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FORMACION DE UN REGISTRO DE PACIENTES COMO PROYECTO DE INVESTIGACION CLINICA PARA EL ESTUDIO DEL FRACASO RENAL AGUDO EN UN CENTRO HOSPITALARIO. ANALISIS EPIDEMIOLOGICO, ETIOLOGICO, CLINICO, PRONOSTICO Y TERAPEUTICO
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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lavillaroyo9.jpg Autor:
Francisco J Lavilla Royo
Columnista Experto de SIIC

Institución:
Clínica Universitaria de Navarra

Artículos publicados por Francisco J Lavilla Royo 

Recepción del artículo: 17 de mayo, 2005

Aprobación: 23 de agosto, 2005

Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
Análisis descriptivo, etiológico, clínico, diagnóstico, terapéutico y pronóstico del fracaso renal agudo a partir de un registro de pacientes.

Resumen

El desarrollo de un registro de pacientes con una determinada patología permite el análisis de ese problema desde diferentes puntos de vista, con la posibilidad de obtener consecuencias para la asistencia clínica. En nuestro centro se puso en práctica un registro de pacientes con fracaso renal agudo (FRA) en el que se incluyen aquellos casos con una oscilación de la cifra de creatinina mayor del 20%. Ese registro permitió realizar un análisis descriptivo del FRA en nuestra población desde un punto de vista etiológico (distinguiendo FRA renal, prerrenal, posrenal y mixto prerrenal y renal), clínico (valorando diuresis y comportamiento de los niveles de creatinina y urea), diagnóstico (analizando en orina marcadores analíticos de lesión glomerulotubular como la albúmina, β-2-microglobulina, n-acetilglucosaminidasa, e índices medidos con ecografía Doppler), terapéutico (valorando eficacia del empleo de dopamina, y la indicación y utilización de métodos de tratamiento sustitutivo) y pronóstico (determinando el índice de severidad individual –ISI– de Liaño). Se describió un FRA de alto riesgo de etiología multifactorial, oligúrico y con un metabolismo urémico mal controlado, con una afección parenquimatosa relevante, que necesita tratamiento sustitutivo, sobre todo con técnicas continuas, y con un mal índice pronóstico ISI.

Palabras clave
Insuficiencia renal aguda, pronóstico, registro de pacientes

Clasificación en siicsalud
Artículos originales> Expertos del Mundo>
página www.siicsalud.com/des/expertos.php/74186

Especialidades
Principal: Nefrología y Medio Interno
Relacionadas: Diagnóstico por LaboratorioFarmacologíaMedicina FarmacéuticaMedicina Interna

Enviar correspondencia a:
Av. Pío XII s/n 31008, Navarra, España


Key words
Acute renal failure, prognosis, patient’s recording

FORMACION DE UN REGISTRO DE PACIENTES COMO PROYECTO DE INVESTIGACION CLINICA PARA EL ESTUDIO DEL FRACASO RENAL AGUDO EN UN CENTRO HOSPITALARIO. ANALISIS EPIDEMIOLOGICO, ETIOLOGICO, CLINICO, PRONOSTICO Y TERAPEUTICO

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
Introducción
Nuestro servicio asiste a pacientes hospitalizados con problemas renales o nefrológicos. Los pacientes atendidos padecen principalmente insuficiencia renal crónica preterminal o terminal en tratamiento con hemodiálisis o trasplante renal, y pacientes con insuficiencia renal aguda y alteraciones del medio interno. La asistencia a este tipo de pacientes supone una parte importante de la actividad hospitalaria, actuando en estos casos como un servicio de apoyo. Se inició un registro de pacientes atendidos en el hospital con el objetivo de realizar un análisis descriptivo del tipo de paciente, así como de los factores implicados en la morbimortalidad intrahospitalaria. Esta institución tiene una actividad centrada sobre todo en el paciente oncológico o quirúrgico de alto riesgo. Por este motivo, debido a que el fracaso renal agudo (FRA) suponía una complicación frecuente en la atención a estos pacientes, se desarrolló otro registro destinado específicamente al estudio de esa patología con el objetivo de analizar aspectos descriptivos del FRA (etiología, clínica, diagnóstico, tratamiento) e identificar factores de riesgo para ese fracaso, la aparición de complicaciones o el fallecimiento del paciente.
Este registro comenzó en enero de 1996 en formato Access. Para proteger la confidencialidad de los pacientes, el registro con los datos de filiación se almacena en un servidor al que sólo se tiene acceso mediante contraseña y desde un solo ordenador. Para el análisis estadístico se exportan los datos al programa SPSS (en sucesivas versiones mejoradas, la última que se aplicó es la 9.0), después de ocultar y modificar los datos de filiación. El análisis estadístico se realiza anualmente desde 1996, aplicando diversos métodos de análisis, desde los descriptivos y comparativos (variables cuantitativas o cualitativas principalmente con análisis de la varianza) hasta estudios de supervivencia, regresión logística múltiple y curvas ROC de sensibilidad y especificidad.
Las variables introducidas aumentaron al profundizar en el estudio de diversos aspectos del FRA y registrar variables epidemiológicas (sexo, edad, departamento responsable, tipo de patología médica o quirúrgica), etiológicas (nefrotóxicos), clínicas (presencia de estado inflamatorio, diuresis –oliguria cuando el ritmo de diuresis es menor de 400 ml en 24 horas–, estabilidad hemodinámica –hipotensión cuando la tensión arterial sistólica era menor de 100 mm Hg durante más de diez horas– y respiratoria –necesidad de apoyo ventilatorio– y presencia de ictericia –bilirrubina total mayor de 2 mg/dl), terapéuticas (tratamiento con diuréticos, dopamina o sustitución de la función renal –técnicas intermitentes o continuas–), y pronósticas (mortalidad durante el FRA y determinación de índices pronósticos). Se valoró como variable pronóstica un índice de gravedad descrito por Liaño (tabla 1) desarrollado a partir del estudio GEFRAM.1-3 También se registran variables analíticas (creatinina en mg/dl –basal, pico o final durante el FRA–, niveles medios de urea en g/l, proteína C-reactiva en mg/dl –basal, pico y final durante el FRA–, enzimas tubulares en orina –β-2-microglobulina en μg/l y n-acetilglucosaminidasa en UI/l–, albúmina en orina en mg/24 horas, e índices de resistividad medidos por ecografía Doppler renal).
Pacientes incluidos en el registro sobre FRA hospitalario
Características epidemiológicas
Hasta enero del 2004 están ingresados 829 pacientes, con una frecuencia anual variable. La edad media es de 59.9 años (EE de 0.56), predominan los varones con 69.5%. Los pacientes presentan en su mayor parte una patología médica (83%); proceden de una gran variedad de departamentos y servicios, con predominio los de Oncología (38.2%) y Cardiología-Cirugía Cardiovascular (3.8% y 3.7%, respectivamente).
Etiología del FRA
La etiología se identificó según fuera prerrenal (o funcional), renal (o parenquimatosa) o posrenal. Se identificó como posrenal cuando se confirmaba la presencia de una obstrucción que influyera en la aparición del FRA. Se catalogó como renal si se había establecido la presencia de necrosis tubular aguda, la administración de nefrotóxicos o la incidencia de algún otro proceso parenquimatoso renal (glomerulonefritis, nefritis tubulointersticial). En cambio, se catalogó como prerrenal si se confirmaba la presencia de factores funcionales entre los que se incluían la inestabilidad hemodinámica o respiratoria así como otras causas de hipoxemia (anemia grave) y una hipovolemia absoluta o relativa (inflamatoria o hemodinámica). En este estudio también se considera el FRA con una etiología multifactorial, se destaca un porcentaje elevado de fallos de naturaleza mixta prerrenal y renal. La etiología del FRA fue renal (patología parenquimatosa) en el 34%, prerrenal (patología funcional) en el 28.3%, posrenal (patología obstructiva) en el 4.2%, mixta prerrenal y renal en el 32.1%, y otras en el 2.4%. La etiología renal se relacionó fundamentalmente con la nefrotoxicidad (68.3%). El fracaso prerrenal se asoció sobre todo con la presencia de inestabilidad hemodinámica (43.6% de los casos), mientras que se determinó la existencia de hipovolemia absoluta en el 21.2%. En cambio, el 66.2% de los casos con FRA mixto prerrenal y renal se relacionaron con la existencia de un proceso inflamatorio agudo (infeccioso o no, ese estado se identificó según la presencia de datos clínicos [temperatura mayor de 38ºC] o analíticos [leucocitosis, aumento de los niveles de proteína C-reactiva]).
Clínica del FRA
- Oliguria durante el FRA
Se valoró el comportamiento clínico del FRA, principalmente la presencia de oliguria, que se observó en 34.5% de los pacientes. La presencia de oliguria fue mayor en el fallo asociado a un proceso inflamatorio (p < 0.001). Estuvo presente en el 52.7% de los casos con un proceso inflamatorio. Cuando el proceso inflamatorio era de origen infeccioso el porcentaje de pacientes con FRA que presentaban oliguria era mayor (60.8%). La oliguria fue más frecuente (p < 0.001) en el fracaso mixto prerrenal y renal, donde estuvo presente en el 54.1% de los pacientes con dicho fracaso. El porcentaje fue menor en el fracaso renal (30.3%), posrenal (28.6%) y prerrenal (21.3%). Entre las variables clínicas analizadas en este trabajo, influyeron significativamente en la aparición de oliguria fueron:
Ictericia: p < 0.001; OR 2.9239; IC 95% 1.76-4.85
Insuficiencia respiratoria severa: p < 0.001; OR 5.8057; IC 95% 3.55-9.49
Hipotensión: p > 0.001; OR 10.06; IC 95% 6.67-15.18
- Evolución niveles de creatinina
También se determinó la evolución de los niveles de creatinina durante el FRA, los valores medios de creatinina basal fueron 2.39 (EE 0.07), máxima o pico de 3.617 (EE 0.08) y final de 2.38 (EE 0.06). Se valoró también el incremento de los niveles de creatinina (creatinina máxima-creatinina final). El incremento medio observado fue de 1.23 con un EE de 0.05. El mayor incremento de los niveles se encontró en el FRA mixto prerrenal y renal. Las variables clínicas que influyeron sobre el aumento de los niveles de creatinina fueron:
Insuficiencia respiratoria grave: p = 0.0018; OR 2.17; IC 95% 1.33-3.53
Hipotensión: p = 0.0084; OR 1.86; IC 95% 1.17-2.97
Niveles de urea
Se realizó un análisis del metabolismo urémico basado en el estudio de los niveles medios y máximos de urea. La media de los niveles de urea se sitúa en toda la población en 1.03, con un EE de 0.0235. La mayoría de los pacientes presentan niveles medios bajos de urea, inferiores a 1. Respecto de los valores máximos, la media se sitúa, en toda la población, en 1.37, con un EE de 0.04. La mayoría de los pacientes presentan niveles máximos de urea por debajo de 1.75.
No se aprecian diferencias importantes en los niveles medios de urea según tipo de FRA. Se observa una cierta tendencia a niveles más elevados en el fracaso prerrenal y en el mixto con un valor de p de 0.167. Respecto de los niveles máximos de urea se repite la tendencia, aunque el resultado tiene menor significación estadística, con un valor de p de 0.446. Los pacientes con oliguria tuvieron niveles de urea medios significativamente (p < 0.001) más elevados. Cuando no había diuresis, los niveles fueron de 1.30 (EE 0.02), mientras que si se mantiene la diuresis, los niveles medios son más bajos, de 0.91 (EE 0.04). Esta influencia de la diuresis sobre los niveles medios de urea es comprensible, y de tal importancia que al incluir también otras variables clínicas que pudieran relacionarse con el grado de diuresis como la hipotensión, ictericia o insuficiencia respiratoria grave, se mantienen las diferencias significativas en el análisis estadístico. Los niveles máximos de urea también presentan diferencias significativas según la presencia o no de diuresis. Los pacientes con diuresis conservada presentan niveles máximos de urea de 1.13 (EE 0.04) frente a 2.08 (EE 0.08) de los pacientes con oliguria. Las diferencias se mantienen incluso al introducir en el análisis estadístico esas otras variables clínicas. La evolución de los niveles de urea describe una serie de gráficas de diferente morfología. Este diferente comportamiento de los niveles de urea se puede relacionar con los factores analizados hasta ahora. Existen diferencias significativas (p < 0.001) entre los diversos tipos de FRA en lo referente a la evolución de los niveles de urea. La evolución oscilante de los niveles de urea en sierra se aprecia con una mayor frecuencia en el fracaso mixto (23.4%) que en el prerrenal (6.8%) y renal (9.2%). Asimismo, una evolución en línea descendente de los niveles de urea se observa sobre todo en el fracaso prerrenal (23.8%) y en el renal (21.4%), mientras que en el fracaso mixto prerrenal y renal es una forma de evolución de los niveles de urea que apenas aparece (5.5%). Los niveles de urea de los pacientes con oliguria tienen un comportamiento diferente. Estas diferencias son mayores sobre todo en determinadas formas de evolución de la urea. En el paciente oligúrico predomina un comportamiento de los niveles de urea en forma de sierra o de línea ascendente. Los pacientes oligúricos tienen una evolución de los niveles de urea en forma de sierra en el 32.1% y en línea ascendente en el 25%, frente a 6.2% y 11.2%, respectivamente, en el paciente que conserva la diuresis.
Diagnóstico del FR
Desde el punto de vista del diagnóstico en el FRA, se profundizó en determinados aspectos.
- Valoración del estado inflamatorio
En este estudio se advierte la importancia de la valoración de la presencia de un estado inflamatorio por su relación con el FRA mixto o complejo. Se evaluó la relación de los niveles basal, pico y final de PCR. Respecto de su relación con el tipo de FRA no se apreciaron diferencias importantes en los niveles de proteína C-reactiva, salvo con el valor pico de proteína C-reactiva, que aparece más elevado, sobre todo en el fracaso mixto. Las diferencias se observan respecto del fracaso posrenal y de forma no significativa con el fracaso prerrenal y renal. Los niveles fueron de fracaso prerrenal (11.56; EE 1.14), renal (11.03; EE 1.3), mixto (14.2; EE 0.7) y posrenal (2.9; EE 2.55).
Los pacientes con oliguria, hipotensión, necesidad de respiración asistida e ictericia tuvieron niveles significativamente (p = 0.001) más elevados, si bien son altos desde el principio, con una evolución paralela.
Se utilizó un índice que relaciona ambas variables. Este índice es el resultado de dividir los niveles de pico de PCR con los máximos de creatinina, cuyo resultado sería un valor absoluto. Si el índice diera un valor elevado, en principio sugeriría que el FRA es en su mayor parte de origen funcional o secundario al cuadro inflamatorio. En cambio, si el índice fuera bajo o sobre todo menor de 1, indicaría que el fracaso es principalmente de naturaleza parenquimatosa o propiamente renal.
El resultado de dividir los niveles de PCR entre los de creatinina da un valor de 4.6034 de media (EE 0.2314), con un mínimo de 0.1 y un máximo de 18.14. Al realizar un análisis sobre una posible distribución en subgrupos, la población queda dividida en tres grupos de pacientes según este índice. Un grupo con un índice poco elevado o menor de 1, en los que la media es de 1.7218 (EE 0.1035) con un valor mínimo de 0.01 y máximo de 3.78. Otro grupo de pacientes en los que el índice está moderadamente elevado, en los que la media es de 5.909 (EE 0.1407), con un valor mínimo de 3.85 y máximo de 9.07. Finalmente, otro grupo en los que el índice está francamente elevado, con un valor medio de 12.25 (EE 0.4258) y un valor mínimo de 9.4 y máximo de 18.10. Si se consideran los diferentes tipos de fracaso, se observa que el índice proteína C-reactiva/creatinina tiende (p = 0.090) a estar más bajo en el fracaso renal respecto del prerrenal y del mixto. Concretamente, en el fracaso renal el índice obtiene unos valores medios de 3.8202 (EE 0.5163); en el fracaso prerrenal; de 4.9591 (EE 0.5674), y en el mixto, de 4.9312 (EE 0.2903). Los pacientes que presentaron oliguria tenían un índice más bajo que aquellos pacientes con diuresis conservada. En éstos el índice medio fue 5.2462 (EE 0.3391), mientras que en los pacientes oligúricos fue 3.6973 (EE 0.2644), con un valor de p = 0.001.
Valoración de niveles de albúmina y enzimas tubulares en orina
Se determinaron los niveles de albúmina y enzimas tubulares (β-2-microglobulina y n-acetilglucosaminidasa) en orina. Este estudio está dirigido a evaluar la lesión-disfunción glomérulo-tubular en el paciente con FRA. Los valores obtenidos de β-2-microglobulina en orina presentaban un valor medio de 6 482.74 (EE 884.09) con un mínimo de 0.2 y un máximo de 86 480. Los pacientes con fracaso renal y mixto obtienen unos valores de β-2-microglobulina más altos que los pacientes con fracaso prerrenal. Los pacientes con fracaso renal tienen valores medios de 7127.37 (EE 1452.74), y los pacientes con fracaso mixto prerrenal y renal, de 7132.74 (EE 1634.77). En cambio, los pacientes con fracaso prerrenal presentaron los valores más bajos: 3 435.94 (EE 1 164.90). Sin embargo, no alcanzó la significación estadística (p = 0.487). Los pacientes con un componente renal o parenquimatoso en el origen del fracaso tienen unos valores medios de β-2-microglobulina en orina más elevados que los demás pacientes (7 301.11; EE 1 090.92 versus 3 652.55; EE 1 060.14; p = 0.085). Además, los pacientes que recibieron nefrotóxicos tuvieron tendencia a tener valores más altos de β-2-microglobulina en orina (7 519.53; EE 1 236.25 versus 4 638.07; EE 1 073.44; p = 0.118). Entre los nefrotóxicos registrados se observó un incremento significativo de β-2-microglobulina en orina en los pacientes que recibieron aminoglucósidos (11 022.14; EE 2 994.18 versus 5 274.03; EE 767.00; p = 0.008). Los pacientes que tuvieron oliguria durante el FRA tuvieron niveles de β-2-microglobulina en orina significativamente (p = 0.008) más elevados que los que mantuvieron diuresis (10 668.24; EE 2 528.99 versus 5 200.58; EE 838.96).
Los valores obtenidos de n-acetil glucosaminidasa en orina presentaban un valor medio de 23.42 (EE 2.53), con un mínimo de 0.7 y un máximo de 151.7. Los valores de n-acetilglucosaminidasa fueron más altos en los pacientes con fracaso renal (3.53; EE 5.29). En los pacientes con fracaso prerrenal los valores fueron de 22.231 (EE 5.08), mientras que en los pacientes con fracaso mixto prerrenal y renal fueron de 20.719 (EE 3.74). De todos modos, las diferencias entre grupos no alcanzaron significación estadística, con un valor de p = 0.642. Sin embargo, los pacientes que recibieron contraste tuvieron niveles de n-acetilglucosaminidasa significativamente (p = 0.001) más altos. Concretamente, sus niveles fueron de 32.82 (EE 5.58), mientras que en los demás fueron de 18.36 (EE 2.300). Asimismo, estas diferencias fueron más claras (p < 0.001) entre los pacientes que recibieron o no aminoglucósidos. Los pacientes que recibieron aminoglucósidos mostraron niveles de 51.63 (EE 14.54), mientras que en los demás los niveles fueron de 20.39 (EE 2.15). Es decir que se observó una elevación de los niveles de n-acetilglucosaminidasa, sobre todo en relación con la administración de nefrotóxicos. Se observa una asociación entre los niveles de creatinina máximos y los de n-acetilglucosaminidasa. La asociación es muy significativa, con un valor de p = 0.009, pero sin que la r alcance un valor muy elevado (r = 0.256). En cambio, se aprecia una relación significativa entre los niveles de n-acetilglucosaminidasa en orina y el incremento de los niveles de creatinina. Esta asociación es significativa con un valor de p = 0.031, pero la r tampoco alcanza un valor muy elevado (r = 0.212).
La albúmina en orina presentaba un valor medio de 171.16 (EE 69.81) con un mínimo de 2.10 y un máximo de 6 130. Los niveles de albúmina en orina son más altos en el fracaso prerrenal (67.76; EE 17.53) que en el renal (49.60; EE 13.14) y mixto (39.58; EE 11.91). Los pacientes con insuficiencia renal crónica tienen valores medios de albúmina en orina de 66.95 mg/dl (EE 19.00), más elevados que los pacientes sin nefropatía crónica (45.05 mg/dl; EE 8.22), con un valor de p = 0.218. Los pacientes con oliguria tuvieron niveles de albúmina en orina significativamente (p = 0.002) más altos: 128.18 mg/dl (EE 36.49), mientras que los demás tuvieron niveles de 43.9 (EE 7.6). Existe asociación significativa entre niveles de albúmina y creatinina inicial (p < 0.001; r = 0.478), pico (p < 0.001; r = 0.446), y final (p = 0.035; r = 0.221).
Valoración del empleo de eco-Doppler renal
Se evaluó la ecogenicidad y los índices de resistividad, así como el tamaño del riñón. La ecogenicidad se apreció aumentada en el 34.8% de los casos. El tamaño se determinó como normal en el 95.5% de los casos, disminuido en el 3% y aumentado sólo en 1.5% de los pacientes incluidos. Respecto de los índices de resistividad, éstos se analizaron como variable cuantitativa. La media obtenida fue de 0.71 (EE 0.01). También se evaluaron como variable cualitativa en razón de la presencia de índices normales (80.3%) o aumentados (19.7%). Los pacientes con oliguria durante el FRA tuvieron índices de resistividad más altos. Los casos con oliguria tuvieron índices de 0.7304 (EE 0.03; rango promedio 35.11), más elevados que los obtenidos en los pacientes con diuresis conservada (0.7131; EE 0.01; rango promedio 33.07), pero sin alcanzar significación estadística (p = 0.723). Al analizar los pacientes según porcentaje de casos con índices de resistividad altos, la cifra era mayor en los que presentaron oliguria (35.7%) respecto de los que mantuvieron diuresis (15.4%), con un valor de p = 0.128.
Tratamiento del FRA
- Tratamiento conservador
La dopamina se empleó en un porcentaje considerable de pacientes, más de la mitad de los incluidos en el estudio (54.8%). Al examinar el empleo de dopamina según el tipo de fracaso, se observa que este fármaco se utilizó en un porcentaje considerable de pacientes con fracaso prerrenal (46.4%). De todas formas, su uso se asocia sobre todo al fracaso renal, donde se utilizó en el 61.3% de los casos. En el fracaso mixto prerrenal y renal se llegó a emplear en un porcentaje considerable de pacientes (57.9%). Las diferencias fueron significativas (p < 0.001) en comparación con el escaso porcentaje de pacientes (9.1%) con fracaso posrenal en los que se empleó dopamina. No se advierten diferencias importantes en los demás tipos de fracaso. Se empleó dopamina más frecuentemente (p = 0.003) en los pacientes que presentaron oliguria. En los que no mantuvieron la diuresis durante el FRA se llegó a utilizar dopamina en el 63.1% de los casos, frente al 49.3% de los que mantuvieron la diuresis residual. Se empleó con más frecuencia dopamina en los pacientes que tuvieron hipotensión, respecto de los que mantuvieron estabilidad hemodinámica (62.3% versus 50.8% con un valor de p = 0.015). El uso de dopamina se asoció a la presencia de inestabilidad hemodinámica en el contexto de fracaso, principalmente mixto prerrenal y renal. La dopamina se utilizó sobre todo en pacientes con fracaso más grave y fundamentalmente alrededor de dos indicaciones, la nefrotoxicidad y la asociación a un proceso inflamatorio infeccioso. El porcentaje de pacientes fallecidos entre los que recibieron dopamina fue 43.9%. Este porcentaje fue superior al observado en aquellos no tratados con dopamina, que fue del 33.6%. Estas diferencias no fueron significativas, pero la tendencia era clara con un valor de p = 0.093. Este mayor porcentaje de pacientes fallecidos en el grupo tratado con dopamina no se debe al propio fármaco sino a las condiciones de los pacientes en los que se empleó. En toda la población no se aprecia un mayor grado de recuperación de la función renal en los tratados con dopamina. Se observó un porcentaje más elevado de pacientes con recuperación completa de la función renal entre los tratados con dopamina (45.7%) que entre los no tratados (44.5%). La recuperación parcial también es mayor en los que recibieron dopamina (30.5%) que en los no tratados con este fármaco (27.7%). Por último, la ausencia de recuperación de la función renal ocurrió en el 23.8% de los casos tratados con dopamina y en el 27.7% de los no tratados. De todas formas, las diferencias no fueron significativas (p = 0.581).
- Tratamiento sustitutivo de la función renal
El 36.7% de los pacientes incluidos que precisaron un tratamiento sustitutivo de la función renal fueron manejados con técnicas intermitentes y el 39.6% con técnicas continuas. Los pacientes con fracaso prerrenal fueron manejados con hemodiálisis intermitente (38.5%) o ambas (28.2%). Los pacientes con fracaso renal recibieron tratamiento principalmente con hemodiálisis intermitente (57.7%). En cambio, los pacientes que tuvieron fracaso mixto prerrenal y renal precisaron en su mayor parte técnicas continuas (52.3%).
Los pacientes oligúricos requirieron con mayor frecuencia el empleo de técnicas continuas. Concretamente, precisaron este tipo de técnicas en el 44.6% de los casos, de forma aislada o junto a técnicas intermitentes en el 26.9%. En cambio, estos porcentajes fueron menores en aquellos con diuresis conservada, con un 21.2% de casos que precisaron técnicas continuas solas o asociadas a técnicas continuas en un 11.5%. En el grupo de pacientes con diuresis conservada predominó el empleo de hemodiálisis intermitente, con 67.3%. Estas diferencias fueron claramente significativas con un valor de p < 0.001. La presencia de inestabilidad hemodinámica es claramente un factor que predispuso al empleo de técnicas continuas. Es un factor que influye incluso en la toma de decisiones cuando se plantea el método como tratamiento sustitutivo en los pacientes con fracaso renal agudo. En los pacientes con hipotensión se emplearon técnicas continuas en el 52.7%, intermitentes en el 17.6%, y ambas en el 29.7%. En los pacientes con estabilidad hemodinámica se utilizó hemodiálisis intermitente en el 76.3%, continuas en el 12.5% y ambas en el 11.3%. Las diferencias fueron significativas (p < 0.001).
Pronóstico del FRA
La mortalidad durante el episodio de fracaso se sitúa en el 20% de toda la población incluida en este estudio.
Las causas de fallecimiento se determinaron principalmente según el órgano o sistema que precipitó el exitus en última instancia. En esta serie, la principal causa fue el fallo del sistema cardiovascular, con casi un 60%; seguido por el respiratorio, con otro 20%; otras causas de fallecimiento descritas son hepáticas y neurológicas.- Indice pronóstico de Liaño
El valor medio obtenido del ISI es de 0.319; con un EE 0.01. Al estudiar la distribución de frecuencias según la puntuación obtenida por el ISI se observa un dato muy llamativo que voy a analizar a continuación.
La distribución por frecuencias de la población permite ver una distribución bimodal con dos picos máximos de frecuencia y un punto de inflexión de la curva. Los picos máximos se sitúan en 0.19 y 0.88, siendo los puntos máximos de distribución de dos subpoblaciones separadas por un punto de corte situado en 0.5. El perfil etiológico del fallo renal varía entre ambos grupos de pacientes según la puntuación del ISI. Entre los pacientes con una puntuación por debajo de 0.5 predomina el fracaso renal, con un 37.7%, seguido de cerca por el fracaso prerrenal y mixto. Entre los pacientes con una puntuación por encima de 0.5 predomina claramente el fracaso mixto prerrenal y renal, con un 57.8%. La presencia, en cambio, de patología inflamatoria fue mucho más importante entre los pacientes con un ISI alto (63.6%). Entre los pacientes con un ISI bajo, el porcentaje fue significativamente (p < 0.001) más bajo (25.2%). Los pacientes con un ISI bajo tienen una escasa incidencia de oliguria (19%), hipotensión (16%) e ictericia (10%). Al evaluar la presencia de esas variables entre los pacientes con un ISI alto se observa, en contraposición al otro grupo, una elevada incidencia de requerimiento de respiración asistida (88%), presencia de oliguria (86%), hipotensión (85%) e ictericia (48%). Todas estas diferencias son muy significativas (p < 0.001). El área bajo la curva obtenida por este índice es óptimo, con unos valores de 0.875, un error típico de 0.016 y un intervalo de confianza del 95% de 0.843 a 0.907. En los pacientes con un proceso inflamatorio se vio un comportamiento mucho mejor del ISI, con un área bajo la curva de 0.914, un error típico de 0.018 y un intervalo de confianza del 95% entre 0.879 y 0.948.
Conclusiones
La realización de un registro de pacientes atendidos en la labor clínica diaria permite analizar, no sólo desde el punto de vista descriptivo, una determinada patología. El FRA debe ser considerado como un proceso que puede llegar a ser multifactorial, susceptible de un enfoque diagnóstico que intente determinar la existencia de un componente funcional y/o parenquimatoso, cuya evolución clínica, tratamiento y pronóstico dependerán de sus características, del proceso de base y condiciones del paciente.
Los autores no manifiestan “conflictos de interés”.



Bibliografía del artículo

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