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La prostaciclina y el tromboxano pueden ser dos indicadores precoces del desarrollo de preeclampsia, según un estudio coordinado por James L. Mills, del Instituto Nacional de Salud Infantil y de Desarrollo Humano, en Bethesda, recientemente publicado en el The Journal of the American Medical Association.En el estudio se compararon 134 gestantes, que habían desarrollado preeclampsia, con un grupo de 139 embarazadas que no la habían desarrollado. Las integrantes del primer grupo presentaban el 17 por ciento menos de niveles de prostaciclina durante su embarazo que las mujeres del segundo grupo. Esos niveles más bajos se detectaron antes de que se diagnosticara la enfermedad.Los niveles de tromboxano de las mujeres con preeclampsia fueron más altos, el 9 por ciento, que el de las mujeres del grupo control. La proporción de tromboxano/prostaciclina que los investigadores emplearon para medir el efecto vasoconstrictor frente al vasodilatador de las sustancias fue significativamente más alto, el 24 por ciento, entre las gestantes con preeclampsia.Pautas futurasLos investigadores observaron que la producción reducida de prostaciclina, pero no aumentada de tromboxano, tiene lugar unos meses antes de la aparición clínica de la preeclampsia. Por ello, recomiendan intervenciones futuras para corregir la deficiencia de prostaciclina, como una parte importante para corregir la relación anormal vasoconstrictora-vasodilatadora presente en la preeclampsia.Clínicamente, estos hallazgos sugieren que la primera estrategia terapéutica para prevenir las complicaciones de la preeclampsia debería ser restaurar la homeostasis de la prostaciclina; la reducción de la producción de tromboxano debería ser el segundo objetivo para controlar la relación elevada de vasoconstricción-vasodilatación. La infusión a largo plazo de prostaciclina es efectiva en el tratamiento de la disyunción endotelial y de la vasoconstracción en HTA pulmonar y en complicaciones pulmonares.BibliografíaJAMA 1999, 282:356-362 ­7É3