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DEFICIENCIA INVERNAL DE VITAMINA D EN VARONES ADOLESCENTES: EFECTOS SOBRE LA FUNCION PARATIROIDEA
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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Autor:
Serge Guillemant
Columnista Experto de SIIC



Artículos publicados por Serge Guillemant 

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Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
En 1985 publicamos un artículo titulado «Variación estacional de la PTH dependiente de la vitamina D en varones adolescentes en crecimiento», en el que informábamos de los resultados de un estudio realizado con 28 adolescentes varones (edad entre 13 años y 6 meses y 15 años y 9 meses) de un centro de entrenamiento para jinetes.

Resumen



Clasificación en siicsalud
Artículos originales> Expertos del Mundo>
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Especialidades
Principal: Medicina InternaOsteoporosis y Osteopatías Médicas
Relacionadas: Endocrinología y Metabolismo

DEFICIENCIA INVERNAL DE VITAMINA D EN VARONES ADOLESCENTES: EFECTOS SOBRE LA FUNCION PARATIROIDEA

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
Se estudiaron al final del verano (septiembre de 1993) y 6 meses después, al final del invierno (marzo de 1994). Se obtuvieron muestras de sangre y se determinaron la 25-hidroxivitamina D [25(OH)D] y la hormona paratiroidea intacta (PTH1-84). La 25(OH)D se midió con un ensayo de competición proteica (Amersham International, Amersham, Gran Bretaña); la PTH1-84 sérica se determinó mediante una prueba inmunorradiométrica para PTH intacta (Nichols Institute, San Juan Capistrano, California). Las concentraciones de 25(OH)D sérica, que en septiembre eran de 29.96 ± 7.46 µg/l, habían descendido significativamente (p=0.0001) en marzo a 6.61 ± 2.04 µg/l (disminución promedio de 23.31 ± 6.6 µg/l). Estos niveles eran significativamente inferiores (p = 0.0003) que los observados en 12 varones adultos jóvenes en el mismo período (12.4 ± 5.0 µg/l). Mientras tanto, la PTH había aumentado significativamente (p = 0.0001) desde 22.8 ± 7.44 ng/l en setiembre, hasta 30.33 ± 8.05 ng/l en marzo (incremento promedio de 8.59 ± 8.53 ng/l).Realizamos un segundo estudio, que incluía a los pacientes del primero, pero ampliado con un grupo mayor de adolescentes durante 18 meses, con el fin de comprobar si las variaciones estacionales de la vitamina D y las variaciones inversas de la función de la PTH se mantenían durante la pubertad. Participaron en el estudio 60 adolescentes varones del mismo centro de entrenamiento de jinetes (Le Moulin é Vent, Gouvieux, Francia). Como en el primer estudio, fueron estudiados en el otoño, cuando se alistaron en el centro, y después a intervalos de 6 meses durante 18, tanto al final del verano (septiembre y octubre) como al final del invierno (marzo). En cada evaluación, se midieron el peso y la talla, se determinó el estado puberal y se tomaron muestras de sangre para medir la 25(OH)D, la PTH y la testosterona. Observamos que estos individuos eran delgados y de baja estatura, de acuerdo con los criterios de inclusión. Sin embargo, la maduración sexual era normal. Durante el estudio, las concentraciones de testosterona aumentaron regularmente desde 3.3 ± 1.9 µg/l hasta 4.6 ± 1.2 µg/l, y muchos de ellos habían alcanzado la pubertad.Las variaciones estacionales de 25(OH)D y de PTH se presentan en las figuras 1 y 2. Mientras que las concentraciones de 25(OH)D al final del verano se encontraban entre 20 y 30 µg/l (29.2 ± 8.2 µg/l en septiembre y 20.7 ± 6.6 µg/l en octubre), después del invierno disminuyeron por debajo de 10 µg/l (8.2 ± 2.7 µg/l y 8.5 ± 2.4 µg/l en marzo). Durante este tiempo, las concentraciones de PTH, que en septiembre eran de 23.8 ± 8.4 µg/l aumentaron a 39.4 ± 10.7 µg/l en marzo. (16.5-68.2 ng/l), disminuyendo a 26.6 ± 9.6 en octubre y aumentando de nuevo a 38.9 ± 13.1 ng/l en marzo (15.5-70.5 ng/l). Las diferencias entre las concentraciones a finales del verano y a finales del invierno eran altamente significativas (p = 0.0001), tanto para la 25(OH)D como para la PTH. Se observó relación negativa significativa (p = 0.0001; r = 0.511) entre la PTH y la 25(OH)D (ver figura 3). Esto muestra que pueden hallarse concentraciones elevadas de PTH cuando los valores de 25(OH)D se encuentran por debajo de 20 µg/l.Como demuestra este estudio, los varones adolescentes presentan una variación estacional de 25(OH)D muy pronunciada. Los niveles promedio después del verano en nuestro grupo de adolescentes fueron relativamente altos, confirmando una exposición prolongada a la radiación solar (en Francia, el suplemento de vitamina D en la dieta es mínimo), mientras que al final del invierno eran muy bajas. Estas concentraciones bajas de 25(OH)D podrían deberse no sólo a la disminución de la producción en invierno, sino también a la disminución de la capacidad de almacenar vitamina D en estos adolescentes delgados y de corta estatura, puesto que se ha demostrado que la vitamina D se deposita preferentemente en el tejido adiposo (3) y que la variación estacional de sus concentraciones es mayor en los sujetos delgados que en los obesos (4). La disminución de las concentraciones de 25(OH)D es muy rápida, lo que podría explicar que los niveles en octubre fueran significativamente menores que los de septiembre.Las variaciones estacionales de PTH y de 25(OH)D fueron opuestos, y se encontró una relación negativa entre ambas concentraciones. Los cambios estacionales de 25(OH)D y PTH simultáneamente a los cambios estacionales de la densidad mineral ósea se han descripto también en las mujeres ancianas (5). Está bien documentado el hiperparatiroidismo secundario en las personas mayores, debido a una reducción de las reservas de vitamina D, que produce disminución de la densidad mineral ósea y aumento del riesgo de fracturas (6). En contraste, hay pocos datos sobre las concentraciones de PTH en sujetos jóvenes y las posibles consecuencias sobre el metabolismo óseo, excepto los de Oliveri y colaboradores (7). Estos autores describieron signos óseos radiológicos de hipersecreción de PTH en niños que vivían en el sur de Argentina (latitud 55° sur). En el presente estudio, sólo unos pocos sujetos presentaron concentraciones de PTH superiores al rango normal después del invierno. Aun más, los niveles bajos de 25(OH)D podrían, por sí mismos, influir negativamente en la absorción de calcio (8), y en esta etapa de la vida se ha demostrado que existe fragilidad transitoria del hueso (9). Se necesitan más investigaciones sobre los posibles efectos adversos del déficit estacional de vitamina D que se producen durante el pico del crecimiento puberal.


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