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En la actualidad, la definición de macrosomía fetal no está universalmente aceptada. Las enfermedades con las que potencialmente puede asociarse incluyen los traumatismos de parto, la hipoglucemia neonatal y la obesidad tanto infantil como del adolescente. También algunas características maternas como la intolerancia a la glucosa, la edad, la cantidad de embarazos, la raza, el peso antes del embarazo y el adquirido durante el mismo, el tabaquismo y el sexo fetal, pueden influír sobre el peso al nacer. En respuesta a la pregunta del título, no existen problemas serios que deban ser controlados en relación con la diabetes gestacional y la macrosomía fetal. En primer lugar, es necesario contar con una definición universalmente aceptada. La OMS, la American Diabetes Association y las asociaciones de Obstetricia y Ginecología deberían brindar, tanto en forma separada como colectiva, un espacio de debate para el consenso. Segundo, las futuras investigaciones deberían incluir el informe y el análisis de todas aquellas variables que pueden tener influencia sobre el peso al nacer. El establecimiento de un consenso entre los investigadores, teniendo en cuenta el momento y la frecuencia en que se deben hacer las pruebas de tolerancia a la glucosa y la evaluación de los niveles de la glucemia, facilitarían las comparaciones. La relación cuantitativa entre los niveles de la glucemia materna y la macrosomía fetal, la influencia de otros combustibles metabólicos y el tratamiento de la intolerancia moderada a la glucosa durante el embarazo son áreas que requieren investigación. Es necesario el diseño de trabajos aleatorios en los que sean analizados todos los factores que influyen sobre el peso y el desarrollo fetales, a los fines de desarrollar una apropiada intervención médica.Todos los antecedentes expuestos que hacen problemática la definición, a mi juicio crean la necesidad de un consenso al cual considero con muchas posibilidad de llegar sin grandes dificultades.