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Utilizando una técnica de diseño elegante y sencilla, los autores de "Simultaneous detection of measles virus, rubella virus, and parvovirus B19 by using multiplex PCR", Journal of Clinical Microbiology 40(1):111-116, 2002 estudian muestras de exudado faríngeo, suero, orina y líquido cefalorraquídeo para demostrar que son capaces, con esa única herramienta, de diagnosticar en unas pocas horas las infecciones producidas por los tres principales agentes responsables de los exantemas víricos infantiles y de sus diferentes complicaciones a escala mundial. Aunque la comunicación es novedosa en el terreno de las enfermedades exantemáticas, la idea no es nueva, ya que el mismo grupo había comunicado antes logros similares para las enfermedades neurológicas agudas producidas por virus (encefalitis y meningitis), para las producidas por ciertos virus respiratorios (parainfluenza) y para algunas enfermedades tropicales debidas a virus transmitidos por artrópodos (arbovirus). Es de todos sabido que el diagnóstico etiológico de enfermedades víricas es todavía un lujo que no está siempre al alcance de cualquiera. Durante décadas, la complejidad del mantenimiento, el manejo y el uso de los cultivos celulares necesarios para hacer crecer los virus y el elevado costo de los reactivos de diagnóstico serológico han determinado que, al contrario de lo que sucede con las enfermedades producidas por bacterias, los síndromes infecciosos supuestamente debidos a virus queden, en su inmensa mayoría y salvo contadas excepciones, sin confirmar ni etiquetar por el laboratorio. En un mundo en el que la atención de los pacientes se basa más y más en los resultados obtenidos mediante pruebas específicas de diagnóstico, la etiqueta de "probablemente vírica" o "viriasis no filiada" continúa adornando las páginas de las historias clínicas de nuestros hospitales, en un anacronismo que difícilmente casa con las tendencias de la Medicina moderna.Aun cuando la irrupción de la PCR en el mundo del diagnóstico microbiológico prometía el rápido nacimiento de una nueva era en esta especialidad, lo cierto es que, más de una década después, los productos de ese alumbramiento no han dado satisfacción a las expectativas. Por razones diversas, la PCR sigue siendo, para la inmensa mayoría, una técnica diagnóstica de espectro restringido y de un costo que se aaproxima a lo prohibitivo. Los diseños de PCR múltiple, que permiten detectar e identificar la presencia de diferentes agentes infecciosos utilizando una única alícuota de muestra y mediante una única reacción de amplificación, vienen a resolver lo esencial de esos problemas. Con una inversión inicial en equipos muy discreta y unos costos directos de reactivos bastante moderados, un único profesional bien entrenado puede realizar, en una jornada de trabajo, hasta cincuenta determinaciones múltiples que generarán entre ciento cincuenta y trescientos resultados de diagnóstico diferencial. En su aplicación rutinaria, cualquier PCR múltiple puede realizarse con un costo directo en reactivos y en amortización de equipos que no supera, en realidad, los cinco o seis euros por muestra estudiada.En los aspectos que atañen específicamente al artículo citado, la técnica descripta por los autores resuelve muy satisfactoriamente el diagnóstico diferencial de los exantemas víricos infantiles y de sus complicaciones y presenta un enorme potencial en cuanto a su aplicación en la vigilancia de algunas que, como sucede con el sarampión y la rubéola, son blanco de programas de erradicación a escala mundial. Según un trabajo muy reciente realizado en la Universidad de Maracaibo (Costa de León y colaboradores, enviado a publicación), una parte nada despreciable de los cuadros febriles que se acompañan de exantema observados en pacientes de todas las edades en esa ciudad son, en realidad, casos de fiebre de dengue que escapan al diagnóstico clínico. Una sencilla remodelación de la PCR descripta en el artículo permitiría, muy probablemente, ampliar su espectro e incluir los virus del dengue en su gama de diagnóstico diferencial. Al tratarse de una técnica múltiple, tal modificación no supondría cambiar nada en términos prácticos y su incidencia en el costo sería mínima. A cambio, el diagnóstico y el conocimiento epidemiológico del dengue en las regiones endémicas se verían manifiestamente mejorados. Baste el ejemplo descripto en este artículo para enseñarnos que hay sueños que son, en contra de lo que parece, realidades que deberían estar al alcance de todos. Quizá quepa preguntarse por qué no lo están y poner los medios para lograr que así sea.