Artículo completo
La mayoría de las mujeres que sufren incontinencia urinaria no buscan asistencia médica para este problema, a pesar de que interfiere considerablemente con el quehacer laboral y con la actividad social y sexual. La esperanza de que el síntoma desaparezca en forma espontánea, y la vergüenza que les produce el hecho de tener que comentar el problema con un médico parecen ser las causas más importantes por las cuales las mujeres con estas dificultades no buscan asistencia médica. Existe también la percepción, entre las mujeres jóvenes, de que la incontinencia urinaria es un síntoma normal (y que por lo tanto no requiere ayuda), mientras que las mujeres de más edad no buscan asesoramiento por temor de que se les indique cirugía. Brindando más atención a este problema, así como a su detección y su tratamiento temprano, sería posible reducir la morbilidad asociada con la incontinencia y los costos que implica en el cuidado de personas de edad avanzada. Los profesionales de la salud apuntan al desarrollo de estrategias de promoción sanitaria con el uso de modelos enérgicos como el Health Belief Model y el PRECEDE para la planificación de estrategias educacionales en salud.Para desarrollar programas eficaces de promoción de la continencia que alienten a las mujeres a adoptar las conductas que se consideran necesarias para prevenir la aparición de incontinencia urinaria, es esencial determinar qué tan probable es que las mujeres desarrollen este trastorno. Esto se denomina «percepción de susceptibilidad», y es un importante factor pronóstico del comportamiento relacionado con la salud. En el estudio de incontinencia durante el embarazo a las mujeres se les preguntó qué tan probable consideraban ellas la aparición de incontinencia en una etapa más avanzada de la vida. Sus respuestas se resumen en la tabla 1. No se observaron diferencias significativas entre las respuestas proporcionadas por el total de las mujeres y por aquellas que informaron haber sufrido incontinencia urinaria durante el embarazo.El hecho de que casi el 40% de las mujeres estudiadas no supieran qué probabilidades tenían de sufrir incontinencia urinaria más adelante muestra que las mujeres deben ser educadas sobre la prevalencia de la incontinencia y de los factores que pueden contribuir, con el objetivo de motivar en ellas la adopción de una conducta tendiente a lograr la continencia.Dos factores importantes asociados con la incontinencia urinaria que deberían ser especialmente incluidos en las campañas de tratamiento de la incontinencia son los ejercicios de los grupos musculares del piso de la pelvis y la prevención de la constipación, que puede influir en forma negativa en los músculos del piso pélvico. Si bien el presente estudio investigó el nivel de estos músculos entre las mujeres participantes del estudio y exploró la asociación entre la incontinencia urinaria y la constipación durante el embarazo, hay otros factores que no fueron incluidos en esta publicación: la prevalencia de constipación durante el embarazo, la información suministrada a las mujeres por los profesionales de la salud acerca de este trastorno y si las mujeres consideraban que el período del embarazo era una buena oportunidad para recibir información.En el estudio se definió «constipación» como el movimiento de intestinos dos veces a la semana o menos, o la necesidad de ejercer fuerza o pujar durante el 25% del tiempo o más. El 39% de las mujeres registró constipación: el 23.7%, en forma ocasional; el 8.9%, a menudo, y el 6.6%, casi siempre. Entre las mujeres que presentaron constipación durante el embarazo, el 17.4% (6.6% del total de la muestra) tenía antecedentes de constipación aun antes de los embarazos o nacimientos. Mientras que la publicación puntualizó las oportunidades perdidas para brindar información sobre la función de la musculatura pelviana, el estudio en sí mismo mostró las oportunidades perdidas para instruir a las mujeres acerca de los efectos de la constipación sobre el piso pelviano y sobre cómo podrían evitar la constipación en el futuro. Mientras que el 37.3% de las mujeres informó haber recibido información durante el embarazo, el 83.6% estuvo de acuerdo en que estos datos deberían ser otorgados durante la gestación; 4.6% no estuvieron de acuerdo y 11.8% no supieron responder si la información debería ser dada de rutina durante el embarazo.Para el desarrollo de medidas eficaces contra la incontinencia se deberían seguir prácticas de promoción de la salud. No hay lugar para el desarrollo ad hoc y la implementación de intervenciones. Las intervenciones bien diseñadas puntualizadas por programas de promoción de salud deberían ser universalmente aplicables para evitar la pérdida de tiempo y de dinero.