ALTA PREVALENCIA DE DISLIPIDEMIA EN NIÑOS INDÍGENAS ARGENTINOS QUE HABITAN A GRANDES ALTITUDES
Valeria Hirschler
MedicaDocente Adscripta, Universidad De Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires, Argentina (SIIC)
Se observó una alta prevalencia de dislipemia en una población de niños indígenas que viven a grandes altitudes. Sin embargo, no se verificó una asociación significativa entre los niveles de hemoglobina y de los lípidos, sugiriendo que estos niños podrían pertenecer a una población genética susceptible a padecer dislipidemia.
Ciertas poblaciones aborígenes norteamericanas, como los navajo, y los nativos de la isla de Nauru experimentan una alta prevalencia de dislipidemia. Nosotros quisimos realizar un estudio en San Antonio de los Cobres, Salta, Argentina, en donde el 98% de la población pertenece a la comunidad kolla. No conocemos estudios previos realizados en una comunidad kolla sobre la prevalencia y distribución de dislipidemia en niños. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue determinar: a) la distribución de lípidos, glucosa e insulina entre los niños de origen kolla y b) la asociación entre lípidos e índice de masa corporal, cifras de presión arterial, niveles de hemoglobina e insulina.
San Antonio de los Cobres, Salta, está ubicada en una zona montañosa a 3 750 metros de altura sobre el nivel del mar (msnm), constituye la mayor población que habita a esa altura en la Argentina. Viven en San Antonio de los Cobres 4 274 personas (aproximadamente 500 niños) y el 98% pertenece a la comunidad kolla. Todos los sujetos fueron examinados en mayo de 2010 (otoño). Este fue un estudio de diseño transversal y se examinaron 330 niños kollas (147 varones) cuya edad promedio fue de 9.5 años. Se midió peso, talla, tensión arterial, niveles séricos de glucosa, lípidos e insulina. La dislipidemia fue definida según criterio del National Cholesterol Education Program (NCEP) y de la American Heart Association (AHA).
Los participantes provenían de un estrato socioeconómico bajo. La prevalencia de obesidad fue del 3.6% (n = 12) y la de sobrepeso del 4.5% (n = 15). Un 29% (n = 95) presentó factores de riesgo de hipertrigliceridemia y un 30% (n = 99) niveles bajos de colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc), mientras que la prevalencia de obesidad central fue de 6.4% (n = 21), la de hipertensión 2.2% (n = 7) y la de hiperglucemia 0.6% (n = 2). En modelos de regresión lineal múltiple se observó una asociación significativa entre niveles de triglicéridos e insulina y HDLc ajustado por factores de confusión. Asimismo, el nivel de HDLc se asoció con triglicéridos y colesterol total ajustado por factores de confusión.
Los niños autóctonos de San Antonio de los Cobres que viven a una altitud de 3750 msnm presentaron una elevación de los niveles de hemoglobina, un incremento en los niveles de triglicéridos y una disminución en los niveles de HDLc. Además, se observó una baja prevalencia de sobrepeso y obesidad (8%). Esta prevalencia está muy por debajo del 32% que se observa en los Estados Unidos y en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Pese a esto, se halló una alta prevalencia de niveles bajos de HDLc (30%). Más aun, la prevalencia de hipertrigliceridemia fue significativamente mayor (28.8%) en la población kolla que en los niños de EE.UU. (9.5%). Por lo tanto, aunque la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue baja, paradójicamente, la prevalencia de dislipidemia fue alta.
Quisimos determinar si la gran altura en la que habitan podría ser un factor de riesgo de la dislipidemia. Estos niños están en un ambiente de hipoxia hiperbárica, con una presión parcial de oxígeno baja. Como consecuencia, presentan hipoxia alveolar, hipoxemia y policitemia. Los valores promedio de hemoglobina de estos niños fueron de 16 g/dl, debidos a una respuesta eritropoyética excesiva, secundaria a la hipoxia a la que están sometidos. La relación entre hipoxia e hipertrigliceridemia podría deberse a la alteración de las enzimas responsables de la oxidación de los triglicéridos, al modificar su catabolismo. La baja actividad de las enzimas triglicérido hidrolasas a nivel hepático, secundaria a la hipoxia, podría estar asociada con los niveles altos de triglicéridos en las personas que habitan a grandes alturas. Sin embargo, no se encontró en este trabajo una relación entre los niveles de hemoglobina y los triglicéridos en los niños kollas, pese a que el nivel promedio de hemoglobina fue de 16 g/dl debido a la respuesta eritropoyética excesiva secundaria a la hipoxia. Por lo tanto, la altura no parece ser un factor de riesgo de dislipidemia, lo cual sugiereo que estos niños podrían pertenecer a una población genética susceptible de padecer dislipidemia.
Resultados de estudios genéticos recientes, realizados en población autóctona de Norteamérica, demostraron cierta susceptibilidad de los alelos asociados a hipoalfaproteinemias. Más aun, recientemente se observó que el alelo C230 estaba presente tanto en la población autóctona de Norteamérica como de Sudamérica y tenía un papel clave en el flujo de colesterol y en el primer paso de la formación de la partícula de HDLc.
Este estudio demostró una alta prevalencia de dislipidemia pese a una baja prevalencia de sobrepeso y obesidad en una población de niños indígenas que viven a grandes altitudes. Sin embargo, no se observó una asociación significativa entre los niveles de hemoglobina y de lípidos, lo que sugiere que estos niños podrían pertenecer a una población genética susceptible de padecer futura enfermedad cardiovascular. Para confirmar estos hallazgos deberían realizarse estudios longitudinales y genéticos.