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SUSTANCIAS QUIMICAS Y ENFERMEDAD CARDIACA Desde esos momentos es mucho lo que se ha estudiado respecto de la generación de tales patologías. Condiciones tales como la dislipidemia, la hipertensión arterial, el tabaquismo, la obesidad, la inactividad física y gran cantidad de otras situaciones han sido considerados factores de riesgo para esas enfermedades. En tanto, si se exceptúan ciertas situaciones límite, resulta difícil responsabilizar a un solo factor, o llegar a conocer toda la red de causas involucradas en la génesis de las ECv, en especial de las IC, tanto en lo individual como en el nivel de las comunidades humanas. Como no podía dejar de ocurrir, hace ya mucho tiempo que se intenta establecer relaciones entre la actividad laboral humana y las ECv. Las variaciones que se han registrado en las modalidades de enfermar y morir, tanto como en las formas de producir y consumir bienes, han terminado por sedimentarse en los mismos grupos poblacionales. Pudo demostrarse así la existencia de asociaciones entre la ECv y la IC con la inactividad física laboral, el estrés laboral, la exposición a agentes físicos y a sustancias nocivas en el trabajo, etcétera.En lo que concierne a las sustancias químicas, una parte significativa de ellas ha sido directamente implicada en la determinación de efectos agudos o crónicos en el sistema cardiovascular, o ambos a la vez, por intermedio de una diversificada gama de mecanismos fisiopatológicos. Muchos de estos efectos lo son, todavía, en sentido hipotético, pues necesitan ser confirmados. Podemos destacar las lesiones tóxicas en la pared vascular y el miocardio, las modificaciones de la conductividad aurículo-ventricular, la interferencia con sistemas enzimáticos y las lesiones en varios órganos, con repercusiones cardiovasculares. En cuanto a la isquemia de miocardio, entre los posibles efectos de las sustancias químicas deben incluirse tanto los bloqueos funcionales (espasmo coronario) con estructurales del flujo coronario. La aterogénesis causante de estos últimos puede ser producida por acción tóxica directa en el endotelio vascular y en la musculatura lisa de la pared arterial, o bien determinada, de modo indirecto, por la generación o el agravamiento de factores de riesgo de EI, como la hipertensión arterial.Por otra parte, las dificultades para que resulte posible establecer interrelaciones firmes entre la ECv y la exposición laboral a sustancias químicas o en el trabajo no son pocas. Existen los problemas inherentes a las patologías de espectro causal múltiple y complejo. Determinar responsabilidades específicas puede ser difícil, incluso, en relación con los factores considerados más importantes (dislipidemia, hipertensión arterial y tabaquismo). Por otro lado, la exposición múltiple a agentes químicos es bastante común. Si subsisten muchas dudas respecto de los efectos de las sustancias aisladas, podrá imaginarse de qué modo se multiplican esas dudas cuando se tropieza con la acción simultánea de varias.PROBLEMAS CON LA LEGISLACION Los obstáculos no residen solamente en aspectos técnicos. En algunos países, como el Brasil, la misma legislación laboral y de previsión social contribuye a crear dificultades. Si en nuestro país no existen restricciones apriorísticas a temas de investigación y estudio, también es cierto que resulta muy limitada la posibilidad de establecer legalmente las relaciones entre una determinada ECv que un trabajador presente y la tarea que ejecuta. Es obligatorio establecer un nexo causal entre trabajo y enfermedad para que se los relacione formalmente; y lo peor es que las restricciones legales a la formulación de tal nexo, en las enfermedades endémicas, son tantas y tan grandes que hacen imposible afirmar tal vinculación.Los problemas indicados no han disminuido nuestro interés, ni el de otros investigadores, por estos problemas. –Cómo despreciar, en el marco de nuestro trabajo, el estudio de las principales causas de muerte en nuestro país –Cómo aceptar que los preceptos legales son estáticos, cuando la propia Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo son las que estimulan este tipo de investigaciones El grupo de investigadores del que formamos parte se encuentra abocado en estos momentos al estudio de las interacciones entre varios agentes de riesgo en el trabajo, químicos y no químicos, en especial la carga fisiológica de trabajo y la alimentación, en relación con las ECv. Intentamos desarrollar métodos de investigación que puedan ser empleados por los servicios médicos de empresas públicas y privadas; también procuramos que se incorpore el diagnóstico de ECv, sus factores de riesgo clásico y sus conexiones con el mundo del trabajo. Así, por ejemplo, hemos verificado que resulta común el uso de alimentos, por parte de las empresas, para atenuar las presiones determinadas por el trabajo en situaciones peligrosas o en aislamiento social temporario. Esta oferta alimentaria, por lo general excesiva y cualitativamente inadecuada, se asocia con sobrepeso y perfil lipídico de riesgo. Es frecuente que en esos ambientes laborales haya también exposición a sustancias químicas y trabajo en régimen de turnos, con superposición de varios tipos de riesgo. La adecuada valorización de estos aspectos por los servicios médicos de las empresas podría viabilizar, concomitantemente, la prevención y el tratamiento de las perturbaciones individuales, el mejoramiento de la dieta y la reducción de riesgos en las áreas productivas. A nuestro entender, tambien se debe fomentar el abordaje sistemático y flexible del estudio de los perjuicios para la salud que provienen de la actividad laboral, entre ellos la ECv. Si la enfermedad es de origen sistémico, y depende simultáneamente de componentes genéticos e individuales adquiridos, es comprensible que no se desee restringir su estudio a los aspectos sólo laborales, ni tampoco sólo a los no laborales. Un modelo de actuación de esta naturaleza que incorpore, por ejemplo, y en el propio ambiente laboral, la enseñanza de hábitos alimentarios adecuados y el adiestramiento sobre los riesgos que generan las sustancias químicas podría tener repercusiones en todo el ámbito social del trabajador, que de ese modo puede pasar a ser un divulgador de los conocimientos adquiridos entre sus amigos y familiares. Por otra parte, es importante que los sistemas de evaluación no sean rígidos, y adopten modificaciones en función de cada nuevo descubrimiento o cambio; no solamente por la rapidez con que se producen éstos sino también, y acaso principalmente, para que puedan acompañar las profundas transformaciones que la nueva revolución tecnológica en curso está produciendo. Son previsibles nuevas dificultades; la flexibilización de métodos, productos y materias primas, y la incorporación del trabajador multitarea hacen entrever ritmos productivos intensificados, con potencial sobrecarga mental y variados niveles de exposición a los riesgos, con el consiguiente nuevo incremento de las ECv. De ningún modo es este el momento para ser pasivos. La búsqueda asidua de conocimiento, y la incorporación de las investigaciones a la realidad productiva resultan cada vez más indispensables para la preservación de la salud de quien trabaja y de su entorno social.