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El desarrollo tecnológico generado durante las últimas tres décadas ha permitido contar con herramientas de estudio de gran alcance en el área biomédica. Entre ellas se incluye la preparación de reactivos biológicos de alta especificidad como los anticuerpos monoclonales o las sondas de ácidos nucleicos, así como el desarrollo de metodologías de alta sensibilidad que utilizan estos reactivos, entre las cuales podríamos citar el ELISA, los ensayos de reconocimiento antígeno-anticuerpo tipo Western, de hibridización tipo Southern (DNA-DNA) y Northern (DNA-DRN), así como los protocolos de amplificación molecular como el LCR, el PCR y sus distintas modalidades. En el campo de estudio de las parasitosis de interés médico y veterinario se han logrado adelantos espectaculares gracias a que en el laboratorio se han podido establecer cultivos axénicos de algunos protozoarios, incluyendo Giardia, Entamoeba, Leishmania, Trypanosoma y Blastocystis, por citar algunos. Es posible, incluso, reproducir in vitro el ciclo biológico de algunos de estos organismos y obtener los diferentes estadios en forma aislada y en cantidades abundantes, lo cual abre una amplia perspectiva en el estudio del papel activo que desempeña un parásito en las infecciones que ocasiona. Por otro lado, el desarrollo de modelos experimentales nuevos como los jerbos (Meriones unguiculatus) y la obtención de cepas de ratón con deficiencias inmunológicas específicas, o bien con genes inactivados (knockout) o transferidos (transgénicos), no sólo ofrecen condiciones idóneas para el mantenimiento y la obtención de estadios de protozoarios y helmintos con ciclos de vida muy complejos, sino que permitirán profundizar en el conocimiento de factores del parásito involucrados en la patogenicidad y la regulación de respuestas inmunes eficaces del hospedero. Esto último incluye el desarrollo de vacunas potenciales contra enfermedades como la toxoplasmosis o el paludismo, para cuyo caso ya se ha desarrollado una vacuna recombinante (SPf66), eficaz en un porcentaje considerable de casos. En lo referente al control epidemiológico, actualmente se están realizando trabajos destinados a detectar y caracterizar biomoléculas involucradas en el reconocimiento parásito-vector (por ejemplo, en dengue y malaria), a fin de desarrollar especies de moscos como Aedes, Lutzomya y Anopheles refractarios a infecciones por virus o protozoarios patógenos para el ser humano. En este contexto, en 1995 tuvimos oportunidad de organizar un simposio con el auspicio de la Academia Nacional de Medicina de México, enfocado al análisis de los adelantos de diferentes grupos de investigación en México en relación con aspectos como la caracterización molecular de mecanismos de patogenicidad, expresión genética y especiación de diversos organismos parásitos, y el impacto de estos estudios en el ámbito de la regulación de la respuesta inmune del hospedero, el desarrollo de protocolos de diagnóstico molecular y su potencial empleo en protocolos profilácticos para las parasitosis estudiadas. De hecho, las líneas de trabajo planteadas han generado informes científicos posteriores que complementan la información medular expuesta en el simposio. Así, se abordó el estudio de los mecanismos moleculares involucrados en procesos propios de la patogenicidad de algunos parásitos. En el caso de la invasión de la célula huésped por parte de microsporidios de la especie Nosema algarae, parásitos de moscos anofelinos, los análisis de videomicroscopia de contraste acentuado electrónicamente (VMCAE) realizados por el grupo de investigación del Dr. Eugenio Frixione denotan y describen el mecanismo cinemático de disparo del filamento polar que permite posteriormente la reproducción intracelular de las esporas en su hospedero artrópodo. Una perspectiva interesante de estos estudios es que se podrá utilizar experimentalmente estas especies de microsporidios para el control de vectores del paludismo. Otro episodio abordado con una estrategia similar en el informe del Dr. Ricardo Mondragón es la inducción artificial de motilidad e invasividad del taquizoíto de Toxoplasma gondii, en el que por VMCAE se han podido ilustrar y cuantificar movimientos rotativos y de torsión y deslizamiento cuando el organismo sufre modificaciones en la membrana, mediadas por acción enzimática exógena, que permiten probablemente el tráfico de iones como el calcio, que participa como segundo mensajero en la transducción de señales intracelulares. Actualmente este grupo cuenta con datos de modelación tridimensional computarizada que permiten sugerir con mayor precisión el papel de algunos complejos macromoleculares -como el citoesqueleto- en estos fenómenos. Con relación a los episodios de señalización molecular mencionados, los datos aportados por el grupo de trabajo de la Dra. Isaura Meza sugieren un papel activo de algunos componentes como la proteína cinasa C y el calcio citoplasmático de fuente extracelular en la adhesión de Entamoeba histolytica a sustratos tipo matriz extracelular como la fibronectina. Los adelantos más recientes de este grupo han permitido identificar algunas proteínas contráctiles y proteínas cinasas como pp125FAK, así como fosfolipasa C y proteínas G en la cascada de transducción de señales en la adhesión de este parásito a substratos que podrían favorecer su migración extraintestinal. El análisis genético comparativo es actualmente un área muy abordada en la caracterización de aislados clínicos y cepas de laboratorio de parásitos como Leishmania braziliensis o L. mexicana mexicana, los cuales pueden generar afecciones cutáneas localizadas (LCL) o diseminadas de evolución mortal (LCD). Estas dos especies presentan variaciones genéticas entre sí; sin embargo, en el grupo de trabajo de la Dra. Ingeborg Becker se utilizaron metodologías como análisis de esquizodemos de ADN de kinetoplasto y RAPD (amplificación aleatoria de ADN polimórfico) en aislados clínicos de estas especies, y se observó un polimorfismo interespecie en los patrones de esquizodemos, mientras que el RAPD permitió identificar patrones diferenciales a nivel interespecie en L. mexicana mexicana. Estos hallazgos se han extendido hacia más aislados, y sugieren que la variación genotípica intraespecie puede tener una relación con los cuadros de LCL y LCD causados por la misma especie. En el mismo contexto la Dra. Lilián Yépez informó algunos hallazgos recientes de distintos grupos en los cuales, por análisis de PCR y RAPD-PCR, empleando secuencias repetidas del genoma por Trichinella spiralis como iniciadores, se ha podido diferenciar esta especie de otras como T. nativa, T. T5 y T. britovi. Con relación a lo anterior, durante la IX Conferencia Internacional de Triquinelosis que tuvo lugar en la ciudad de México en agosto de 1996, se presentaron estrategias que permiten la correcta especiación de aislados de Trichinella con base en caracterización de antígenos y perfiles genotípicos. En lo referente a la manipulación del genoma de parásitos, ésta se considera actualmente un área en auge por dos razones fundamentales: por un lado, permite la identificación inequívoca de biomoléculas que participan en la patogenicidad de estos organismos, y por otra, puede permitir la obtención de cepas con posible utilidad vacunal y de moléculas puras para fines diagnósticos y profilácticos. En el caso de E. histolyticaight228 spiralis como iniciadores, se ha podido diferenciar esta especie de otras como T. nativa, T. T5 y T. britovi. Con relación a lo anterior, durante la IX Conferencia Internacional de Triquinelosis que tuvo lugar en la ciudad de México en agosto de 1996, se presentaron estrategias que permiten la correcta especiación de aislados de Trichinella con base en caracterización de antígenos y perfiles genotípicos. En lo referente a la manipulación del genoma de parásitos, ésta se considera actualmente un área en auge por dos razones fundamentales: por un lado, permite la identificación inequívoca de biomoléculas que participan en la patogenicidad de estos organismos, y por otra, puede permitir la obtención de cepas con posible utilidad vacunal y de moléculas puras para fines diagnósticos, los Dres. Alejandro Alagón y Paul Lizardi presentaron adelantos en el desarrollo de vectores para transfección estable en este parásito que contienen genes como el L21-actina y el del RNAr acoplados a genes deTrichinella con base en selección como fosfotransferasa de higromicina B. Actualmente cuentan con protocolos de electroporación y lipofección estandarizados que permiten la selección de amibas transformadas episomalmente para el análisis molecular de rutas secretoras que involucran componentes específicos de retículo endoplasmático. Otro protozoario no menos interesante por su regulación genética tan peculiar es Trypanosoma cruzi, con respecto al cual el trabajo presentado por los Dres. Roberto Hernández y Santiago Martínez ilustra el empleo de un plásmido modificado (pTRAP) que permite la transformación de tripanosomas por electroporación, la selección por resistencia al aminoglicósido G418 y el análisis y la caracterización de regiones promotoras de genes de RNAr y otros más de interés biológico. Por lo que respecta a la clonación y la síntesis de péptidos recombinantes, el grupo de los Dres. Pascal Herión y Rafael Saavedra logró sintetizar un grupo de epitopos de la proteína ROP2 de Toxoplasma gondii, entre los cuales el 197-216 ha mostrado capacidad estimuladora para células T de individuos inmunes, y es posible candidato como vacuna en toxoplasmosis. La Dra. Lilián Yépez informó, asimismo, la obtención de un péptido recombinante que forma parte de los antígenos de superficie y de excreción-secreción de la larva muscular de Trichinella spiralis y su uso para el desarrollo de protocolos de ELISA a fin de detectar anticuerpos contra este helminto en muestras séricas de cerdos destinados al consumo humano. El péptido aislado fue específico para la detección de triquinosis porcina, aunque la sensibilidad es menor comparada con la que se obtiene cuando se emplean antígenos TsL1 del parásito. Finalmente, también se presentaron trabajos relacionados con la regulación de la respuesta inmunitaria ante infecciones por protozoarios y helmintos. El Dr. Roberto Kretschmer ilustró algunas de las experiencias de su grupo en las que se analizó el posible papel del eosinófilo en el control de la aparición del absceso hepático amibiano en modelos de eosinofilia experimental y la resistencia de esta población leucocitaria al efecto paralizante del FILM (factor inhibidor de la locomoción de monocitos) producido por la amiba. En el caso de infecciones del tracto gastrointestinal a nivel luminal, la inmunología local o de mucosas es un área en franca expansión ya que, como reflexiona el Dr. Marco A. Vega en su informe, posiblemente esta inmunidad participa principalmente en la eliminación de lo «extraño» y no de lo «alterado», para lo cual se estimularía la inmunidad sistémica. En este contexto, su grupo de trabajo ha desarrollado estrategias para el estudio de respuestas inmunes a nivel humoral y celular mucosal en cerdos infectados experimentalmente por Trichinella spiralis. Estas incluyen la separación y el análisis sobre la proliferación de linfocitos epiteliales y de la lámina propia intestinal de cerdos infectados por el parásito, estimulados con mitógenos y antígenos de T. spiralis. Asimismo, se han empleado un conjunto de anticuerpos monoclonales contra receptores de linfocitos del cerdo que han permitido analizar los diferentes tipos celulares (CD2+, CD4+, CD8+, etc.) de los linfocitos en los diferentes compartimientos del intestino. Considerados estos trabajos en forma conjunta, se observa que existen directrices específicas sobre las áreas de importancia prioritaria de las parasitosis abordadas y se pueden visualizar perspectivas alentadoras no solamente en el conocimiento sobre la biología básica de los parásitos y sobre las infecciones que éstos causan, sino también para un mejoramiento futuro de los sistemas de detección clínica y ambiental de diversos procesos infecciosos, así como para el control profiláctico y epidemiológico de estas enfermedades.