siiclogo2c.gif (4671 bytes)
MECANISMOS CELULARES Y MOLECULARES SUBYACENTES DE LAS ARRITMIAS CARDIACAS INDUCIDAS POR DROGAS Y ASOCIADAS CON LA PROLONGACION DEL INTERVALO QT
(especial para SIIC © Derechos reservados)
bbbb
cccc

Autor:
Charles Antzelevitch
Columnista Experto de SIIC

Institución:
Masonic Medical Research Laboratory

Artículos publicados por Charles Antzelevitch 
Coautor
Serge Sicouri, MD* 
Masonic Medical Research Laboratory*

Recepción del artículo: 17 de enero, 2005

Aprobación: 17 de enero, 2005

Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
Los datos actuales sugieren que el problema principal en los síndromes congénitos y adquiridos de QT prolongado no es el alargamiento del intervalo QT sino la dispersión de la repolarización que habitualmente acompaña esta prolongación.

Resumen

La prolongación del intervalo QT en ocasiones se asocia con torsade de pointes (TdP), arritmias que ponen en riesgo la vida, que se desarrollan como consecuencia de la amplificación de heterogeneidades eléctricas propias del miocardio ventricular. Estas existen debido a las diferencias en el tiempo de repolarización de los tres tipos celulares predominantes que conforman el miocardio ventricular, las que dan origen a gradientes de voltaje transmural y a una dispersión de la repolarización responsable del registro de la onda T en el electrocardiograma (ECG). Las drogas y los trastornos que reducen la corriente de repolarización neta producen una prolongación preferencial del potencial de acción de la célula M y de esta forma amplifican la dispersión espacial intrínseca de la repolarización, lo que crea el sustrato para la reentrada. El resultado es la prolongación del intervalo QT, ondas T anormales y la aparición de taquicardia ventricular polimórfica por reentrada que muestra características de TdP. Estos trastornos también predisponen a extrasístoles inducidas por posdespolarizaciones tempranas de las células M y las fibras de Purkinje, las cuales se cree desencadenan los episodios de TdP. Una reducción de la corriente de repolarización neta, de esta manera, aporta el sustrato y el mecanismo desencadenante para el inicio de la arritmia por reentrada que se cree yace en la TdP. Los agentes que prolongan el intervalo QT pero que no incrementan la dispersión transmural de la repolarización, como pentobarbital sódico, amiodarona y ranolazina, por lo general no inducen TdP. Los datos disponibles sugieren que el problema principal tanto en los síndromes congénitos y adquiridos de QT prolongado no es el alargamiento del intervalo QT, sino la dispersión de la repolarización que habitualmente acompaña su prolongación.

Palabras clave
Síndrome de QT prolongado, dispersión de la repolarización, torsade de pointes

Clasificación en siicsalud
Artículos originales> Expertos del Mundo>
página www.siicsalud.com/des/expertos.php/72026

Especialidades
Principal: CardiologíaFarmacología
Relacionadas: BioquímicaDiagnóstico por ImágenesDiagnóstico por LaboratorioMedicina Interna

Enviar correspondencia a:
Masonic Medical Research Laboratory, 2150 Bleecker Street, Utica, NY 13501, EE.UU.

Patrocinio y reconocimiento
El trabajo fue subsidiado por los National Institutes of Health (HL 47678), American Heart Association, Northeast Affiliate, y the Masons of New York State and Florida.

CELLULAR AND MOLECULAR MECHANISMS UNDERLYING DRUG-INDUCED CARDIAC ARRHYTHMIAS ASSOCIATED WITH PROLONGATION OF THE QT INTERVAL

Abstract
Drug-induced QT prolongation is sometimes associated with life-threatening torsade de pointes (TdP) arrhythmias that develop as a consequence of the amplification of electrical heterogeneities intrinsic to the ventricular myocardium. These heterogeneities exist because of differences in the time course of repolarization of the three predominant cell types that comprise the ventricular myocardium, giving rise to transmural voltage gradients and a dispersion of repolarization responsible for the inscription of the T wave in the electrocardiogram (ECG). Drugs and conditions that reduce net repolarizing current produce a preferential prolongation of the M cell action potential and thus amplify the intrinsic spatial dispersion of repolarization, creating the substrate for the development of reentry. The result is a prolongation of the QT interval, abnormal T waves and the development of polymorphic reentrant ventricular tachycardia displaying characteristics of TdP. These conditions also predispose M cells and Purkinje fibers to develop early afterdepolarization (EAD)-induced extrasystoles, which are thought to trigger the episodes of TdP. A reduction of net repolarizing current thus provides both the substrate and trigger for the initiation of the reentrant arrhythmia believed to underlie TdP. Agents that prolong the QT interval but do not increase transmural dispersion of repolarization, including sodium pentobarbital, amiodarone and ranolazine, generally do not induce TdP. The available data suggest that that the principal problem with both acquired and congenital long QT syndromes is not long QT intervals, but rather the dispersion of repolarization that often accompanies prolongation of the QT interval.


Key words
Long QT syndrome, dispersion of repolarization, torsade de pointes

MECANISMOS CELULARES Y MOLECULARES SUBYACENTES DE LAS ARRITMIAS CARDIACAS INDUCIDAS POR DROGAS Y ASOCIADAS CON LA PROLONGACION DEL INTERVALO QT

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
Los agentes farmacológicos pueden contribuir a la arritmogénesis cardíaca a través de la alteración de la conducción, repolarización o automatismo, y mediante la inducción de actividad que se desencadena en forma de posdespolarizaciones tempranas o tardías.1-16
Papel de la heterogeneidad eléctrica en los síndromes del QT prolongado (SQTL) adquiridos
La prolongación del intervalo QT en el ECG se presenta cuando el potencial de acción de una significativa proporción de células del miocardio ventricular está prolongado, como resultado de la reducción en una o más corrientes de repolarización y/o por el aumento de las corrientes de entrada. El efecto de una droga sobre la duración del potencial de acción (DPA) está determinado por el equilibrio entre su acción para alterar las corrientes de entrada y de salida. La inhibición de los canales rectificadores de potasio de activación rápida (IKr) es la causa más frecuente de prolongación del QT causada por drogas. Muchas drogas que bloquean estos canales, como quinidina, amiodarona, azimilida, también bloquean los canales de potasio de activación lenta (IKs). Algunas drogas y toxinas, como DPI 201-106, antopleurina-A y ATX-II18-20 prolongan el QT a través del aumento de los INa tardíos.
El bloqueo IKr y la prolongación del QT se asociaron con arritmias cardíacas peligrosas para la vida de los pacientes como la torsade de pointes (TdP).21-25 A nivel mundial, durante la última década se retiraron del mercado nueve drogas debido a este problema: terodilina, terfenadina, astemizol, grepafloxicina, droperidol, sertindol, levometadil, lidoflazina y cisapride.26 Se sospecha que otro fármaco retirado recientemente de la venta en los EE.UU., llamado mibefradil, presenta este problema, pero no ha sido probado.
Las drogas antiarrítmicas de clase III capaces de prolongar la repolarización cardíaca mediante el bloqueo de los canales de potasio fueron las primeras vinculadas con este síndrome arritmogénico.27 Se estima que la incidencia de TdP en pacientes tratados con quinidina varía entre el 2.0% y el 8.8%.27-29 El sotalol-DL se asocia con una incidencia de entre el 1.8% y el 4.8%,30-32 valores similares a los descritos con nuevos agentes de clase III como dofetilida33 e ibutilida.34 Se vio que un número y variedad crecientes de fármacos no cardiovasculares, cuya mayoría actúa a través de la inhibición del IKr, agravan o precipitan la TdP.22,35 En el mercado se encuentran más de 50 drogas disponibles con acción sobre el aparato cardiovascular o agentes en investigación y 20 fármacos cardiovasculares no antiarrítmicos.
Se piensa que el sustrato principal para el desarrollo de TdP aparece como consecuencia de un aumento en la dispersión de la repolarización secundaria a la amplificación de las heterogeneidades eléctricas propias del miocardio ventricular.23,36-43 Los estudios realizados en los últimos 15 años destacaron diferencias regionales en las propiedades eléctricas del endocardio, epicardio y células M, así como diferencias en la respuesta de diferentes tipos celulares a agentes farmacológicos y condiciones fisiopatológicas (para revisiones del tema véanse referencias 38 y 40). El sello de la célula M es la capacidad de su potencial de acción para prolongarse más que el de las células epicárdicas y endocárdicas como respuesta a una disminución en la frecuencia y/o por exposición a drogas con efectos prolongadores sobre el intervalo QT.44 La base iónica para la prolongación de la DPA de las células M incluye un menor IKs y un mayor INa tardíos45,46 y de la corriente de intercambio sodio-calcio (INa-Ca) en comparación con las células epicárdicas y endocárdicas. Otras corrientes, como la IKr y la corriente rectificadora de flujo hacia el interior de la célula (IKi) son similares en los tres tipos celulares del corazón canino.46 El resultado neto es un descenso en la corriente de repolarización durante las fases 2 y 3 del potencial de acción de las células M. Estas diferencias iónicas también sensibilizan estas células para diversos agentes farmacológicos.48
Registro de la onda T
La figura 1 muestra los potenciales de acción registrados en miocitos aislados de diferentes regiones de la pared ventricular izquierda y estimulados con una amplia variedad de duraciones (longitudes) básicas del ciclo. A tasas bajas de estimulación, las diferencias transmurales en el tiempo de repolarización exceden los 200 ms. ¿Qué tipo de diferencias podemos esperar cuando estas células se hallan en la pared intacta del ventrículo interactuando por vía eléctrica con las demás ¿De qué manera contribuyen esas distinciones en el tiempo de repolarización para el registro de la onda T Para poder responder estas cuestiones, se desarrolló la preparación en cuña perfundida por arterias.49 En el ejemplo ilustrado en la figura 2, la dispersión transmural de la repolarización en la preparación en cuña del ventrículo izquierdo es de 57 ms en condiciones de control. Las diferencias intrínsecas en el tiempo de repolarización están de esta manera reducidas desde más de 200 ms a 57 ms como resultado de la interacción electrotónica entre los diferentes tipos celulares. En presencia de sotalol-DL, el potencial de acción de la célula M se prolonga más que la del epicardio y la del endocardio, lo que provoca un incremento de la dispersión transmural de la repolarización a 94 ms.



Figura 1. Actividad transmembrana registrada de células aisladas de regiones del epicardio (Epi), células M y del endocardio (Endo) del ventrículo canino izquierdo con ciclos básicos de duración de 300 a 5 000 ms (condiciones en estado de equilibrio). Las células M y las transicionales fueron disociadas por vía enzimática de la región miocárdica media. La prolongación inducida por la desaceleración de la duración del potencial de acción en las células M es mucho mayor que en las células endocárdicas y epicárdicas. La morfología de la punta y de la cúpula están más acentuadas en la célula epicárdica. Con frecuencias más bajas, la dispersión transmural de la duración del potencial de acción excede los 200 ms.



Figura 2. Los gradientes de voltaje a cada lado de la región M son responsables de la inscripción electrocardiográfica de la onda T. Arriba: potenciales de acción registrados en simultáneo de sitios endocárdicos, epicárdicos y de la región M de una preparación en cuña de ventrículo izquierdo canino perfundida con arterias. Medio: ECG registrado en la cuña. Abajo: las diferencias computadas de voltaje entre los potenciales de acción de la región M y del epicardio (ΔVM-Epi) y entre la región M y las respuestas del endocardio (ΔVEndo-M). Si estos trazados son representativos de los gradientes de voltaje opuestos en cada lado de la región M, responsables del registro de la onda T, entonces la suma global de los dos trazados debería dar como resultado una nueva (trazado medio en el agrupamiento inferior) que se asemeja al ECG, lo que sí hace. Los gradientes de voltaje están ponderados de manera que representen las diferencias en la resistencia tisular entre la región M y las regiones M, Epi y Endo, lo que arroja de esta manera las corrientes opuestas que fluyen de cada lado de la región M. A: bajo condiciones controladas la onda T comienza cuando la meseta del potencial de acción epicárdico se separa de aquel de la célula M. A medida que el epicardio se repolariza, el gradiente de voltaje entre el epicardio y la región M continúa creciendo, lo que origina la porción ascendente de la onda T. El gradiente de voltaje entre la región M y el epicardio (ΔVM-Epi) alcanza un pico cuando el epicardio está completamente repolarizado –esto marca el pico de la onda T. Del otro lado de la pared ventricular, la meseta endocárdica se desvía de aquel de la célula M, lo que genera un gradiente de voltaje opuesto (ΔVEndo-M) y la corriente correspondiente que limita la amplitud de la onda T y que contribuye a la porción descendente inicial de dicha onda. El gradiente de voltaje entre el endocardio y la región M alcanza un pico cuando el endocardio está completamente repolarizado. El gradiente continúa disminuyendo a medida que la célula M se repolariza. Todos los gradientes desaparecen cuando las células M más largas están repolarizadas por completo. B: el sotalol-DL (100 μM) prolonga el potencial de acción de la célula M más que los de las células epicárdicas y endocárdicas, lo que ensancha la onda T y prolonga el intervalo QT. La mayor separación entre los tiempos de la repolarización endocárdica y epicárdica da lugar a una hendidura en la porción descendente de la onda T. Una vez más, la onda comienza cuando la meseta del potencial de acción epicárdico se separa del aquel de la célula M. Las mismas relaciones descritas en el panel A se observan durante el resto de la onda T. El incremento en la dispersión de la repolarización inducido por el sotalol-DL a lo largo de la pared está acompañado por un aumento correspondiente en el intervalo Tp-Tf en el seudo-ECG. Modificado de la referencia (50), con autorización.
Modelos experimentales de SQTL
Las diferencias en el tiempo de la repolarizacion de los tres tipos de células miocárdicas ventriculares generan gradientes de voltaje que no sólo se registran en la onda T del ECG, sino que además tienen el potencial de crear una ventana vulnerable para la aparición de arritmias por reentrada. Esta base aparece cuando las heterogeneidades intrínsecas del miocardio ventricular están amplificadas. La prolongación preferencial del potencial de acción de la célula M es un mecanismo por el cual la dispersión transmural de la repolarización puede ser amplificada para conseguir un sustrato arritmogénico en condiciones de prolongación del QT. Los estudios que emplearon las preparaciones en cuña con perfusión arterial aportaron ideas sobre los mecanismos subyacentes de los SQTL congénitos y adquiridos. En el modelo en cuña se manifiestan en el ECG cambios similares a los que se observan clínicamente en condiciones de QT prolongado (figura 3)49-52 y producen diversas arritmias, entre ellas, TdP.



Figura 3. Potenciales de acción transmembrana y ECG transmurales en los modelos de SQTL1 (LQT1) (A y B), SQTL2 (LQT2) (C y D), SQTL3 (LQT3) (E y F) [preparaciones en cuña del ventrículo izquierdo canino con perfusión arterial], y la derivación V5 del ECG de pacientes con SQTL1 (defecto KvLQT1) (G), SQTL2 (defecto HERG) (H) y SQTL3 (defecto SCN5A) (I). Se empleó isoproterenol más cromanol 293B (un bloqueante IKs), sotalol-D más [K+]o bajas, y ATX-II, un agente que enlentece la inactivación de los INa tardíos para imitar los SQTL1, SQTL2 y SQTL3, respectivamente. Los paneles A-F muestran los potenciales de acción registrados simultáneamente de sitios endocárdicos (Endo), M y epicárdicos (Epi) junto con un ECG transmural. Ciclo básico de duración = 2 000 ms. En todos los casos, el pico de la onda T en el ECG coincide con la repolarización del potencial de acción epicárdico, mientras que el final de la onda coincide con la repolarización del potencial de acción de la célula M. La repolarización de la célula endocárdica es intermedia entre la célula M y la del epicardio. La dispersión transmural de la repolarización a lo largo de la pared ventricular, definida como la diferencia en el tiempo de repolarización entre las células M y las epicárdicas, está marcada debajo de los trazados electrocardiográficos. B: El isoproterenol (100 nM) en presencia de cromanol 293B (30 μM) produjo una prolongación preferencial del DPA de la célula M, lo que provocó una acentuación de la dispersión transmural de la repolarización y ondas T de base amplia, como se puede observar habitualmente en pacientes con SQTL1 (G). D: Sotalol-D (100 μM) en presencia de concentraciones bajas de potasio (2 mM) da origen a ondas T de baja amplitud con una apariencia hendida o bifurcada debido a un enlentecimiento muy significativo de la repolarización, al igual que lo observado en pacientes con SQTL2 (H). F: ATX-II (20 nM) prolonga marcadamente el intervalo QT, ensancha la onda T y causa un ascenso brusco en la dispersión de la repolarización. ATX-II también produce un marcado retraso en el comienzo de la onda T debido a los efectos relativamente prolongados de la DPA del epicardio y endocardio, congruentes con el patrón de ondas T de aparición tardía observados en los pacientes con SQTL3 (I). Modificado de las referencias 62 y 65, con autorización.
La TdP se presenta con mayor frecuencia en pacientes que reciben un bloqueante IKr, en especial ante la presencia de hipopotasemia y frecuencia cardíaca baja o pausas prolongadas, condiciones semejantes a aquellas en las cuales los bloqueantes IKr inducen posdespolarizaciones tempranas (PDT) y actividad desencadenada en fibras de Purkinje aisladas y en células M. Se cree que una extrasístole inducida por PDT es responsable del latido prematuro que inicia la TdP, pero se piensa que el mantenimiento de la arritmia es generalmente debido a un movimiento de reentrada circular (véanse referencias 23, 53). En el modelo en cuña, la TdP puede ocurrir espontáneamente o inducirse mediante estimulación eléctrica programada.
Los datos disponibles apuntan a la siguiente hipótesis como la base de la mayoría de las TdP relacionadas con SQTL (figura 4). La hipótesis supone la presencia de heterogeneidad eléctrica en la forma de una dispersión transmural de la repolarización en condiciones iniciales. Esta heterogeneidad intrínseca es amplificada por agentes que reducen la corriente neta de repolarización a través de la reducción en IKr o IKs o del aumento de los ICa tardíos o INa tardíos. Las condiciones que llevan a una reducción en IKr o a un aumento de INa tardíos producen una prolongación preferencial del potencial de acción de la célula M. Como consecuencia, el intervalo QT se prolonga y se acompaña por un incremento notable en la dispersión transmural de la repolarización, lo que crea una ventana vulnerable para el desarrollo de reentrada. La reducción en la corriente neta de repolarización también predispone a la aparición de actividad desencadenada e inducida por PDT en las células M y de Purkinje, lo que aporta la extrasístole que desencadena la TdP cuando cae dentro del período vulnerable. Los agonistas betaadrenérgicos amplifican adicionalmente la heterogeneidad transmural (en forma silenciosa) en el caso del bloqueo IKr, pero la reducen en casos de promotores de INa.54-55



Figura 4. Mecanismos celulares e iónicos propuestos para el síndrome del QT prolongado.
Inhibidores de canales multiiónicos
Las drogas que afectan dos o más canales iónicos, como la quinidina,40,56 cisapride, pentobarbital,71,72 amiodarona,73,74 ranolazina75,76 y azimilida producen una respuesta más compleja. Esta inhibición múltiple de canales generalmente conlleva una mayor prolongación de la DPA en células epicárdicas y endocárdicas que en las células M, lo que provoca una reducción significativa en la dispersión transmural de la repolarización. Estos resultados destacan el hecho de que el bloqueo de IKr no predice por sí mismo el potencial arritmogénico de los agentes farmacológicos.
Esta conclusión está avalada por un estudio reciente que comparó la potencia de bloqueo de IKr de una amplia variedad de drogas con riesgo clínico de TdP.77 Los resultados indican que no todos los fármacos que causan TdP son bloqueantes IKr potentes, y que el bloqueo de éstos no está necesariamente asociado con TdP, lo que sugiere que otras propiedades de las drogas contribuyen a su predisposición para provocar TdP. Los agentes antiarrítmicos que prolongan el QT sin inducir TdP tienen en común la capacidad de inhibir IKs, IKr, INa (y/o ICa) y así, prolongar la refractariedad sin incrementar la dispersión transmural de la repolarización. De hecho, en algunos casos dicha dispersión puede estar reducida.
Estas observaciones soportan la hipótesis de que el problema principal con el síndrome de QT prolongado no es el intervalo QT largo, sino la dispersión de la repolarización que habitualmente acompaña la prolongación del intervalo. Las drogas que bloquean los IKr/IKs y que prolongan el QT, pero que no incrementan la dispersión espacial de la repolarización o que incitan la aparición de PDT, no inducen TdP en modelos clínicos ni en experimentales (tabla 1).
Tabla 1Marcadores electrocardiográficos alternativos del potencial para provocar TdP
Los estudios que involucraron las preparaciones en cuña con perfusión arterial sugieren que el intervalo entre el pico y el final de la onda T (Tp-Tf) puede aportar un índice razonable de la dispersión transmural de la repolarización.41,50
La aplicación clínica de estos conceptos requiere su convalidación completa. Un paso importante hacia la convalidación del intervalo Tp-Tf como índice de dispersión transmural fue aportado en un informe de Lubinski y col.,85 el cual mostró un aumento de este intervalo en pacientes con SQTL congénito. Investigaciones recientes sugieren que el intervalo Tp-Tf puede ser un índice de utilidad de la dispersión transmural y, en consecuencia, de valor pronóstico para el riesgo arrítmico en diversas condiciones.86-88 Yamaguchi y col.89 aportaron datos directos a favor del intervalo Tp-Tf como índice de valor para la predicción de TdP en pacientes con SQTL. Estos autores concluyeron que el Tp-Tf tiene mayor valor que el QTc y que la dispersión del QT como predictor de TdP en pacientes con SQTL adquirido. Se requieren estudios adicionales para analizar el valor de estos índices no invasivos de heterogeneidad eléctrica y su valor pronóstico en cuanto a la asignación del riesgo arritmogénico.
La dispersión transmural de la repolarización no debería confundirse con la dispersión del QT de repolarización, otro factor de riesgo propuesto, el cual es aún algo controvertido.
Influencia de la genética en el SQTL inducido por drogas
Se sabe que la manifestación clínica de las patologías de los canales inducidas por drogas está modulada por factores genéticos. Los datos disponibles sugieren que hasta el 10% de los individuos que presentan TdP luego de la exposición a drogas que prolongan el QT tienen mutaciones asociadas con el SQTL y pueden considerarse como una forma subclínica del síndrome congénito.24,91-93
Las variaciones genéticas pueden también modular las patologías de los canales inducidas por drogas al influir en el metabolismo de los fármacos. En el caso de los bloqueantes IKr relativamente puros, existe una relación clara entre los niveles plasmáticos de las drogas y la incidencia de TdP. Las variantes genéticas que codifican las enzimas responsables del metabolismo de los fármacos podrían alterar la farmacocinética y provocar fluctuaciones amplias en sus niveles plasmáticos, ejerciendo de esta manera una influencia proarrítmica significativa.96,97 Por ejemplo, en el caso del citocromo CYP2D6, el cual está involucrado en el metabolismo de algunas drogas que prolongan el QT (terolidina, tioridazina), se informaron polimorfismos múltiples que reducen o eliminan su función; del 5% al 10% de los individuos blancos y afroamericanos carecen de un citocromo CYP2D6 funcional. Numerosas proteínas, entre ellas las moléculas transportadoras de drogas y otras enzimas que las metabolizan, están involucradas en la absorción, distribución y eliminación de los agentes farmacológicos, y las variantes genéticas de cada una de éstas tienen capacidad para modular las concentraciones y los efectos de las drogas. Se identificaron múltiples sustratos e inhibidores de las enzimas del citocromo P450. Se puede encontrar una base de datos amplia en http://medicine.iupui.edu/flockhart/.
Los autores no manifiestan “conflictos de interés”.



Bibliografía del artículo

  1. Mayer AG. Rhythmical pulsations is scyphomedusae. Publication 47 of the Carnegie Institute 1906; 1-62.
  2. Mayer AG. Rhythmical pulsations in scyphomedusae. II. Publication 102 of the Carnegie Institute 1908; 115-131.
  3. Mines GR. On dynamic equilibrium in the heart. J Physiol 1913; 46:349-382.
  4. Mines GR. On circulating excitations in heart muscles and their possible relation to tachycardia and fibrillation. Trans R Soc Can 1914; 8:43-52.
  5. Lewis T. The broad features and time-relations of the normal electrocardiogram. Principles of interpretation. The mechanism and graphic registration of the heart beat. London: Shaw & sons, Ltd., 1925:44-77.
  6. Moe GK. Evidence for reentry as a mechanism for cardiac arrhythmias. Rev Physiol Biochem Pharmacol 1975; 72:55-81.
  7. Kulbertus HE. In: Kulbertus HE, editor. Reentrant Arrhythmias, Mechanisms and Treatment. Baltimore: University Park Press, 1977.
  8. Wit AL, Cranefield PF. Re-entrant excitation as a cause of cardiac arrhythmias. Am J Physiol 1978; 235:H1-H17.
  9. Wit AL, Allessie MA, Fenoglic JJ, Jr., Bonke FIM, Lammers W, Smeets J. Significance of the endocardial and epicardial border zones in the genesis of myocardial infarction arrhythmias. In: Harrison D, editor. Cardiac Arrhythmias: A Decade of Progress. Boston: GK Hall, 1982: 39-68.
  10. Spear JF, Moore EN. Mechanisms of cardiac arrhythmias. Annu Rev Physiol 1982; 44:485-497.
  11. Janse MJ. Reentry rhythms. In: Fozzard HA, Haber E, Jennings RB, Katz AM, Morgan HE, editors. The Heart and Cardiovascular System. New York: Raven Press, 1986: 1203-1238.
  12. Hoffman BF, Dangman KH. Mechanisms for cardiac arrhythmias. Experientia 1987; 43:1049-1056.
  13. Antzelevitch C. Reflection as a mechanism of reentrant cardiac arrhythmias. Prog Cardiol 1988; 1:3-16.
  14. El-Sherif N. Reentry revisited. PACE 1988; 11:1358-1368.
  15. Lazzara R, Scherlag BJ. Generation of arrhythmias in myocardial ischemia and infarction. Am J Cardiol 1988; 61:20A-26A.
  16. Rosen MR. The links between basic and clinical cardiac electrophysiology. Circulation 1988; 77:251-263.
  17. Antzelevitch C, Brugada P, Brugada J, Brugada R, Towbin JA, Nademanee K. Brugada syndrome: 1992-2002. A historical perspective. J Am Coll Cardiol 2003; 41(10):1665-1671.
  18. Antzelevitch C, Brugada P, Brugada J et al. Brugada Syndrome. A Decade of Progress. Circ Res 2002; 91(12):1114-1119.
  19. Antzelevitch C, Shimizu W. Cellular mechanisms underlying the Long QT syndrome. Curr Opin Cardiol 2002; 17(1):43-51.
  20. Bednar MM, Harrigan EP, Anziano RJ, Camm AJ, Ruskin JN. The QT interval. Prog Cardiovasc Dis 2001; 43(5 Pt 2):1-45.
  21. Gwathmey JK, Slawsky MT, Briggs GM, Morgan JP. Role of intracellular sodium in the regulation of intracellular calcium and contractility. Effects of DPI 201-106 on excitation- contraction coupling in human ventricular myocardium. J Clin Invest 1988; 82:1592-1605.
  22. Li CZ, Wang HW, Liu JL, Liu K, Yang ZF, Liu YM. [Effect of ATXII on opening modes of myocyte sodium channel, action potential and QT intervals of ECG]. Sheng Li Xue Bao 2001; 53(2):111-116.
  23. Hanck DA, Sheets MF. Modification of inactivation in cardiac sodium channels: Ionic current studies with anthopleurin-A toxin. J Gen Physiol 1995; 106:601-616.
  24. Roden DM. Drug-induced prolongation of the QT interval. N Engl J Med 2004; 350(10):1013-1022.
  25. Fenichel RR, Malik M, Antzelevitch C et al. Drug-induced Torsade de Pointes and implications for drug development. J Cardiovasc Electrophysiol 2004; 15:1-21.
  26. Belardinelli L, Antzelevitch C, Vos MA. Assessing Predictors of drug-induced Torsade de Pointes. Trends Pharmacol Sci 2003; 24:619-625.
  27. Antzelevitch C, El-Sherif N, Rosenbaum D, Vos M. Cellular mechanisms underlying the long QT syndrome. J Cardiovasc Electrophysiol 2003; 14(1):114-115.
  28. Haverkamp W, Breithardt G, Camm AJ et al. The potential for QT prolongation and pro-arrhythmia by non-anti- arrhythmic drugs: Clinical and regulatory implications. Report on a Policy Conference of the European Society of Cardiology. Cardiovasc Res 2000; 47(2):219-233.
  29. Selzer A, Wray HW. Quinidine syncope. Paroxysmal ventricular fibrillation occurring during treatment of chronic atrial arrhythmias. Circulation 1964; 30:17-26.
  30. Roden DM, Woosley RL, Primm RK. Incidence and clinical features of the quinidine-associated long- QT syndrome: Implications for patient care. Am Heart J 1986; 111:1088-1093.
  31. Kay GN, Plumb VJ, Arciniegas JG, Henthorn RW, Waldo AL. Torsade de Pointes: The long-short initiating sequence and other clinical features: observations in 32 patients. J Am Coll Cardiol 1983; 2:806-817.
  32. Haverkamp W, Martinez-Rubio A, Hief C et al. Efficacy and safety of d,l-sotalol in patients with ventricular tachycardia and in survivors of cardiac arrest. J Am Coll Cardiol 1997; 30:487-495.
  33. Lehmann MH, Hardy S, Archibald D, Quart B, Macneil DJ. Sex difference in risk of torsade de pointes with d,l-sotalol. Circulation 1996; 94:2535-2541.
  34. Hohnloser SH. Proarrhythmia with class III antiarrhythmic drugs: types, risks, and management. Am J Cardiol 1997; 80(8A):82G-89G.
  35. Kober L, Bloch Thomsen PE, Moller M et al. Effect of dofetilide in patients with recent myocardial infarction and left-ventricular dysfunction: a randomised trial. Lancet 2000; 356(9247):2052-2058.
  36. Stambler BS, Wood MA, Ellenbogen KA, Perry KT, Wakefield LK, VanderLugt JT. Efficacy and safety of repeated intravenous doses of ibutilide for rapid conversion of atrial flutter or fibrillation. Ibutilide Repeat Dose Study Investigators. Circulation 1996; 94(7):1613-1621.
  37. Antzelevitch C. Heterogeneity of cellular repolarization in LQTS: the role of M cells. Eur Heart J 2001; Supplements 3:K-2-K-16.
  38. Antzelevitch C, Nesterenko VV, Muzikant AL, Rice JJ, Chen G, Colatsky TJ. Influence of transmural repolarization gradients on the electrophysiology and pharmacology of ventricular myocardium. Cellular basis for the Brugada and long-QT syndromes. Philos Trans R Soc Lond [Biol] 2001; 359:1201-1216.
  39. Antzelevitch C, Dumaine R. Electrical heterogeneity in the heart: Physiological, pharmacological and clinical implications. In: Page E, Fozzard HA, Solaro RJ, editors. Handbook of Physiology. Section 2 The Cardiovascular System. New York: Oxford University Press, 2001: 654-692.
  40. Weissenburger J, Nesterenko VV, Antzelevitch C. Transmural heterogeneity of ventricular repolarization under baseline and long QT conditions in the canine heart in vivo: Torsades de Pointes develops with halothane but not pentobarbital anesthesia. J Cardiovasc Electrophysiol 2000; 11:290-304.
  41. Antzelevitch C, Shimizu W, Yan GX et al. The M cell: Its contribution to the ECG and to normal and abnormal electrical function of the heart. J Cardiovasc Electrophysiol 1999; 10(8):1124-1152.
  42. Kozhevnikov DO, Yamamoto K, Robotis D, Restivo M, El-Sherif N. Electrophysiological mechanism of enhanced susceptibility of hypertrophied heart to acquired torsade de pointes arrhythmias: tridimensional mapping of activation and recovery patterns. Circulation 2002; 105(9):1128-1134.
  43. Vos MA, van Opstal JM, Leunissen JD, Verduyn SC. Electrophysiologic parameters and predisposing factors in the generation of drug-induced Torsade de Pointes arrhythmias. Pharmacol Ther 2001; 92(2-3):109-122.
  44. Akar FG, Yan GX, Antzelevitch C, Rosenbaum DS. Unique topographical distribution of M cells underlies reentrant mechanism of torsade de pointes in the long-QT syndrome. Circulation 2002; 105(10):1247-1253.
  45. Sicouri S, Antzelevitch C. A subpopulation of cells with unique electrophysiological properties in the deep subepicardium of the canine ventricle. The M cell. Circ Res 1991; 68:1729-1741.
  46. Zygmunt AC, Eddlestone GT, Thomas GP, Nesterenko VV, Antzelevitch C. Larger late sodium conductance in M cells contributes to electrical heterogeneity in canine ventricle. Am J Physiol 2001; 281:H689-H697.
  47. Liu DW, Antzelevitch C. Characteristics of the delayed rectifier current (IKr and IKs) in canine ventricular epicardial, midmyocardial, and endocardial myocytes. Circ Res 1995; 76:351-365.
  48. Zygmunt AC, Goodrow RJ, Antzelevitch C. INa-Ca contributes to electrical heterogeneity within the canine ventricle. Am J Physiol 2000; 278:H1671-H1678.
  49. Antzelevitch C, Zygmunt AC, Dumaine R. Electrophysiology and pharmacology of ventricular repolarization. In: Gussak I, Antzelevitch C, editors. Cardiac Repolarization. Bridging Basic and Clinical Sciences. Totowa: Humana Press, NJ, 2003: 63-90.
  50. Yan GX, Antzelevitch C. Cellular basis for the normal T wave and the electrocardiographic manifestations of the long QT syndrome. Circulation 1998; 98:1928-1936.
  51. Cohen IS, Giles WR, Noble D. Cellular basis for the T wave of the electrocardiogram. Nature 1976; 262:657-661.
  52. Einthoven W. Uber die Deutung des Electrokardiogramms. Pflugers Arch 1912; 149:65-86.
  53. Zuckerman R, Cabrera-Cosio E. La ondu U. Arch Inst Cardiol Mex 1947; 17:521-532.
  54. Furbetta D, Bufalari A, Santucci F, Solinas P. Abnormality of the U wave and the T-U segment of the electrocardiogram: The syndrome of the papillary muscles. Circulation 1956; 14:1129-1137.
  55. Nahum LH, Hoff HE. The interpretation of the U wave of the electrocardiogram. Am Heart J 1939; 17:585-598.
  56. Lepeschkin E. Genesis of the U wave. Circulation 1957; 15:77-81.
  57. Hoffman BF, Cranefield PF. Electrophysiology of the heart. New York: McGraw-Hill, 1960.
  58. Watanabe Y. Purkinje repolarization as a possible cause of the U wave in the electrocardiogram. Circulation 1975; 51:1030-1037.
  59. Lab MJ. Contraction-excitation feedback in myocardium: Physiologic basis and clinical revelance. Circ Res 1982; 50:757-766.
  60. Choo MH, Gibson DG. U waves in ventricular hypertrophy: possible demonstration of mechano-electrical feedback. Br Heart J 1986; 55:428-433.
  61. Antzelevitch C, Nesterenko VV, Yan GX. Role of M cells in acquired long QT syndrome, U waves, and torsade de pointes. J Electrocardiol 1996; 28(suppl.):131-138.
  62. Shimizu W, Antzelevitch C. Sodium channel block with mexiletine is effective in reducing dispersion of repolarization and preventing Torsade de Pointes in LQT2 and LQT3 models of the long-QT syndrome. Circulation 1997; 96:2038-2047.
  63. Lehmann MH, Suzuki F, Fromm BS et al. T-wave "humps" as a potential electrocardiographic marker of the long QT syndrome. J Am Coll Cardiol 1994; 24:746-754.
  64. Surawicz B. U wave: facts, hypotheses, misconceptions, and misnomers. J Cardiovasc Electrophysiol 1998; 9(10):1117-1128.
  65. Shimizu W, Antzelevitch C. Cellular basis for the ECG features of the LQT1 form of the long QT syndrome: Effects of b-adrenergic agonists and antagonists and sodium channel blockers on transmural dispersion of repolarization and Torsade de Pointes. Circulation 1998; 98:2314-2322.
  66. Schwartz PJ, Priori SG, Spazzolini C et al. Genotype-phenotype correlation in the long-QT syndrome: gene-specific triggers for life-threatening arrhythmias. Circulation 2001; 103(1):89-95.
  67. Li GR, Feng J, Yue L, Carrier M. Transmural heterogeneity of action potentials and Ito1 in myocytes isolated from the human right ventricle. Am J Physiol 1998; 275:H369-H377.
  68. Shimizu W, Antzelevitch C. Differential effects of beta-adrenergic agonists and antagonists in LQT1, LQT2 and LQT3 models of the long QT syndrome. J Am Coll Cardiol 2000; 35:778-786.
  69. Balser JR, Bennett PB, Hondeghem LM, Roden DM. Suppression of time-dependent outward current in guinea-pig ventricular myocytes. Actions of quinidine and amiodarone. Circ Res 1991; 69:519-529.
  70. Anyukhovsky EP, Sosunov EA, Feinmark SJ, Rosen MR. Effects of quinidine on repolarization in canine epicardium, midmyocardium, and endocardium. II. In vivo study. Circulation 1997; 96:4019-4026.
  71. Shimizu W, McMahon B, Antzelevitch C. Sodium pentobarbital reduces transmural dispersion of repolarization and prevents torsade de pointes in models of acquired and congenital long QT syndrome. J Cardiovasc Electrophysiol 1999; 10:156-164.
  72. Sun ZQ, Eddlestone GT, Antzelevitch C. Ionic mechanisms underlying the effects of sodium pentobarbital to diminish transmural dispersion of repolarization. Pacing and Clinical Electrophysiology 20, 11-1116. 1997.
  73. Sicouri S, Moro S, Litovsky SH, Elizari MV, Antzelevitch C. Chronic amiodarone reduces transmural dispersion of repolarization in the canine heart. J Cardiovasc Electrophysiol 1997; 8:1269-1279.
  74. van Opstal JM, Schoenmakers M, Verduyn SC et al. Chronic Amiodarone evokes no Torsade de Pointes arrhythmias despite QT lengthening in an animal model of acquired Long-QT Syndrome. Circulation 2001; 104(22):2722-2727.
  75. Zygmunt AC, Thomas GP, Belardinelli L, Blackburn B, Antzelevitch C. Ranolazine produces ion channel effects similar to those observed with chronic amiodarone in canine cardiac ventricular myocytes. Pacing Clin.Electrophysiol 25, II-626. 2002.
  76. Antzelevitch C, Belardinelli L, Wu L et al. Electrophysiologic Properties of Ranolazine: A Novel Anti-Anginal Agent. J Cardiovasc Pharmacol Therapeut. In press.
  77. Yang T, Snyders D, Roden DM. Drug block of I(kr): model systems and relevance to human arrhythmias. J Cardiovasc Pharmacol 2001; 38(5):737-744.
  78. Carlsson L, Almgren O, Duker GD. Qtu-Prolongation and Torsades-de-Pointes Induced by Putative Class-III Antiarrhythmic Agents in the Rabbit - Etiology and Interventions. J Cardiovasc Pharmacol 1990; 16:276-285.
  79. Lu HR, Remeysen P, De Clerck F. Nonselective I(Kr)-blockers do not induce torsades de pointes in the anesthetized rabbit during alpha1-adrenoceptor stimulation. J Cardiovasc Pharmacol 2000; 36(6):728-736.
  80. Vos MA, De Groot SH, Verduyn SC et al. Enhanced susceptibility for acquired torsade de pointes arrhythmias in the dog with chronic, complete AV block is related to cardiac hypertrophy and electrical remodeling. Circulation 1998; 98(11):1125-1135.
  81. Sugiyama A, Satoh Y, Shiina H, Takeda S, Hashimoto K. Torsadegenic action of the antipsychotic drug sulpiride assessed using in vivo canine models. J Cardiovasc Pharmacol 2002; 40(2):235-245.
  82. Weissenburger J, Chezalviel F, Davy JM et al. Methods and limitations of an experimental model of long QT syndrome. J Pharm Methods 1991; 26:23-42.
  83. Weissenburger J, Davy JM, Chezalviel F et al. Arrhythmogenic activities of antiarrhythmic drugs in conscious hypokalemic dogs with atrioventricular block: comparison between quinidine, lidocaine, flecainide, propranolol and sotalol. J Pharmacol Exp Ther 1991; 259:871-883.
  84. Emori T, Antzelevitch C. Cellular basis for complex T waves and arrhythmic activity following combined I(Kr) and I(Ks) block. J Cardiovasc Electrophysiol 2001; 12(12):1369-1378.
  85. Lubinski A, Lewicka-Nowak E, Kempa M, Baczynska AM, Romanowska I, Swiatecka G. New insight into repolarization abnormalities in patients with congenital long QT syndrome: the increased transmural dispersion of repolarization. PACE 1998; 21:172-175.
  86. Wolk R, Stec S, Kulakowski P. Extrasystolic beats affect transmural electrical dispersion during programmed electrical stimulation. Eur J Clinical Invest 2001; in press.
  87. Tanabe Y, Inagaki M, Kurita T et al. Sympathetic stimulation produces a greater increase in both transmural and spatial dispersion of repolarization in LQT1 than LQT2 forms of congenital long QT syndrome. J Am Coll Cardiol 2001; 37:911-919.
  88. Frederiks J, Swenne CA, Kors JA et al. Within-subject electrocardiographic differences at equal heart rates: role of the autonomic nervous system. Pflugers Arch 2001; 441(5):717-724.
  89. Yamaguchi M, Shimizu M, Ino H et al. T wave peak-to-end interval and QT dispersion in acquired long QT syndrome: a new index for arrhythmogenicity. Clin Sci (Lond) 2003; 105:671-676.
  90. van Opstal JM, Verduyn SC, Winckels SK et al. The JT-area indicates dispersion of repolarization in dogs with atrioventricular block. J Interv Card Electrophysiol 2002; 6(2):113-120.
  91. Donger C, Denjoy I, Berthet M et al. KVLQT1 C-terminal missense mutation causes a forme fruste long-QT syndrome. Circulation 1997; 96(9):2778-2781.
  92. Napolitano C, Schwartz PJ, Brown AM et al. Evidence for a cardiac ion channel mutation underlying drug-induced QT prolongation and life-threatening arrhythmias [In Process Citation]. J Cardiovasc Electrophysiol 2000; 11(6):691-696.
  93. Yang P, Kanki H, Drolet B et al. Allelic variants in long-QT disease genes in patients with drug-associated torsades de pointes. Circulation 2002; 105(16):1943-1948.
  94. Abbott GW, Sesti F, Splawski I et al. MiRP1 forms IKr potassium channels with HERG and is associated with cardiac arrhythmia. Cell 1999; 97:175-187.
  95. Splawski I, Timothy KW, Tateyama M et al. Variant of SCN5A sodium channel implicated in risk of cardiac arrhythmia. Science 2002; 297(5585):1333-1336.
  96. Ford GA, Wood SM, Daly AK. CYP2D6 and CYP2C19 genotypes of patients with terodiline cardiotoxicity identified through the yellow card system. Br J Clin Pharmacol 2000; 50(1):77-80.
  97. Roden DM. Pharmacogenetics and drug-induced arrhythmias. Cardiovasc Res 2001; 50(2):224-231.
  98. Carmeliet E. Use-dependent block and use-dependent unblock of the delayed rectifier K+ current by almokalant in rabbit ventricular myocytes. Circ Res 1993; 73:857-868.
  99. Houltz B, Darpo B, Edvardsson N et al. Electrocardiographic and clinical predictors of torsades de pointes induced by almokalant infusion in patients with chronic atrial fibrillation or flutter: a prospective study. PACE 1998; 21(5):1044-1057.
  100. Carlsson L, Drews L, Duker GD, Schiller-Linhardt G. Attenuation of proarrhythmias related to delayed repolarization by low-dose lidocaine in the anesthetized rabbit. J Pharmacol Exp Ther 1993; 267:1076-1080.
  101. Wiesfeld AC, Crijns HJ, Bergstrand RH, Almgren O, Hillege HL, Lie KI. Torsades de pointes with Almokalant, a new class III antiarrhythmic drug. Am Heart J 1993; 126(4):1008-1011.
  102. Abrahamsson C, Carlsson L, Duker G. Lidocaine and nisoldipine attenuate almokalant-induced dispersion of repolarization and early afterdepolarizations in vitro. J Cardiovasc Electrophysiol 1996; 7(11):1074-1081.
  103. Verduyn SC, Vos MA, Van der Zande J, Kulcsar A, Wellens HJ. Further observations to elucidate the role of interventricular dispersion of repolarization and early afterdepolarizations in the genesis of acquired torsade de pointes arrhythmias: a comparison between almokalant and d-sotalol using the dog as its own control. J Am Coll Cardiol 1997; 30:1575-1584.
  104. Kiehn J, Thomas D, Karle CA, Schols W, Kubler W. Inhibitory effects of the class III antiarrhythmic drug amiodarone on cloned HERG potassium channels. Naunyn Schmiedebergs Arch Pharmacol 1999; 359(3):212-219.
  105. Kodama I, Kamiya K, Toyama J. Amiodarone: ionic and cellular mechanisms of action of the most promising class III agent. Am J Cardiol 1999; 84(9A):20R-28R.
  106. Hii JT, Wyse DG, Gillis AM, Duff HJ, Solylo MA, Mitchell LB. Precordial QT interval dispersion as a marker of torsade de pointes. Disparate effects of class Ia antiarrhythmic drugs and amiodarone. Circulation 1992; 86(5):1376-1382.
  107. Hohnloser SH, Klingenheben T, Singh BN. Amiodarone-associated proarrhythmic effects. A review with special reference to torsade de pointes tachycardia. Ann Intern Med 1994; 121:529-535.
  108. Merot J, Charpentier F, Poirier JM, Coutris G, Weissenburger J. Effects of chronic treatment by amiodarone on transmural heterogeneity of canine ventricular repolarization in vivo: interactions with acute sotalol. Cardiovasc Res 1999; 44(2):303-314.
  109. Drouin E, Lande G, Charpentier F. Amiodarone reduces transmural heterogeneity of repolarization in the human heart. J Am Coll Cardiol 1998; 32(4):1063-1067.
  110. Fermini B, Jurkiewicz NK, Jow B et al. Use-dependent effects of the class III antiarrhythmic agent NE-10064 (azimilide) on cardiac repolarization: block of delayed rectifier potassium and L-type calcium currents. J Cardiovasc Pharmacol 1995; 26(2):259-271.
  111. Busch AE, Eigenberger B, Jurkiewicz NK et al. Blockade of HERG channels by the class III antiarrhythmic azimilide: mode of action. Br J Pharmacol 1998; 123(1):23-30.
  112. Yan GX, Wu Y, Liu T, Wang J, Marinchak RA, Kowey PR. Phase 2 early afterdepolarization as a trigger of polymorphic ventricular tachycardia in acquired long-qt syndrome : direct evidence from intracellular recordings in the intact left ventricular wall. Circulation 2001; 103(23):2851-2856.
  113. Van Opstal JM, Leunissen JD, Wellens HJ, Vos MA. Azimilide and dofetilide produce similar electrophysiological and proarrhythmic effects in a canine model of Torsade de Pointes arrhythmias. Eur J Pharmacol 2001; 412(1):67-76.
  114. Connolly SJ, Schnell DJ, Page RL, Wilkinson WE, Marcello SR, Pritchett EL. Dose-response relations of azimilide in the management of symptomatic, recurrent, atrial fibrillation. Am J Cardiol 2001; 88(9):974-979.
  115. Kiehn J, Lacerda AE, Wible BA, Brown AM. Molecular physiology and pharmacology of HERG single-channel currents and block by dofetilide. Circulation 1996; 94:2572-2579.
  116. Yang T, Roden DM. Extracellular potassium modulation of drug block of IKr. Implications for torsade de pointes and reverse use-dependence. Circulation 1996; 93:407-411.
  117. Buchanan LV, Kabell GG, Brunden MN, Gibson JK. Comparative assessment of ibutilide, D-sotalol, clofilium, E- 4031, and UK-68,798 in a rabbit model of proarrhythmia. J Cardiovasc Pharmacol 1993; 22:540-549.
  118. Torp-Pedersen C, Moller M, Bloch-Thomsen PE et al. Dofetilide in patients with congestive heart failure and left ventricular dysfunction. Danish Investigations of Arrhythmia and Mortality on Dofetilide Study Group. N Engl J Med 1999; 341(12):857-865.
  119. Yang T, Snyders DJ, Roden DM. Ibutilide, a methanesulfonanilide antiarrhythmic, is a potent blocker of the rapidly activating delayed rectifier K+ current (IKr) in AT-1 cells. Concentration-, time-, voltage-, and use- dependent effects. Circulation 1995; 91:1799-1806.
  120. Ellenbogen KA, Stambler BS, Wood MA et al. Efficacy of intravenous ibutilide for rapid termination of atrial fibrillation and atrial flutter: a dose-response study. J Am Coll Cardiol 1996; 28(1):130-136.
  121. Glatter K, Yang Y, Chatterjee K et al. Chemical Cardioversion of Atrial Fibrillation or Flutter With Ibutilide in Patients Receiving Amiodarone Therapy. Circulation 2001; 103(2):253-257.
  122. Po SS, Wang DW, Yang IC, Johnson JP, Jr., Nie L, Bennett PB. Modulation of HERG potassium channels by extracellular magnesium and quinidine. J Cardiovasc Pharmacol 1999; 33(2):181-185.
  123. Bauman JL, Bauernfeind RA, Hoff JV, Strasberg B, Swiryn S, Rosen KM. Torsade de pointes due to quinidine: Observations in 31 patients. Am Heart J 1984; 107:425-430.
  124. Roden DM, Hoffman BF. Action potential prolongation and induction of abnormal automaticity by low quinidine concentrations in canine Purkinje fibers. Relationship to potassium and cycle length. Circ Res 1985; 56(6):857-867.
  125. Sicouri S, Antzelevitch C. Drug-induced afterdepolarizations and triggered activity occur in a discrete subpopulation of ventricular muscle cell (M cells) in the canine heart: Quinidine and Digitalis. J Cardiovasc Electrophysiol 1993; 4:48-58.
  126. Carmeliet E. Electrophysiologic and voltage clamp analysis of the effects of sotalol on isolated cardiac muscle and Purkinje fibers. J Pharmacol Exp Ther 1985; 232:817-825.
  127. Varro A, Balati B, Iost N et al. The role of the delayed rectifier component IKs in dog ventricular muscle and Purkinje fibre repolarization. J Physiol (Lond) 2000; 523 Pt 1:67-81.
  128. Eckardt L, Breithardt G, Haverkamp W. Electrophysiologic characterization of the antipsychotic drug sertindole in a rabbit heart model of torsade de pointes: low torsadogenic potential despite QT prolongation. J Pharmacol Exp Ther 2002; 300(1):64-71.
  129. McKibbin JK, Pocock WA, Barlow JB, Millar RN, Obel IW. Sotalol, hypokalaemia, syncope, and torsade de pointes. Br Heart J 1984; 51(2):157-162.
  130. Patterson E, Scherlag BJ, Lazzara R. Early afterdepolarizations produced by d,l-sotalol and clofilium. J Cardiovasc Electrophysiol 1997; 8:667-678.
  131. Sicouri S, Moro S, Elizari MV. d-Sotalol induces marked action potential prolongation and early afterdepolarizations in M but not epicardial or endocardial cells of the canine ventricle . J Cardiovasc Pharmacol Ther 1997; 2:27-38.
  132. Suessbrich H, Waldegger S, Lang F, Bush AE. Blockade of HERG channels expressed in Xenopus oocytes by the histamine receptor antagonists terfenadine and astemizoles. FEBS Lett 1996; 385:77-80.
  133. Delpon E, Valenzuela C, Tamargo J. Blockade of cardiac potassium and other channels by antihistamines. Drug Saf 1999; 21 Suppl 1:11-18.
  134. Salata JJ, Jurkiewicz NK, Wallace AA, Stupienski RF, Guinosso PJ, Lynch JJ. Cardiac electrophysiological actions of the histamine H1-receptor antagonists astemizole and terfenadine compared with chlorpheniramine and pyrilamine. Circ Res 1995; 76:110-119.
  135. Sakemi H, VanNatta B. Torsade de pointes induced by astemizole in a patient with prolongation of the QT interval. Am Heart J 1993; 125(5):1436-1438.
  136. Tsai WC, Tsai LM, Chen JH. Combined use of astemizole and ketoconazole resulting in torsade de pointes. J Formos Med Assoc 1997; 96(2):144-146.
  137. Weissenburger J, Noyer M, Cheymol G, Jaillon P. Electrophysiological effects of cetirizine, astemizole and D-sotalol in a canine model of long QT syndrome. Clin Exp Allergy 1999; 29 Suppl 3:190-196.
  138. Pratt CM, Hertz RP, Ellis BE, Crowell SP, Louv W, Moye L. Risk of developing Life-Threatening ventricular arrhythmia associated with terfenadine in comparison with over-the-Counter antihistamines, ibuprofen and clemastine. Am J Cardiol 1994; 73:346-352.
  139. Pratt CM, Ruberg S, Morganroth J et al. Dose-response relation between terfenadine (Seldane) and the QTc interval on the scalar electrocardiogram: Distinguishing a drug effect from spontaneous variability. Am Heart J 1996; 131:472-480.
  140. Monahan BP, Ferguson CL, Killeavy ES, Lloyd BK. Torsades de pointes occurring in association with terfenadine use. JAMA 1990; 264(21):2788-2790.
  141. Zimmermann M, Duruz H, Guinand O, Broccard O. Torsades de pointes after treatment with terfenadine and ketoconazole. Eur Heart J 1992; 13(7):1002-1003.
  142. Daleau P, Lessard E, Groleau MF, Turgeon J. Erythromycin blocks the rapid component of the delayed rectifier potassium current and lengthens repolarization of guinea pig ventricular myocytes. Circulation 1995; 91:3010-3016.
  143. Rampe D, Murawsky MK. Blockade of the human cardiac K+ channel Kv1.5 by the antibiotic erythromycin. Naunyn Schmiedebergs Arch Pharmacol 1997; 355(6):743-750.
  144. Antzelevitch C, Sun ZQ, Zhang ZQ, Yan GX. Cellular and ionic mechanisms underlying erythromycin-induced long QT intervals and torsade de pointes. J Am Coll Cardiol 1996; 28:1836-1848.
  145. Oberg KC, Bauman JL. QT interval prolongation and torsades de pointes due to erythromycin lactobionate. Pharmacotherapy 1995; 15(6):687-692.
  146. Gitler B, Berger LS, Buffa SD. Torsades de pointes induced by erythromycin. Chest 1994; 105:368-372.
  147. Fazekas T, Krassoi I, Lengyel C, Varro A, Papp JG. Suppression of erythromycin-induced early afterdepolarizations and torsade de pointes ventricular tachycardia by mexiletine. PACE 1998; 21:147-150.
  148. Nattel S, Talajic M, Lemery R, Roy D. Erythromycin induced long QT syndrome: concordance with quinidine and underlying cellular electrophysiologic mechanism. Am J Med 1990; 89:235-238.
  149. Zhang S, Zhou Z, Gong Q, Makielski JC, January CT. Mechanism of block and identification of the verapamil binding domain to HERG potassium channels. Circ Res 1999; 84(9):989-998.
  150. Hollifield JW, Heusner JJ, DesChamps M et al. Comparison of equal-weight oral dosages of verapamil hydrochloride and diltiazem hydrochloride in patients with mild to moderate hypertension. Clin Pharm 1988; 7(2):129-134.
  151. Funck-Brentano C, Coudray P, Planellas J, Motte G, Jaillon P. Effects of Bepridil and Diltiazem on Ventricular Repolarization in Angina Pectoris. Am J Cardiol 1990; 66:812-817.
  152. Singh BN. Comparative efficacy and safety of bepridil and diltiazem in chronic stable angina pectoris refractory to diltiazem. The Bepridil Collaborative Study Group. Am J Cardiol 1991; 68(4):306-312.
  153. Chouabe C, Drici MD, Romey G, Barhanin J. Effects of calcium channel blockers on cloned cardiac K+ channels IKr and IKs. Therapie 2000; 55(1):195-202.
  154. De Cicco M, Macor F, Robieux I et al. Pharmacokinetic and pharmacodynamic effects of high-dose continuous intravenous verapamil infusion: clinical experience in the intensive care unit. Crit Care Med 1999; 27(2):332-339.
  155. Gonzalez-Gomez A, Cires PM, Gamio CF, Rodriguez dl, V, Garcia-Barreto D. Relationships between verapamil plasma concentrations and its antihypertensive action. Int J Clin Pharmacol Ther Toxicol 1988; 26(9):453-460.
  156. Boutarin J, Maarek-Charbit M, Aupetit JF, Galey-Arcangioli C, Ritz B. [Efficacy and tolerability of isoptine LP in mild to moderate hypertension. A multicenter study with 50 patients]. Ann Cardiol Angeiol (Paris) 1992; 41(10):587-593.
  157. Bril A, Gout B, Bonhomme M et al. Combined potassium and calcium channel blocking activities as a basis for antiarrhythmic efficacy with low proarrhythmic risk: experimental profile of BRL-32872. J Pharmacol Exp Ther 1996; 276:637-646.
  158. Benardeau A, Weissenburger J, Hondeghem LM, Ertel EA. Effects of the T-type Ca(2+) channel blocker mibefradil on repolarization of guinea pig, rabbit, dog, monkey, and human cardiac tissue. J Pharmacol Exp Ther 2000; 292(2):561-575.
  159. Glaser S, Steinbach M, Opitz C, Wruck U, Kleber FX. Torsades de pointes caused by Mibefradil. Eur J Heart Fail 2001; 3(5):627-630.
  160. Pinto JM, Sosunov EA, Gainullin RZ, Rosen MR, Boyden PA. Effects of mibefradil, a T-type calcium current antagonist, on electrophysiology of Purkinje fibers that survived in the infarcted canine heart. J Cardiovasc Electrophysiol 1999; 10(9):1224-1235.
  161. Rowland E, McKenna WJ, Krikler DM. Electrophysiologic and antiarrhythmic actions of bepridil. Comparison with verapamil and ajmaline for atrioventricular reentrant tachycardia. Am J Cardiol 1985; 55(13 Pt 1):1513-1519.
  162. Manouvrier J, Sagot M, Caron C et al. Nine cases of torsade de pointes with bepridil administration. Am Heart J 1986; 111(5):1005-1007.
  163. Osaka T, Kodama I, Toyama J, Yamada K. Effects of bepridil on ventricular depolarization and repolarization of rabbit isolated hearts with particular reference to its possible proarrhythmic properties. Br J Pharmacol 1988; 93(4):775-780.
  164. Prystowsky EN. Electrophysiologic and antiarrhythmic properties of bepridil. Am J Cardiol 1985; 55(7):59C-62C.
  165. Campbell RM, Woosley RL, Iansmith DH, Roden DM. Lack of triggered automaticity despite repolarization abnormalities due to bepridil and lidoflazine. PACE 1990; 13:30-36.
  166. Rampe D, Murawsky MK, Grau J, Lewis EW. The antipsychotic agent sertindole is a high affinity antagonist of the human cardiac potassium channel HERG. J Pharmacol Exp Ther 1998; 286(2):788-793.
  167. Van Kammen DP, McEvoy JP, Targum SD, Kardatzke D, Sebree TB. A randomized, controlled, dose-ranging trial of sertindole in patients with schizophrenia. Psychopharmacology (Berl) 1996; 124(1-2):168-175.
  168. Zimbroff DL, Kane JM, Tamminga CA et al. Controlled, dose-response study of sertindole and haloperidol in the treatment of schizophrenia. Sertindole Study Group. Am J Psychiatry 1997; 154(6):782-791.
  169. Fritze J, Bandelow B. The QT interval and the atypical antipsychotic sertindole. Int J Psych Clinc Pract 1998; 2:265-273.
  170. Drolet B, Zhang S, Deschenes D et al. Droperidol lengthens cardiac repolarization due to block of the rapid component of the delayed rectifier potassium current. J Cardiovasc Electrophysiol 1999; 10(12):1597-1604.
  171. Lischke V, Behne M, Doelken P, Schledt U, Probst S, Vettermann J. Droperidol causes a dose-dependent prolongation of the QT interval. Anesth Analg 1994; 79(5):983-986.
  172. Guy JM, Andre-Fouet X, Porte J, Bertrand M, Lamaud M, Verneyre H. [Torsades de pointes and prolongation of the duration of QT interval after injection of droperidol]. Ann Cardiol Angeiol (Paris) 1991; 40(9):541-545.
  173. Michalets EL, Smith LK, Van Tassel ED. Torsade de pointes resulting from the addition of droperidol to an existing cytochrome P450 drug interaction. Ann Pharmacother 1998; 32(7-8):761-765.
  174. Adamantidis MM, Kerram P, Caron JF, Dupuis BA. Droperidol exerts dual effects on repolarization and induces early afterdepolarizations and triggered activity in rabbit purkinje fibers. J Pharmacol Exp Ther 1993; 266:884-893.
  175. Mohammad S, Zhou Z, Gong Q, January CT. Blockage of the HERG human cardiac K+ channel by the gastrointestinal prokinetic agent cisapride. Am J Physiol 1997; 273(5 Pt 2):H2534-H2538.
  176. Drolet B, Khalifa M, Daleau P, Hamelin BA, Turgeon J. Block of the rapid component of the delayed rectifier potassium current by the prokinetic agent cisapride underlies drug-related lengthening of the QT interval. Circulation 1998; 97(2):204-210.
  177. Wysowski DK, Bacsanyi J. Cisapride and fatal arrhythmia [letter]. N Engl J Med 1996; 335:290-291.
  178. Di Diego JM, Belardinelli L, Antzelevitch C. Cisapride-induced Transmural Dispersion of Repolarization and Torsade de Pointes in the Canine Left Ventricular Wedge Preparation During Epicardial Stimulation. Circulation 2003; 108:1027-1033.
  179. Chen YJ, Lee SH, Hsieh MH et al. Effects of 17beta-estradiol on tachycardia-induced changes of atrial refractoriness and cisapride-induced ventricular arrhythmia. J Cardiovasc Electrophysiol 1999; 10(4):587-598.
  180. Puisieux FL, Adamantidis MM, Dumotier BM, Dupuis BA. Cisapride-induced prolongation of cardiac action potential and early afterdepolarizations in rabbit Purkinje fibres. Br J Pharmacol 1996; 117:1377-1379.
  181. Le Grand B, Talmant JM, Rieu JP, Patoiseau JF, Colpaert FC, John GW. Investigation of the mechanism by which ketanserin prolongs the duration of the cardiac action potential. J Cardiovasc Pharmacol 1995; 26(5):803-809.
  182. Aldariz AE, Romero H, Baroni M, Baglivo H, Esper RJ. QT prolongation and torsade de pointes ventricular tachycardia produced by Ketanserin. PACE 1986; 9(6 Pt 1):836-841.
  183. Zaza A, Malfatto G, Rosen MR. Electrophysiologic effects of ketanserin on canine Purkinje fibers, ventricular myocardium and the intact heart. J Pharmacol Exp Ther 1989; 250:397-405.
  184. Antzelevitch C, Belardinelli L, Zygmunt AC et al. Electrophysiologic effects of ranolazine: A novel anti-anginal agent with antiarrhythmic properties. Circulation 2004; 110:904-910.
  185. Burashnikov A, Antzelevitch C. A combination of Ikr, Iks, and Ica or Ina block produces a relatively homogeneous prolongation of repolarization of cells spanning the canine left ventricular wall. Pacing and Clinical Electrophysiology 20, II-1216. 1997.
  186. Antzelevitch C, Shimizu W, Yan GX et al. The M cell: its contribution to the ECG and to normal and abnormal electrical function of the heart. J Cardiovasc Electrophysiol 1999; 10(8):1124-1152.
  187. Shimizu W, Antzelevitch C. Effects of a K(+) Channel Opener to Reduce Transmural Dispersion of Repolarization and Prevent Torsade de Pointes in LQT1, LQT2, and LQT3 Models of the Long-QT Syndrome. Circulation 2000; 102(6):706-712.
  188. Verduyn SC, Vos MA, Van der Zande J, Van der Hulst FF, Wellens HJ. Role of interventricular dispersion of repolarization in acquired torsade-de-pointes arrhythmias: reversal by magnesium. Cardiovasc Res 1997; 34:453-463.
© Está  expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los  contenidos de la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC) S.A. sin  previo y expreso consentimiento de SIIC

anterior.gif (1015 bytes)

 


Bienvenidos a siicsalud
Acerca de SIIC Estructura de SIIC


Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC)
Arias 2624, (C1429DXT), Buenos Aires, Argentina atencionallector@siicsalud.com;  Tel: +54 11 4702-1011 / 4702-3911 / 4702-3917
Casilla de Correo 2568, (C1000WAZ) Correo Central, Buenos Aires.
Copyright siicsalud© 1997-2024, Sociedad Iberoamericana de Información Científica(SIIC)