre 2013 y 2022, se puso en evidencia la presencia de un pico de publicación en el año 2021, con 19 artículos. Por el contrario, el año en el que menos publicaciones se realizaron fue 2014, con ningún artículo.







De los lineamientos publicados por la OMS, la mayor parte de los artículos analizados se relacionaban con la versión publicada en 2017, con 44 artículos, seguidos por los lineamientos de la versión 2008 y los del año 2000.En esta misma línea, los medios de comunicación más analizados por los artículos científicos (35 de ellos) fueron los periódicos digitales. Le sigue un total de 15 artículos que analizaron medios tanto digitales como impresos, y, finalmente, los medios impresos con 6 en total. Por otra parte, se pudo establecer que 5 artículos incluidos en la presente investigación realizaron un análisis general de artículos científicos que indagaban el cumplimiento de los lineamientos de la OMS en medios de comunicación tanto impresos como digitales.
Con respecto al sector de filiación de las revistas científicas donde se publicaron los artículos, se encontró que51 de ellos se ubicaban en el sector salud; por tanto, es en este sector donde se produce el mayor aporte al nuevo conocimiento, en comparación con noticias de carácter social, en lo que respecta a las dinámicas que se informan bajo los lineamientos de la OMS en la comunicación del suicidio.



Para el análisis de la información de la literatura encontrada se realizó una codificación alfabética de las recomendaciones efectuadas por la OMS, para facilitar la comprensión de los hallazgos y mostrar de manera más eficiente los datos obtenidos; asimismo, se utilizó el conjunto de recomendaciones de los años 2000, 2008 y 2017 teniendo en cuenta la variabilidad del uso de cada versión por los artículos incluidos en la presente investigación (Tabla 1). Para el análisis de las recomendaciones de la OMS, estas se clasificaron en dos grandes grupos: recomendaciones relacionas con qué deben hacer los medios de comunicación, y recomendaciones vinculadas con lo que no deben hacer al momento de comunicar noticias sobre suicidio.







Las investigaciones encontradas realizaron revisiones sobre el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS acerca la comunicación del suicidio en diferentes medios comunicativos; algunas de estas mostraban datos estadísticos sobre el porcentaje de cumplimiento o incumplimiento de las recomendaciones mencionadas, mientras que otras publicaciones no los mostraban; por esta razón, en este artículo se presentan los datos diferenciados de estos artículos (Figura 3).







La recomendación que más aparece en los artículos revisados con datos estadísticos de cumplimiento o incumplimiento son los referidos a la redacción y formato como “No describir el método del suicidio” (I) (57 artículos [95%]), seguida de la recomendación “No usar fotografías, videos o vínculos a redes de víctimas” (L), 52 artículos (86%) que indican porcentaje de cumplimiento o incumplimiento, y la recomendación “Proveer información sobre sitios de ayuda” (A), con 49 artículos (81%). Por otro lado, las recomendaciones dirigidas a orientaciones para el periodista tenían menos datos sobre estadísticas de cumplimiento o incumplimiento, como la referida a “Reconocer qué profesionales de medios pueden verse afectados por el suicidio” (F), con solo 2 artículos (3%), y la recomendación “Precaución con reporte de suicidio de celebridades” (D), con 20 artículos (33%).
De acuerdo con el análisis efectuado, se decidió hacer una revisión detallada de los artículos que presentaron el reporte de porcentajes, con el fin de obtener un promedio de cumplimiento/incumplimiento por cada recomendación de la OMS, según los grupos de “qué se debe hacer” y “qué no se debe hacer” (Tabla 2).



Tabla 2. Revisión de artículos que reportaron el porcentaje de cumplimiento/incumplimiento de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud



Para las recomendaciones “qué hacer” se identificó que la indicación “Precaución con el reporte de suicidio de celebridades” (D) es la que representa el mayor cumplimiento, con un 29%, seguida de la “Precaución al entrevistar amigos y familiares”, con un 23% de cumplimiento. Por otro lado, las recomendaciones con el menor porcentaje de cumplimiento son “Información sobre cómo hacer frente a los factores estresantes” (C), que representó un 17%, seguida del 14% de cumplimiento en la recomendación “Proveer información sobre sitios de ayuda” (A). También se identificó un 10% de cumplimiento en la recomendación “Educar en riesgo y prevención” (B). Además, se registró que ningún artículo tuvo en cuenta la recomendación “Reconocer que profesionales de medios pueden verse afectados por el suicidio” (F). Por su parte, en el grupo de recomendaciones “qué no hacer”, se decidió informar el promedio de porcentajes por incumplimiento de cada recomendación teniendo en cuenta el reporte dado por los artículos que, en su mayoría, indicaron el incumplimiento de estos lineamientos. La recomendación con mayor porcentaje de incumplimiento fue “No describir el método de suicidio” (I), lo que significa que la mayoría de los medios de comunicación, un 66% de ellos, reportaron el método de suicidio. Seguidamente, con un 55% de incumplimiento se identifica a la recomendación “No utilizar encabezados sensacionalistas”; es decir que estos artículos informaron que los medios de comunicación utilizaron palabras como “suicidio” o mencionaron el método de suicidio en el encabezado de la noticia. Con un porcentaje similar de incumplimiento (51%) se encuentra “No dar detalles del sitio” (J), seguido por “No colocar historias de suicidio prominentes” (G), con un 40% de incumplimiento, lo que refiere el uso de las noticias de suicidio en primera plana. Por otro lado, las recomendaciones con menor incumplimiento fueron “No usar lenguaje sensacionalista” (H), con un 36%, y “no usar fotografías, videos o vínculos a redes de víctimas” (L), con un 33% de incumplimiento.



Discusión

Los resultados presentados a partir de esta revisión exhaustiva de 60 artículos de investigación, ofrecen una visión detallada sobre el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS en la comunicación del suicidio a través de los medios comunicativos en diferentes países del mundo. Este análisis no solo revela patrones significativos en cuanto al cumplimiento de las pautas de la OMS, sino que también plantea importantes interrogantes sobre la responsabilidad y efectividad de las prácticas mediáticas en torno a esta temática.

Uno de los hallazgos con mayor relevancia ha sido la identificación de India y España como los países con más revisiones sobre el cumplimiento de las directrices de la OMS, lo que sugiere un interés y preocupación crecientes en estas naciones por abordar adecuadamente la cobertura del suicidio en los medios.13,23-25 Esto se correlaciona con los últimos informes presentados por el Banco Mundial de la OMS, en los que se establecen las estadísticas altas de suicidio en la India, con el 12.7% por cada 100 000 habitantes, y en España con el 7.7% por cada 100 000 habitantes.26 Sin embargo, la ausencia de artículos de ciertos países como Corea del Sur, Sudáfrica, Estados Unidos y otros incluidos en el presente análisis, y en donde se observa una alta incidencia de suicidio, podría indicar la necesidad de investigaciones más amplias y accesibles que aborden las complejidades de la comunicación del suicidio en diversos contextos culturales y sociales.27 Se identificó que el año con mayor publicación de artículos fue 2021, lo cual podría correlacionarse con la aparición de la última versión de las recomendaciones de la OMS del año 2017. Las directrices publicadas dicho año podrían haber generado un interés continuo en los años posteriores, llevando a mayor investigación y discusión académica en torno a esos temas, provocando así un pico en el número de publicaciones del año 2021.28-30

Para las publicaciones efectuadas en 2022, se asoció con lo reportado por la literatura en la que se afirma que a partir de la pandemia por COVID-19, sumado a la cuarentena, se han incrementado las consecuencias negativas en la salud física y mental de los seres humanos. En este sentido, algunos de los artículos analizados en esta investigación correlacionan significativamente la pandemia con un aumento en los intentos de suicidio, así como el aumento en la sintomatología depresiva y las tasas de suicidio a causa de la cuarentena, en comparación con los años anteriores.31 Diversos estudios identificaron un aumento del 43% en la incidencia de la ideación y los intentos de suicidio mensualmente, lo que puede explicar el por qué la OMS lanzó una reciente actualización de la guía, agregando un nuevo apartado que informa sobre la evidencia científica de las repercusiones que tienen los medios comunicativos en los comportamientos suicidas.7,32 Por otro lado, los medios menos utilizados son los impresos y los artículos de investigación; también, existe una relación directa de lectura y visualización de datos sobre el suicidio de personas jóvenes con habilidades para la búsqueda de información mediante el uso de plataformas digitales, las cuales aportan datos al mundo de manera inmediata y efectiva, comunicando todo lo que acontece a nivel global en tiempo real.34

Con respecto al análisis del cumplimiento/incumplimiento de las recomendaciones de la OMS, aquellas dirigidas a orientaciones para el periodista tenían menos datos sobre estadísticas de cumplimiento o incumplimiento, como por ejemplo la referida a “Reconocer que profesionales de medios pueden verse afectados por el suicidio”, lo cual puede presentarse debido a que los medios de comunicación se centran en los datos del suicido de las personas, sin tener en cuenta el duelo de familiares. Además, escasamente llevan a cabo un análisis sobre la labor del periodismo sobre la salud mental y la prevención del suicidio, y mucho menos sobre los efectos que pueden tener las noticias de suicidio sobre los mismos equipos periodísticos y de noticias, acto que, según diversos participantes, es crucial durante la publicación de periódicos.27,35

Lo encontrado en esta revisión contrasta significativamente con estudios en los que es constante el incumplimiento de las recomendaciones de la OMS sobre la comunicación del suicidio.19,20,27 El desconocimiento de estas directrices por parte de los medios de prensa puede ser un factor para que la comunicación del suicidio se haga de manera inadecuada. A lo anterior se suma la necesidad de inmediatez de la información y la comunicación instantánea de los sucesos, que pueden traer como consecuencia que no se tengan en cuenta estas pautas mínimas para que los eventos de suicido sean informados de manera sensata y coherente.36 En este sentido, es necesario realizar una traducción a múltiples idiomas de la última versión de las recomendaciones de la OMS sobre comunicación del suicidio y, de la misma manera, difundirlos de forma masiva para que los diferentes medios comunicativos de toda índole se comprometan a adaptar estas directrices.



Conclusión

Es altamente recomendable realizar una valoración a profundidad de cómo los medios de comunicación están abordando la problemática del suicidio, y cuáles son las políticas de difusión de información y el papel de los organismos que funcionan como defensores de los consumidores: Es imperativo que, en conjunto, se pueda dar una orientación efectiva tanto a los usuarios como a los medios comunicativos, de manera de prevenir el riesgo de suicidio. Por ello, los medios de comunicación no solo deben informar los eventos suicidas, sino ofrecer canales de ayuda, divulgando las redes de soporte existentes y asequibles para que todas las personas puedan acudir a ellas.



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