Artículo completo
En un trabajo publicado en Archivos Argentinos de Pediatría [94(1): 14-20, 1996] pudimos demostrar, en coincidencia con otros autores, que la talla es el factor estadísticamente más significativo de todos los que influyen en la adquisición de masa ósea durante la adolescencia. El peso también aparece como uno de los factores significativos, pero su variación en más o en menos puede ser importante en un período relativamente breve, lo que en un estudio transversal dificulta el análisis. Una nueva publicación en Calcified Tissue International [] tuvo por objeto incluir la talla individual en el análisis de la densidad mineral ósea de niños y adolescentes. Oportunamente, Salud(i)Ciencia resumió ese trabajo. Aquí agregaremos algunas consideraciones adicionales. UNA ECUACION MATEMATICAEl análisis individual «ideal» de la masa ósea será aquel que incluya todos los factores individuales que potencialmente pueden afectarla: talla, peso, actividad física, ingesta previa de calcio, carga genética, edad ósea, etcétera. Como es obvio, resulta imposible en la práctica incluir todos los probables factores. En nuestro último ensayo, entonces, decidimos tomar un factor que aparece como estadísticamente significativo en la región estudiada (columna vertebral lumbar, en incidencia de frente y de perfil; ahora estamos trabajando ya en los datos normativos para cuello femoral, radio y cuerpo entero). Además de su valor estadístico la columna lumbar presenta, como hemos dicho, una variación de incremento constante, en oposición al peso corporal. Desarrollamos entonces una fórmula matemática: DMO_corr = CMO/(área proyectada por altura)En la fórmula, DMO_corr es la DMO corregida por estatura, y CMO es el contenido mineral óseo medido. Esta ecuación posibilita un análisis sencillo, y más ajustado que el mero valor de la DMO tal como lo informa el densitómetro. Así, un valor en el límite inferior de lo normal puede ser plenamente normal para un individuo de escasa talla, o francamente anormal si el sujeto es alto. En consecuencia, corregir el valor de la DMO por la talla evitará ante todo que se sobrediagnostique reducida masa ósea a los individuos de pequeña estatura. Sería interesante comparar los datos obtenidos en niños con diferentes patologías -hipotiroidismo o fibrosis quística, por ejemplo- con los valores normativos que presentamos. Es posible que, por presentar escasa talla, secundaria a su patología de base, la «baja» masa ósea de estos sujetos sea, en realidad, adecuada para su estatura. CUAL ES EL ANALISIS INDIVIDUAL IDEALAhondando más en torno al análisis de la medición «ideal» de masa ósea, deberían tomarse en cuenta factores biomecánicos. Habría que analizar también la estructura espacial del hueso, y no meramente la cantidad de materia que contiene. Para ello se encuentran actualmente en estudio nuevas tecnologías, como la tomografía computada cuantitativa periférica. Son de destacar en ese aspecto los trabajos del doctor José Luis Ferretti en Buenos Aires. De todos modos, la densitometría ósea convencional es, por el momento, el instrumento de elección en pediatría, por su accesibilidad, su costo relativamente bajo y la escasa dosis de radiación a que expone a los individuos en estudio.