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CAFE NO DESCAFEINADO, CEREALES EN EL DESAYUNO, RENDIMIENTO MENTAL Y ESTADO DE ANIMO
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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smith9.gif Autor:
Andrew P. Smith
Columnista Experto de SIIC



Artículos publicados por Andrew P. Smith 

Recepción del artículo: 28 de agosto, 2000

Aprobación: 8 de febrero, 2001

Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
Los cereales consumidos en el desayuno ejercen efectos beneficiosos sobre la memoria y el estado de ánimo. Por su parte, la cafeína posee un perfil de acción diferente. Esta sustancia mejora la codificación de estímulos nuevos e incrementa el estado de alerta cuando las personas están cansadas.

Resumen



Clasificación en siicsalud
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Especialidades
Principal: Nutrición
Relacionadas: FarmacologíaMedicina FamiliarMedicina InternaSalud Pública

CAFE NO DESCAFEINADO, CEREALES EN EL DESAYUNO, RENDIMIENTO MENTAL Y ESTADO DE ANIMO

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
IntroducciónEl presente artículo proporciona un breve vistazo de mi investigación sobre los efectos que ejercen el café no descafeinado y los cereales que se ingieren en el desayuno sobre el estado de ánimo, el rendimiento y la salud. Ya se han publicado las descripciones detalladas de cada uno de los estudios referidos. La investigación comprendió revisiones de la bibliografía disponible, descripciones detalladas de los fenómenos básicos, consideración de las cuestiones metodológicas y de la importancia práctica de los efectos estudiados, e intentos de identificación de los mecanismos subyacentes a los mismos.Efectos de la cafeína sobre el estado de ánimo y el rendimientoExiste una gran cantidad de bibliografía acerca de los efectos de la cafeína sobre el humor y el rendimiento. Tanto Smith (en prensa)1 como Smith y colaboradores (2000)2 recientemente han llevado a cabo una revisión sobre el tema. La bibliografía documenta que cuando las personas consumen cantidades moderadas de cafeína pueden aparecer los efectos que enumeramos a continuación. La cafeína incrementa el estado de alerta, reduce la fatiga y mejora el rendimiento en tareas que requieren que la atención sea sostenida. A pesar de que algunos informes afirman que los beneficios de la cafeína se constatan cuando las personas no están deterioradas, con frecuencia tales efectos son más claros cuando el nivel de alerta se encuentra reducido. Mi interés inicial en el área surgió del análisis de los efectos de la cafeína en condiciones de alerta reducida. Los resultados de estos estudios demostraron que la cafeína es capaz de reducir la caída de atención posprandial (Smith y colaboradores, 19903; Smith y Phillips, 19934). De manera similar, el consumo de café con cafeína dio muestras de mermar la declinación del estado de alerta observado en las personas que trabajan en horarios nocturnos (Smith y colaboradores, 19935). El estado de alerta también se reduce cuando una persona padece una enfermedad leve como el resfrío común. En estos casos, la ingestión de café no descafeinado restituye el rendimiento (Smith y colaboradores, 19976). Los efectos sobre tareas más complejas (por ejemplo sobre la memoria) resultan menos evidentes aunque nuestros recientes estudios han demostrado que el razonamiento lógico y la memoria semántica mejoran luego del consumo de café no descafeinado (Smith y colaboradores, 19937; 19948).Algunas investigaciones recientes han demostrado que tanto el rendimiento como el estado de ánimo pueden mejorar incluso con la administración de bajas dosis de café no descafeinado (Smith y colaboradores, 19999). Los efectos también pueden comprobarse con la ingestión de una dosis única o con regímenes de administración que reflejan mejor lo que ocurre en la realidad (consumo de varias dosis reducidas, Smith y Brice, 200010). Contrariamente a los efectos comprobados con la ingestión normal de cafeína, algunos trabajos han señalado los efectos negativos que aparecen cuando esta sustancia es administrada en grandes cantidades o a personas sensibles (por ejemplo a pacientes con trastornos de ansiedad). Se ha comprobado que en esos casos la cafeína aumenta la ansiedad y deteriora el sueño. También se dispone de evidencia de que el control motriz fino se ve afectado en función del incremento de la ansiedad.Desayuno, estado de ánimo, cognición y saludRecientemente Smith (1999)11 ha llevado a cabo una revisión de los efectos del desayuno sobre el estado de ánimo, la cognición y la salud. Las conclusiones principales pueden resumirse como se relata a continuación. El desayuno ejerce un efecto reducido sobre la capacidad de mantener la atención. No obstante, varios estudios han demostrado que la memoria aumenta luego de esta comida (Smith y colaboradores, 19937, 199412). Luego del desayuno frecuentemente mejora el estado de ánimo. Conviene mencionar que los efectos de la comida dependen de su naturaleza y que además pueden reflejar factores como la aceptación, que son previos a la digestión. En todas las edades se comprueba que el hábito de desayunar se asocia con mejores informes subjetivos de salud tanto física como mental (Smith, 199813, 199914, en prensa15). Sin embargo aún no se ha logrado develar cómo funciona la causalidad de este fenómeno (–el desayuno mejora la salud o es más probable que las personas saludables desayunen). El desayuno también se asocia con disminución de la predisposición y de la gravedad de las enfermedades del tracto respiratorio superior (Smith y Rees, 200016). Las revisiones mencionadas demuestran que actualmente se cuenta con gran cantidad de información que describe los efectos que desayuno y las bebidas con cafeína ejercen sobre el comportamiento. Sin embargo, poco se conoce sobre los mecanismos subyacentes a tales efectos. Este fue el tema principal de nuestra investigación. Los mecanismos pueden considerarse en diferentes niveles. En primer lugar, para determinar cuáles son la funciones afectadas por las comidas y por las bebidas con cafeína pueden utilizarse modelos preestablecidos de los procesos cognitivos. Por ejemplo –qué aspectos de la memoria de trabajo mejoran luego de la ingestión del desayuno –La cafeína provoca un rendimiento beneficioso vía el aumento de la codificación de nuevos estímulos Un segundo abordaje implica identificar los factores esenciales para obtener ciertos efectos. Por ejemplo –los efectos de la cafeína solamente reflejan la eliminación de los efectos negativos de la supresión de la cafeína –Los efectos del desayuno dependen del momento del día en que se consume esta comida, es decir luego de un período de ayuno o inmediatamente después del despertar Otros factores importantes para tomar en consideración son los hábitos y las variables previas a la digestión como la aceptación. Resulta necesario investigar y considerar en estudios paralelos otros mecanismos como cambios en el funcionamiento de la neurotransmisión que estén inducidos por las comidas y las bebidas.Memoria de trabajo y tiempo de reacción Los estudios iniciales examinaron los efectos del desayuno y de la cafeína sobre aspectos de la memoria de trabajo y del tiempo de reacción a la elección. Se suponía que el desayuno tendría influencias sobre la memoria de trabajo pero que no ocurriría lo mismo con el tiempo de reacción. Por su parte, la cafeína produciría los efectos opuestos. El principal interés reside en la identificación de las partes de los modelos de memoria de trabajo y de tiempo de reacción sensibles a los efectos de las comidas y de la cafeína.La memoria de trabajo comprende al menos tres subcomponentes. Ellos son la libreta de apuntes visoespacial, el ciclo articulador y el centro de ejecución. Se atribuye al primero la manipulación de la información visoespacial y la responsabilidad de las imágenes visuales. El ciclo articulador desempeña una función similar para la información basada en el habla. Estos sistemas se encuentran coordinados y ligados a la memoria a largo plazo a través de un sistema de control, el centro de ejecución. Las etapas del procesamiento afectadas por las comidas y las bebidas también pueden investigarse por medio de variables que consisten en tareas que cambian de manera sistemática en las pruebas que evalúan el tiempo de reacción. Esto permite determinar si los efectos se deben a cambios en la codificación, en la etapa central o de salida del procesamiento de la información. Por ejemplo a través de la disminución de la calidad de los estímulos visuales se modifica la codificación relacionada con la etapa de entrada. De manera similar, el procesamiento central o la selección de respuestas pueden examinarse por medio de la variación de la compatibilidad entre los estímulos y las respuestas. Por otro lado, el polo de salida del sistema de procesamiento de la información puede investigarse a través de la variación del tiempo de incerteza (el intervalo entre estímulos). Entonces el objetivo consistió en utilizar las tareas mencionadas en experimentos que analizaran los efectos del desayuno y de la cafeína.El primer estudio (Smith y colaboradores, 1999 17) analizó los efectos de los cereales consumidos en el desayuno y del café no descafeinado sobre la memoria de trabajo, la evocación espontánea, el estado de ánimo y la función cardiovascular. Los resultados demostraron que quienes consumían cereales en el desayuno estaban de mejor humor en el comienzo de las sesiones de prueba, se desempeñaron mejor en las tareas de memoria espacial, recordaron mayor cantidad de palabras y se sientieron más tranquilos al finalizar la sesión de prueba que quienes no habían desayunado. Por el contrario, la ingestión de cafeína no ejerció efectos sobre el estado de ánimo inicial ni sobre la memoria de trabajo, pero mejoró la codificación de la información nueva y contrarrestó la fatiga que se desarrollaba en el transcurso de la sesión de prueba. La cafeína aumentó la tensión arterial y la frecuencia cardíaca mientras que los cereales consumidos en el desayuno sólo ejercieron efectos sobre la segunda. Principalmente estos resultados confirman los hallazgos previos con respecto a los efectos del desayuno y la cafeína. Además, ponen en evidencia las diferencias en el perfil de acción de los cereales y del café no descafeinado, dos ejemplos de comida y bebida comúnmente ingeridos por la mañana.Un segundo estudio fue similar al Experimento 1, a excepción de que el cereal y el café se administraron a la hora del almuerzo. Se repitieron los efectos de la cafeína obtenidos en estudio anterior. En efecto, quienes habían ingerido cafeína presentaron mayor grado de alerta al final del experimento y presentaron mayor rapidez en la codificación de estímulos. No se reiteraron los efectos sobre la memoria ejercidos por los cereales ingeridos en el desayuno a pesar de que aumentó notablemente el afecto positivo luego del consumo del cereal. Estos resultados sugieren que los mecanismos subyacentes a los efectos del desayuno sobre el estado de ánimo y la memoria son diferentes. El siguiente estudio analizó si la inercia del sueño o el momento del día constituían factores relacionados con los efectos del desayuno sobre la memoria. Para ello se estudiaron personas que desempeñaban trabajos en horas nocturnas que dormían durante el día y «desayunaban» por la tarde. Los resultados de este estudio nuevamente confirmaron que la cafeína mejora la codificación de estímulos nuevos. Una vez más no se comprobaron indicadores de efectos del consumo de cereales sobre la memoria a pesar de que algunos aspectos del estado de ánimo volvieron a mejorar luego de la ingestión de cereales. Estos resultados sugieren que la inercia del sueño no es el factor determinante de los cambios que aparecen en la memoria de trabajo luego de un desayuno con cereales.El último trabajo de la serie estudió si el factor principal era el ayuno prolongado. Además el experimento investigó si la abstinencia de cafeína se asociaba a cambios en el estado de ánimo y en el rendimiento. También evaluó si había diferencias entre la respuesta a la cafeína de personas a quienes se les había interrumpido el consumo de cafeína y la obtenida de sujetos a quienes no se les había prohibido la sustancia. En este experimento los voluntarios eran evaluados a la mañana temprano. Luego se les solicitaba alguna de las siguientes opciones. a) que siguieran el ritmo normal de sus comidas y consumo de bebidas con cafeína, b) que ayunaran, c) se abstuvieran de consumir cafeína o d) que ayunaran y que además no consumieran cafeína. Los sujetos recibían una nueva evaluación al final de la tarde y se los distribuía en grupos según fueran a recibir cereales, cafeína o que no ingerirían estos elementos. Los resultados de la sesión previa a la ingestión de alimentos y café demostraron que quienes habían ayunado presentaban peor humor y recordaban menor cantidad de palabras. No se registraron efectos de la abstinencia de cafeína. Los datos posteriores a la ingestión de la bebida nuevamente demostraron que la cafeína mejora la codificación de nuevos estímulos. Sin embargo, no se evidenciaron interacciones entre la cafeína y la abstinencia a la misma. Los datos del estado de ánimo demostraron interacciones significativas entre el ayuno y la ingestión de cereales. Tales interacciones se debieron a que el cereal presentó un leve efecto en los voluntarios que no habían ayunado pero produjo notables cambios positivos en el humor de las personas que habían estado en ayunas. No se registraron efectos similares con respecto a la memoria.En resumen, las investigaciones recientes acerca de los efectos de la cafeína y de los cereales ingeridos con el desayuno sobre el comportamiento han demostrado que el desayuno mejora algunos aspectos de la memoria y del estado de ánimo. Los efectos del desayuno sobre el estado de ánimo probablemente reflejen factores previos a la digestión y se constatan cada vez que se consume cereal. Contrariamente a lo expuesto, los efectos de los cereales sobre la memoria se observan solamente temprano a la mañana y no pueden atribuirse solamente al ayuno o a la inercia del sueño. La cafeína posee un perfil de acción diferente. Esta sustancia ejerce un efecto leve sobre la memoria pero mejora la codificación de la información nueva y aumenta el estado de alerta cuando una persona está cansada. Aparentemente los efectos de la cafeína dependen del contexto, ya que se observan en casi todos los momentos del día, cuando se ha interrumpido su ingestión y cuando las personas la consumen en las cantidades habituales.Otras áreas de investigaciónLa investigación acerca del café no descafeinado ha tomado en cuenta las cuestiones metodológicas, también la importancia práctica de sus efectos y las modificaciones en la neurotransmisión que originan los cambios comportamentales. Los resultados han demostrado que se obtienen efectos con las dosis habituales típicas del consumo en la vida real (Smith y colaboradores, 19999).La cafeína también ha demostrado mejorar los simulacros de actividades de la vida real (por ejemplo, de conducir un vehículo) y del trabajo (Brice y Smith, presentado para su publicación18). Los efectos de la cafeína en situaciones de bajo estímulo pueden simularse a través de una prueba farmacológica que reduce el recambio central de noradrenalina. Esta sustancia demostró anular varios de los efectos producidos por la clonidina. Sin embargo, se observaron otras acciones de la cafeína que no podían atribuirse a cambios en la noradrenalina central y que probablemente reflejaban cambios en el sistema colinérgico.Otros trabajos han estudiado los efectos de la abstinencia de la cafeína. Dos de ellos afirman que las cefaleas reportadas dependen del conocimiento de que se está ante una abstinencia de cafeína (Smith, 199619; Ruben y Smith, 199920). Nuestra investigación ha demostrado que la supresión de la cafeína posee un leve efecto sobre el rendimiento (Smith, 199921). En efecto hemos encontrado mejor rendimiento y humor en las personas que no consumen cafeína y que por definición no padecen ninguno de los efectos adversos de la abstinencia a la sustancia.La investigación más reciente sobre los cereales consumidos habitualmente durante el desayuno ha confirmado que las personas que ingieren tal tipo de comida presentan enfermedades del tracto respiratorio que revisten gravedad menor (según mediciones objetivas de las secreciones nasales y de la temperatura). De manera similar, el consumo habitual de cereales en el desayuno se asocia con menores niveles de cortisol. Además de estos estudios en pequeña escala, se han llevado a cabo estudios epidemiológicos. Estos trabajos han considerado una muestra representativa de más de 7 000 personas. Los análisis demuestran que el consumo habitual de cereales en el desayuno se asocia con mayores niveles de salud. Tales efectos no reflejan factores demográficos ni comportamientos relacionados con la salud. Más aún, un análisis longitudinal ha demostrado que las variaciones del consumo de cereal se relacionan con cambios en la salud mental, hecho que proporciona una evidencia de contundencia mayor para el establecimiento de una relación causal.Nuestra última investigación analiza la relación entre la ingestión de fibra y la salud mental (los cereales consumidos con el desayuno son una fuente muy importante de fibra). La constipación, las hemorroides y las várices se desarrollan cuando la ingestión de fibra resulta escasa. Todas estas eventualidades se asocian con una salud mental más precaria. El consumo de fibra y el funcionamiento adecuado del aparato digestivo tendrían una importante influencia sobre la salud mental. En la actualidad nuestro equipo desarrolla un estudio con el objetivo de aclarar este tema.ConclusiónTanto las nuevas revisiones bibliográficas como los estudios conducidos en proyectos paralelos como el trabajo empírico han realizado sus aportes para aumentar nuestro conocimiento acerca de los mecanismos subyacentes a los cambios comportamentales producidos por los cereales consumidos en el desayuno y el café no descafeinado. Además, recién comienza a surgir la potencial importancia práctica y la posible influencia sobre la salud que tendría el consumo de estos productos alimenticios.Bibliografía1. Smith AP. «Effects of caffeine on human beavior», Food and Chemical Toxicology, in press. 2. Smith PF, Smith AP, Miners J, McNeil J, Proudfoot A. «Report from the expert working group on the safety aspects of dietary caffeine», Australian and New Zealand Food Association 2000.3. 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Smith AP, Maben A, Brockman P. «The effects of evening meals and caffeine on performance, mood and caridovascular functioning», Appetite 22:39-55.9. Smith AP, Sturgess W, Gallagher J. «Effects of a low dose of caffeine given in different drinks on mood and performance», Human Psychopharmacology 1999, 14:473-482.10. Smith AP, Brice CF. «The Behavioral Effects of Caffeine». In: Caffeinated Beverages: Health Benefits, Physiological Effects and Chemistry. T.H.Parliament, Chi-Tang Ho & P.Schieberle (eds). American Chemical Society: Washington, 2000.11. Smith AP. «Breakfast, performance and mood». In: Food, mood and performance. Sydney: The Kellogg Nutrition Symposium, 1999, 11-17.12. Smith AP, Kendrick AM, Maben AL, Salmon J. «Effects of breakfast and caffeine on performance, mood and cardiovascular functioning», Appetite 1994, 22:39-55. 13. Smith AP. «Breakfast and mental health», International Journal of Food Sciences and Nutrition 1998, 49:397-402.14. 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Bibliografía del artículo
1. Smith AP. «Effects of caffeine on human beavior», Food and Chemical Toxicology, in press. 2. Smith PF, Smith AP, Miners J, McNeil J, Proudfoot A. «Report from the expert working group on the safety aspects of dietary caffeine», Australian and New Zealand Food Association 2000.3. Smith AP, Rusted JM, Eaton-Williams P, Savory M Leathwood P. «Effects of caffeine given before and after lunch on sustained attention», Neuropsychobiology 1990, 23:160-163.4. Smith AP, Phillips W. «Effects of low doses of caffeine in coffee on human performance and mood1», Association Scientifique Internationale de Cafe: 15th International Scientific Colloquium on coffee, 1993, 2:461-469.5. Smith AP, Brockman P, Flynn R, Maben A, Thomas M. «An investigation of the effects of coffee on alertness and performance during the day and night», Neuropsychobiology 1993, 2:217-233. 6. Smith AP, Thomas M, Perry K, Whitney H. «Caffeine and the common cold», Journal of Psychopharmacology 1993, 11(4):319-324.7. Smith AP, Kendrick AM, Maben AL. «Effects of breakfast and caffeine on performance and mood in the late morning and after lunch», Neuropsychobiology 1993, 26:198-204.8. Smith AP, Maben A, Brockman P. «The effects of evening meals and caffeine on performance, mood and caridovascular functioning», Appetite 22:39-55.9. Smith AP, Sturgess W, Gallagher J. «Effects of a low dose of caffeine given in different drinks on mood and performance», Human Psychopharmacology 1999, 14:473-482.10. Smith AP, Brice CF. «The Behavioral Effects of Caffeine». In: Caffeinated Beverages: Health Benefits, Physiological Effects and Chemistry. T.H.Parliament, Chi-Tang Ho & P.Schieberle (eds). American Chemical Society: Washington, 2000.11. Smith AP. «Breakfast, performance and mood». In: Food, mood and performance. Sydney: The Kellogg Nutrition Symposium, 1999, 11-17.12. Smith AP, Kendrick AM, Maben AL, Salmon J. «Effects of breakfast and caffeine on performance, mood and cardiovascular functioning», Appetite 1994, 22:39-55. 13. Smith AP. «Breakfast and mental health», International Journal of Food Sciences and Nutrition 1998, 49:397-402.14. Smith AP. «Breakfast cereal consumption and subjective reports of health», International Journal of Food Sciences and Nutrition 1999, 50:445-449.15. Smith AP, in press. «Breakfast cereal consumption and subjective reports of health by young adults», International Journal of Nutrition and Food Sciences.16. Smith AP, Rees G. «Stress, breakfast cereal consumption and susceptibility to upper respiratory tract infections», Nutritional Neuroscience 2000, 3:339-343.17. Smith AP, Clark R, Gallagher J. «Breakfast cereal and caffeinated coffee: Effects on working memory, attention, mood and cardiovascular function», Physiology & Behavior 1999, 67:9-17.18. Brice CF, Smith AP, submitted. «The Effects of Caffeine on Simulated Driving and Cognitive Performance», Human Psychopharmacology.19. Smith AP. «Caffeine dependence: an alternative view», Nature Medicine 1996, 2(5):494. 20. Rubin GJ, Smith AP. «Caffeine withdrawal and headaches», Nutritional Neuroscience 1999, 2:123-126.21. Smith AP. «Caffeine, caffeine withdrawal and performance efficiency». In:Caffeine and Behavior: Current views and research trends. B.S.Gupta & Uma Gupta (eds). CRC Press. Pp.161-178.

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