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–MUERTE DE LA MEDICINA UNA PERSPECTIVA HISTORICA
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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Autor:
Carmen Saz de Kohan
Columnista Experto de SIIC



Artículos publicados por Carmen Saz de Kohan 

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Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
Vivimos un período decadente de nuestra cultura cuyos valores son atacados por una ideología regresiva, nueva en sus formas, aunque aliada como siempre a los intereses de los que detentan el poder político económico. Conocer los dinamismos evolutivos expresados en el devenir histórico nos defiende del escepticismo, para poder así luchar por esos valores en forma efectiva y con visión de futuro.

Resumen



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Especialidades
Principal: Administración Hospitalaria
Relacionadas: Medicina InternaSalud Pública

–MUERTE DE LA MEDICINA UNA PERSPECTIVA HISTORICA

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
La dinámica evolutiva a través de la Historia «El espíritu humano, dotado por Dios con el privilegio de una inteligencia cognitiva y creadora tan superior al resto de los animales como para posibilitar su evolución sociocultural, debería ser educado en el dominio de las bajas pasiones que continuamente la interfieren.» (Aristóteles, De anima, siglo V a.C.)Esta simple descripción de las contradicciones propias de la índole humana surge en uno de los principales protagonistas del salto evolutivo denominado «milagro griego» a raíz de la suerte sufrida por el gran Sócrates. Su propio destierro en la vejez fue causado por parecida «herejía»: exigir ética a los gobernantes.En tales contradicciones está seguramente la razón de la forma seguida por la evolución del espíritu humano a través de la Historia, descripta por Hegel: «Movimiento en espiral ascendente compuesto por oscilaciones antitéticas, cuya síntesis constituye la nueva Tesis. Cada época lleva en sí misma el germen de su destrucción, sin volver a repetirse exactamente en la vuelta de la espiral. Como decía Heráclito, nunca nos bañamos dos veces en el mismo río».1 Ciertamente, la aceptación científica de la existencia de leyes en la evolución filogenética y ontogénica no signifca negar el libre albedrío individual, como le fue achacado tanto a Hegel como a Darwin o a Freud. Para bien o para mal el individuo siempre interviene en ambos aspectos, pero el conocimiento de sus leyes permite, como en cualquier otro aspecto de la Naturaleza, una elección más lúcida y responsable de nuestra conducta.Circunstancias socioeconómicas actuales y MedicinaComo sabemos, la actual explotación «globalizada» de recursos materiales y humanos por empresas multinacionales constituye un poder sociopolítico por encima de los gobiernos. Esto sucede aun en los países más avanzados mediante el poder corruptor de sus inmensas fortunas. Encabezadas por los traficantes de armas y drogas, su «negocio» depende de estimular odios y desesperación. Tan grande es la influencia política de este nuevo imperio que logró anular, en la mayor parte del mundo «civilizado», las leyes democráticas protectoras de la población, sobre la base de la ­7É3 denominada «desregulación» de los vínculos laborales.Las empresas, de las cuales hasta la Salud Pública ha pasado a depender, pueden despedir al personal más antiguo y eficiente sin preaviso e indemnizaciones mínimas, para reemplazarlo por jóvenes con escasas exigencias. El látigo de esta forma despersonalizada de esclavitud es la amenaza del desempleo, cuya tasa por otra parte se eleva artificialmente exigiendo a cada empleado casi el doble en horas semanales de trabajo. Sistema perverso denominado acertadamente «capitalismo salvaje» por un Papa cuya sabiduría espiritual no ha sido aún apreciada en su trascendencia histórica como representante de las antítesis positivas en este fin de milenio.En ese sistema están incluidos los médicos y demás profesionales, antes independientes. Véase al respecto el artículo publicado en la revista Salud(i)Ciencia por un grupo de expertos. Uno de los más claros y concisos entre los muchos artículos publicados sobre este tema.(2)1Este panorama ha conducido a los «profetas posmodernos» a incluir la Medicina en su lista de «muertes anunciadas» de todos nuestros valores al estilo de F. Nieztche, a quien invocan explícitamente aunque negando su obvia conexión ideológica con el nazismo.Pero si los instintos autodestructivos de nuestra especie no son fáciles de vencer, menos aún lo son los positivos, logros que a través de una lenta evolución renacieron cada vez que se los creyó definitivamente muertos. Lo advertimos en aquellos jóvenes cuya vocación impulsa a elegir profesiones tan exigentes y en este momento poco redituables como la nuestra, sin perder su entusiasmo por la excelencia.En cuanto a nuestra pretendida indefensión, el presidente del Am. Coll. of Gastroenterology, Dr. Sarkis J. Chobanian, en su artículo «Soldados civiles en las trincheras del Managed Care» nos lleva a darnos cuenta de algo tan obvio como poco consciente para la mayoría de nosotros: «Las empresas de salud no pueden existir sin médicos. Ellos tienen todas las armas, pero sin nosotros no tienen nada. Si nos unimos para imponer nuestras condiciones tendrán que aceptarlas o, mejor aún, desaparecer».3 Hace poco sucedió entre nosotros un hecho que corrobora esta posición: una clínica privada despidió a médicos que reclamaban sus sueldos atrasados, llamando a concurso para reemplazarlos. El Colegio de Gastroenterólogos informó por correo de esta situación y nadie se presentó, por lo cual la empresa hubo de reponer en sus puestos a los despedidos, abonándoles lo adeudado. Este ejemplo alentó a otros especialistas a unirse para defender más efectivamente sus derechos.También recordemos el frustrado intento oficial de cerrar nada menos que el Hospital de Clínicas y el Centro Oncológico Dr. Roffo. Tentativa cuya intención se explica en el trabajo antes citado -favorecer a las empresas de salud-, que no pudo llevarse a cabo debido a la indignada reacción de la población.Por otra parte, y a pesar de tantos problemas profesionales y sociales, la Medicina ha avanzado mucho en la última década, tanto en lo relativo a la superación de su enfoque reduccionista como en la investigación de temas puntuales, con descubrimientos tan revolucionarios como el de la regeneración de células cerebrales.(4) ­7É3 Elementos tecnológicos tales como el PET, SPECT, etc. dieron lugar a la llamada «década del cerebro», y los hallazgos realizados en cuanto a su fisiopatología estimularon, a su vez, la comprensión de la interacción mente-cuerpo-mundo externo. Revive así el enfoque hipocrático y el interés por temas dejados de lado durante más de cincuenta años, como la investigación de las consecuencias del estrés y su tratamiento.La progresiva integración de las especialidades médicas artificialmente separadas por los reduccionismos de toda clase, es cada día más notoria en los congresos y revistas médicos.ConclusionesLa perspectiva histórica avala las leyes evolutivas del desarrollo cultural en todos sus aspectos. Pese a su actual crisis socioeconómica, la vocación médica no ha muerto y se expresa en la defensa del derecho a ejercerla sin trabas empresariales, en los avances científicos contra viento y marea, y en el retorno integrativo y ético del enfoque hipocrático.Más aún, su futuro aparece más promisorio que su pasado inmediato, ya que el mismo hecho de su crisis económica hace difícil la entrada en nuestro campo de ambiciosos sin vocación.Bibliografía1. GWF Hegel. «Fenomenología del Espíritu», 1807. Diccionario de Filosofía -Ferrater Mora-, Ed. Sudamericana.2. «Críticas a la atención gerenciada de la salud en Latinoamérica». Salud(i)Ciencia, VIII(3):5, 1999. www.siicsalud.com/main/sicv7n83.html3. S Chobanian. American Journal of Gastroenterology, 1, 1999. 4. Van der Kolk Mc, Farlane Weisaeth. Traumatic Stress, Ed. Gilford, 1996.


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