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EL CEREBRO PARANORMAL. FUNDAMENTOS NEUROPSICOLÓGICOS DE LAS CREENCIAS ESOTÉRICAS Y CONSECUENCIAS PARA EL RAZONAMIENTO CREATIVO Y LA NEUROPSIQUIATRÍA
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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brugger.gif Autor:
Peter Brugger
Columnista Experto de SIIC



Artículos publicados por Peter Brugger 
Coautor
Kirsten I. Taylor* 
Dra., Zurich, Suiza*

Recepción del artículo: 19 de julio, 1999

Aprobación: 23 de mayo, 2000

Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
Los creyentes en fenómenos esotéricos proporcionan la oportunidad de estudiar los sustratos neuropsicológicos del pensamiento paranormal y, en consecuencia, la posibilidad de entender mejor las enfermedades psiquiátricas.

Resumen



Clasificación en siicsalud
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Especialidades
Principal: Salud Mental
Relacionadas: Diagnóstico por ImágenesMedicina InternaNeurología

EL CEREBRO PARANORMAL. FUNDAMENTOS NEUROPSICOLÓGICOS DE LAS CREENCIAS ESOTÉRICAS Y CONSECUENCIAS PARA EL RAZONAMIENTO CREATIVO Y LA NEUROPSIQUIATRÍA

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
El presente ensayo intenta defender la interesante tesis que sostiene que las creencias en temas sin basamento científico o por lo menos controvertidos son al menos tan dependientes de factores neuropsicológicos como de factores culturales o sociales. Actualmente, esta visión no es la comúnmente aceptada. A pesar de que la comunidad científica admite de buen grado que las habilidades cognitivas son altamente dependientes de la anatomía funcional del sistema nervioso central y de que las bases neurológicas de las reacciones afectivas y emocionales como también del comportamiento moral comienzan a ser consideradas válidas, la mayoría de las personas tácitamente acepta que las «creencias» son consecuencia de la «libre voluntad» más que de las propiedades funcionales del cerebro.Aquí proporcionamos una revisión de la investigación experimental llevada a cabo en nuestra institución1 durante la década pasada acerca de los fundamentos neuropsicológicos de las creencias. Hemos examinado una categoría particular de creencia especialmente difundida entre individuos sanos, con buen nivel de escolaridad, pertenecientes a sociedades modernas. En este caso nos referimos principalmente a las creencias «mágicas» o esotéricas. Mientras que un «incrédulo» en los fenómenos mágicos o esotéricos percibe dos eventos fortuitos o coincidentes como tales, los «creyentes» los perciben como significativamente asociados. Dado que la fuente de estos eventos asociados, que carecen de una conexión lógica visible, es por definición misteriosa, los creyentes atribuyen su origen a una causa ilógica o paranormal (por ejemplo telepatía, clarividencia, precognición). Por más acotada que parezca, esta investigación posee repercusiones muy amplias para las conceptualizaciones neuropsicológicas de la creatividad y, como veremos, para la neuropsiquiatría actual.Creencia paranormal y proceso asociativoUna cantidad considerable de investigaciones experimentales han analizado el modo en que los individuos normales perciben el 8É3 azar. Tales investigadores han demostrado que los sujetos sanos juzgan series de ítems como menos casuales o aleatorios si sus elementos consecutivos se encuentran significativamente asociados. Por ejemplo, cuando se les solicita dictaminar cuál de las dos series de tiros sucesivos de un dado 1-1-1-1-1 y 5-1-6-2-4 tiene menor probabilidad de salir, la mayoría de las personas eligen la primera (a pesar de que ambas series son igualmente probables) debido a que sus números se encuentran significativamente relacionados (son iguales). Si una relación es significativa o no lo es sólo puede decirlo el sujeto que la percibe; podría ser que fueran las series 1-2-3-4-5 o 2-1-2-7-1 (la fecha de nacimiento de una persona) o el trío de palabras tío-autobús-tigre (debido a que el individuo y su tío recientemente ha realizado una excursión en autobús al zoológico). La diferencia entre los creyentes y los incrédulos radica en que cuando se los enfrenta a un grupo aleatorio de ítems, los creyentes perciben muchas más relaciones significativas que los incrédulos. Más aún, cuando se los instruye para generar series aleatorias, las respuestas de los creyentes se ven mucho más significativamente relacionadas que las correspondientes a los incrédulos. Estos hallazgos se han demostrado con una gran variedad de paradigmas experimentales. El primer fundamento proviene de los experimentos de aleatorización. Por ejemplo, al solicitar una opinión acerca de la probabilidad de repetición de secuencias de los tiros sucesivos de un dado, quienes creen en la percepción extrasensorial (PES) estimaron que las secuencias con escasas repeticiones consecutivas eran significativamente más probables que lo que pensaron los no creyentes; estas escasas repeticiones eran más significativas para los creyentes que para los incrédulos (Brugger y colaboradores, 1990). Asimismo, cuando se solicitaba la elaboración de números aleatorios imitando los tiros de un dado, los creyentes proporcionaban números repetidos con menor frecuencia que los incrédulos (véase Brugger, 1997, reiteraciones posteriores). Tales hallazgos han sido reproducidos con pares de objetos asociados (Brugger y colaboradores, 1995). Se les requería a sujetos con los ojos vendados que arrojaran un cubo con tres figuras diferentes (cada una de ellas reproducida en la cara opuesta del dado) y luego de cada tiro se les solicitaba que adivinaran cuál de las figuras creían que aparecería en la cara superior del dado: el dibujo ambiguo de un pato/conejo, un paisaje con juncos o una zanahoria (figura 1). Mientras que los sujetos que habían identificado el animal ambiguo como un «pato» evitaron formar el par con la respuesta «juncos», quienes habían afirmado que el animal ambiguo era un «conejo» no formaron los pares con la «zanahoria». Esta «evitación de la repetición semántica» fue significativamente más acentuada en los creyentes que en personas que no creen en la PES. El mismo modelo de resultados se encontró al instruir a los individuos para que valoraran la asociación por similitud de pares de dibujos lineales conformados de manera aleatoria (Brugger 1992; Brugger y colaboradores, 1994b), para decidir si los modelos de puntos presentados aleatoriamente por taquistoscopia eran significativos (Brugger y colaboradores, 1993b; ver Blackmore, 1994, para una reiteración) o para valorar la relación asociativa entre pares de sustantivos unidos al azar. (Brugger & Graves, 1998): los creyentes eran más propensos para _:É3 percibir una asociación significativa entre estímulos casuales que los incrédulos. La cuestión siguiente consiste en dilucidar si los creyentes están más predispuestos a desarrollar teorías ilógicas o paranormales acerca del origen de estos estímulos casuales percibidos significativamente. (INSERTAR LA FIGURA 1 DE BRUGFIGU.DOC; CAMBIARLE EL EPIGRAFE INGLES POR EL ESPAÑOL) Hemos, por lo tanto, adoptado la prueba de resolución de problemas tomada de la literatura conductista sobre el comportamiento «supersticioso» (ver Brugger y colaboradores, 1994a, para una revisión más amplia), que propone entregar recompensas independientemente de las respuestas del sujeto. Así hemos encontrado que las personas que obtienen puntajes altos en la Escala de Ideación Mágica de Eckblad y Chapman (1983) que mide la convicción en las creencias paranormales estaban más inclinadas a creer en la existencia de asociaciones más allá de la casualidad entre sus respuestas motoras durante el juego y nla retroalimentación positiva que en realidad no estaba relacionada con sus respuestas (pero que, en cambio, dependió del lapso transcurrido entre las respuestas; Brugger & Graves, 1997a). De modo similar, la creencia en lo paranormal se asociaba positivamente con la creencia de que uno es capaz de influir en la casualidad (la «ilusión de control»; Strickland y colaboradores, 1996) en una serie de encuadres experimentales (Blackmore & Troscianko, 1985; Brugger y colaboradores, ). Hemos interpretado los resultados de estos variados paradigmas experimentales como evidencia convergente de una tendencia acentuada por parte de los creyentes para ver conexiones llenas de significado entre estímulos «neutrales», para producir asociaciones subjetivamente más significativas frente a estímulos objetivamente no pautados y percibir una finalidad causal en eventos coincidentes. La pregunta que surge entonces es: –Cuál es el sustrato neuropsicológico de estos hallazgos En el intento de responder a este interrogante, hemos recurrido a estudios que han investigado los fundamentos de la semántica asociativa. Contribuciones del hemisferio derecho (HD) al procesamiento semántico asociativoUno de los mitos que más ha influido en la neuropsicología moderna es la concepción que describe al hemisferio izquierdo (HI) como el lugar exclusivo del procesamiento del lenguaje. Sin embargo, se ha reconocido al menos desde los experimentos con los llamados pacientes con «cerebro dividido» que el HD, en verdad, también posee competencia en el lenguaje, en particular en el campo de las asociaciones semánticas (por ejemplo, la comprensión de cómo los conceptos se relacionan por sus significados). Una función bien establecida del HD relacionada con el lenguaje es la apreciación de asociaciones específicamente distantes, remotas, oblicuas o indirectas. Una evidencia arrolladora de los estudios semánticos lateralizados (ver figura 2, para la técnica experimental básica) ha demostrado que mientras el HI aprecia ­7É3 mejor las palabras o conceptos relacionados directa o estrechamente, el HD desempeña un papel dominante en la apreciación de las palabras o conceptos relacionados de manera más remota (Beeman y colaboradores, 1994; Chiarello & Richards, 1992; Nakagawa, 1991; Weisbrod y colaboradores, 1998). Tales hallazgos han sido reproducidos en un estudio eletrofisiológico donde se observaron activaciones comparables entre ambos hemisferios cuando los individuos procesaban información directamente relacionada (como «gallina-huevo»), pero una activación exclusiva del HD cuando se procesaba información relacionada indirectamente (como «limón-dulce») (Kiefer y colaboradores, 1998). Se han documentado resultados similares con el empleo de estímulos metafóricos en los cuales son inherentes conceptos ampliamente relacionados: tareas lateralizadas (Rodel y colaboradores, 1992), estudios con sujetos con daño cerebral unilateral (Brownell y colaboradores, 1990), y trabajos electrofisiológicos (Hagoort y colaboradores, 1996) y de neuroimágenes funcionales (Bottini y colaboradoŒres, 1994) han confirmado la gran habilidad del HD para procesar metáforas. (INSERTAR LA FIGURA 2 DE BRUGFIGU.DOC; CAMBIAR EPIGRAFE Y PEGOTES) Si la gente que mantiene creencias esotéricas presenta mayor inclinación a percibir información no pautada o que no responde a un modelo como asociada de manera significativa, y si el HD es responsable por la comprensión de la información asociada indirectamente–significa esto que los creyentes poseen una predisposición a procesos mentales del hemisferio derecho Para responder a esta pregunta, los estudios han aprovechado el hecho de que cada hemisferio es responsable del despliegue de la atención y del procesamiento inicial de la información visual (luego de la cual la información atraviesa el cuerpo calloso y se dirige hacia el hemisferio opuesto) desde el campo hemisférico contralateral (es decir, el HI es el responsable del área derecha del espacio y el HD, de la izquierda). Por cierto, la propensión izquierda de la atención y la percepción de los creyentes (esto es el HD) fue más pronunciada comparada con los incrédulos (Brugger & Graves, 1997b; Taylor y colaboradores, 1999). Desde entonces este resultado ha sido reproducido con estímulos olfativos presentados unilateralmente (Mohr y colaboradores, 1999) y en una prueba taquitoscópica semántica primaria (Pizzagalli y colaboradores, en prensa). Los estudios de campo visual dividido de procesamiento del lenguaje de bajo nivel (esto es, coloquial) han demostrado también una mayor actividad relativa del HD en personas con creencias paranormales (Brugger y colaboradores, 1993a; Leonhard & Brugger, 1998), lo cual es un hallazgo significativo ya que revela una función del HD en una tarea para la que generalmente se acepta la dominancia del HI. Consecuencias para la comprensión de la creatividad La creatividad es la capacidad de zanjar brechas asociativas. Resulta indispensable para un enfoque flexible a un problema no resuelto y fundamentalmente para el surgimiento de nuevas ideas. ­7É3 El concepto del principal compromiso del HD en el razonamiento creativo no es nuevo, pero se ha visto severamente criticado debido a que aún no se ha propuesto un modelo claro y confiable que pueda probarlo (ver en particular Hines, 1991). Una solución para el dilema planteado podría poner el énfasis en el sistema de procesamiento asociativo semántico del HD en el pensamiento creativo. De hecho, quienes creen en los fenómenos paranormales no sólo proporcionan asociaciones más remotas en la generación espontánea de palabras (Duch„ne y colaboradores, 1998) sino también soluciones más originales en tareas de creatividad verbal (Gianotti y colaboradores, 1999). Varias investigaciones interesantes y fácilmente comprobables que cuestionan el empleo de la metodología y los paradigmas mencionados anteriormente están disponibles para responder la siguiente pregunta: –Las personas altamente creativas evidencian una predisposición a la función cerebral del HD Más aún, –cuáles son las similitudes y las diferencias entre creatividad y creencias paranormales Consecuencias para la neuropsiquiatríaLos temas delineados anteriormente no sólo son pertinentes para entender las creencias paranormales sino que también pueden aplicarse a las personas con creencias anormales, es decir, a los pacientes psiquiátricos. Se piensa que el origen neuropsiquiátrico de los trastornos psicóticos reside en anomalías estructurales, fisiológicas y por lo tanto del comportamiento en las regiones temporales del HI (Shenton y colaboradores, 1992; Bruder y colaboradores, 1999). Sin embargo, ya que la investigación médica históricamenre se ha abocado a los síntomas deficitarios, muchos estudios que registran un deterioro del HI, por ejemplo en la esquizofrenia, no han considerado que es más probable que los síntomas psiquiátricos «positivos», o «productivos» (alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento), constituyan el producto del funcionamiento compensatorio del HD y no de un HI lesionado per se. Cabe destacar que entre la abrumadora evidencia de una tendencia a la función del HD en sujetos con esquizofrenia grave están los hallazgos que muestran que el delirio está asociado con una tendencia mayor de la atención del HI (Bracha y colaboradores, 1993; Harvey y colaboradores, 1993), que los pacientes esquizofrénicos con síntomas productivos generan un elevado pocentaje de asociaciones remotas en tareas clásicas de asociaciones de palabras (Chapman & Chapman, 1973), y que los esquizofrénicos con trastornos del pensamiento presentan resultados semánticos primarios incrementados anormalmente («hiperestimulación primaria», hyperpriming, Spitzer, 1997; Weisbrod y colaboradores, 1998), especialmente pares-blanco primarios relacionados indirectamente con los relacionados directamente (Spitzer y colaboradores, 1993). Estos paralelismos neuropsicológicos entre las personas con creencias paranormales y anormales –significan que la creencia paranormal es un indicador de esquizofrenia latente La respuesta es un rotundo íno! La diferencia entre estos dos grupos de individuos no solamente es cuestión de la cantidad de creencias o ­7É3 la convicción con la que se defienden, sino que va mucho más allá: las enfermedades psiquiátricas se caracterizan por una complicada patogenia biológica, psicológica y sociológica y por síntomas que privan a los pacientes de conservar el control de sus vidas, de establecer o mantener vínculos normales y que los paralizan ante los desafíos impuestos por el mundo o su propia persona. Entonces, –por qué estamos debatiendo el paralelismo entre el pensamiento neuropsiquiátrico y el paranormal Los creyentes nos proporcionan la oportunidad de estudiar los sustratos neuropsicológicos del pensamiento paranormal y, en consecuencia, la posibilidad de entender mejor las inhabilitantes enfermedades psiquiátricas. ************************************************************** (EPIGRAFE)Figura 1. Cubo usado en el experimento de la «evitación de repetición semántica». Nótese que el pato del dibujo ambiguo pato/conejo está relacionado, por asociación, con los juncos (pero no con la zanahoria) y el conejo, a su vez, está más relacionado con la zanahoria.************************************************************** (EPIGRAFE)Figura 2. La prueba básica semántica primaria de campo visual dividido requiere de decisiones de léxico. Una palabra «primaria» (TAZA) es presentada en el centro del campo visual. Luego de un corto retraso de milisegundos, una secuencia de letras aparece en el campo visual izquierdo (que proyecta principalmente en el HD) o en el derecho (que proyecta en HI). En algunos ensayos la secuencia de letras es una palabra sin sentido (A) y no se espera respuesta. En otros, la palabra lateral y la palabra primaria pueden estar semánticamente (B) no relacionadas, (C) directamente relacionadas o (D) indirectamente relacionadas. Resultados semánticos directos e indirectos se expresan para los dos campos/hemiferios visuales separadamente como la diferencia entre la latencia de las respuestas a palabras no relacionadas y a palabras relacionadas indirectamente o directamente, respectivamente. Nótese que las palabras mediadoras en el caso D comprenden «vaso» y «botella»; se entiende que, con la aparición de las palabras «taza» y «cerveza», los significados de las palabras mediadoras se coactivan automáticamente, y que la magnitud (el curso temporal) de esta coactivación determina el tamaño del resultado indirecto primario. (PEGOTES FIGURA 2)A TAZA Palabra primaria central TAZA 100 ms ­7É3 RALB Palabra sin sentido RALB lateralizadaBTAZA Palabra primaria central TAZA 100 ms TECHO Palabra no relacionada TECHO lateralizada CTAZA Palabra primaria central TAZA 100 msTE Palabra lateralizada TE directamente relacionada DTAZA Palabra primaria central TAZA 100 msCERVEZA Palabra lateralizada CERVEZA indirectamente relacionada******************************************************1 Parte de este trabajo se planeó en colaboración con el KEY-Institute for Brain-Mind Research (Prof. Dietrich Lehmann, Zurich) y la Universidad de Victoria, Canadá (Prof. Roger E. Graves, Dept. of Psychology). Agradecemos los fondos proporcionados por la Swiss National Science Foundation, la Swiss Academy of Medical Sciences, la Canadian Natural Sciences and Engeneering Research Council y el Institut fÜr Grenzgebiete der Psychologie und Psychohygiene, Freiburg (Alemania).Bibliografía- Beeman M, Friedman RB, Grafman J, Perez E, Diamond S, Lindsay MB (1994) Summation priming and coarse semantic coding in the right hemisphere. Journal of Cognitive Neuroscience, 6, 26-45.- Blackmore S, Moore R (1994) Seeing things: visual recognition and belief in the paranormal. European Journal of Parapsychology, 10, 91-103.- Blackmore S, Troscianko T (1985) Belief in the paranormal: probability judgments, illusory control, and the "chance baseline shift". British Journal of Psychology, 76, 459-468. ­7É3 - Bottini G, Corcoran R, Sterzi R, Paulesu E, Schenone P, Scarpa P, Frackowiak RSJ, Frith CD (1994) The role of the right hemisphere in the interpretation of figurative aspects of language. 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