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CONTAMINACION DE SUELOS E INFECCION INFANTIL POR TOXOCARA CANIS
(especial para SIIC © Derechos reservados)
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Autor:
José Mario Alonso
Columnista Experto de SIIC

Institución:
Instituto de Medicina Regional, Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia. Profesor Titular de Microbiología e Inmunología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional del Nordeste

Artículos publicados por José Mario Alonso 
Coautores
María Viviana Bojanich* María de los Angeles López* Miryam C. Chamorro** Marina Stein*** 
Bioquímica, Universidad Nacional del Nordeste*
Bioquímica, Instituto de Medicina Regional, Universidad Nacional del Nordeste**
Licenciada en Biología, Instituto de Medicina Regional, Universidad Nacional del Nordeste***

Recepción del artículo: 9 de abril, 2002

Aprobación: 29 de abril, 2002

Primera edición: 7 de junio, 2021

Segunda edición, ampliada y corregida 7 de junio, 2021

Conclusión breve
En los niños residentes en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, es más probable que la infecci¢n humana por T. canis ocurra dentro de los límites del domicilio o peridomicilio que en los espacios públicos.

Resumen



Clasificación en siicsalud
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Especialidades
Principal: Epidemiología
Relacionadas: InfectologíaPediatríaSalud Pública

CONTAMINACION DE SUELOS E INFECCION INFANTIL POR TOXOCARA CANIS

(especial para SIIC © Derechos reservados)

Artículo completo
RESUMEN

A fin de estudiar la seroprevalencia de toxocariasis en niños de una ciudad mediana subtropical de Argentina, estimar el grado de contaminación de los suelos urbanos y evaluar las posibilidades de riesgo que ofrecen las áreas públicas y privadas, se midieron los anticuerpos IgG anti Toxocara canis, niveles de inmunoglobulinas y parámetros hematológicos en 206 niños (118 varones, 88 mujeres), con edades de 1-14 años elegidos al azar. Se investigó también parásitos en heces, se completó una ficha epidemiológica y se recolectaron 475 muestras de suelo de 146 lugares de uso público y privado que fueron procesadas por el método de flotación-centrifugación en solución saturada de ClNa. De los 206 niños estudiados, 150 (73%) tenían uno o más perros viviendo en la casa, el 57% reportó hábitos de geofagia y 78 resultaron positivos (37.9%), sin diferencias significativas entre sexo ni edad, aunque se observó un mayor riesgo de infección en las franjas 5-6 años y 7-8 años. No hubo diferencias significativas en los parámetros hematológicos ni en los niveles de inmunoglobulinas entre positivos y negativos. Estos resultados muestran una alta prevalencia de infección por T. canis en los niños residentes en Resistencia. En la evaluación de la contaminación ambiental se observó huevos de Toxocara en 5 de los 146 lugares estudiados (3.4%) y en 6 de las 475 muestras analizadas (1.3%). Según el número de muestras, se encontró 0.7% de contaminación en plazas, 1.2% en areneros y 1.6% en domicilios. De acuerdo con las características urbanas de la ciudad, estos resultados sugieren que es más probable que la infección humana por T. canis ocurra dentro de los límites del domicilio o peridomicilio que en los espacios públicos. Palabras clave: Toxocara canis, toxocariasis, larva migrans visceral, suelos, eosinofilia, contaminación urbana. SUMMARY

In order to assess the seroprevalence of Toxocariasis in children from a middle-sized subtropical city in Argentina, to estimate the degree of contamination in urban soils and to evaluate the risks for infection in private and public areas of the city, Ig G antibodies to T. canis, haematological parameters and immunoglobulin levels were measured in 206 children of both sexes, aged 1-14 years. Also five days' stool samples were studied, epidemiological data were obtained by a questionnaire to parents and 475 soil samples were collected from 5 public park playgrounds, 17 kindergarten sandpits and 124 housing estates and processed by the centrifugal flotation method. Results showed that 73% of the children had one or more dogs living at home, 57% of them reported geophagia and 78 (37.9%) were positive for Toxocara serology. There was no significant difference in the prevalence for boys and girls, neither concerning the age, but an increased risk of infection was observed in age groups 5-6 and 7-8 for boys. Eggs of Toxocara spp. were present in 5 of the 146 habitats surveyed (3.4%) and in 6 of the 475 samples examined (1.3%). Depending on the number of samples examined, contamination by Toxocara was 0.7% in public park playgrounds, 1.2% in kindergarten sandpits and 1.6% in the housing estates. According to the urban characteristics of the city, results suggest that in Resistencia human infections with Toxocara are likely to occur within the limits of housing estates more so than in public parks or open spaces. Key words: Toxocara canis, toxocariasis, visceral larva migrans, eosinophilia, soils, urban pollution. INTRODUCCIÓN

Aunque las enteroparasitosis son todavía uno de los principales problemas sanitarios de origen parasitario que afectan a los niños de Latinoamérica, hay otras patologías también relacionadas con las condiciones sanitarias del ambiente que preocupan a las autoridades por el gran número de individuos expuestos al riesgo (1). Entre ellas se destaca a la toxocariasis, una infección accidental del hombre que se adquiere por la ingestión de huevos embrionados de Toxocara canis, siendo probablemente la infección zoonótica por nematodes más ampliamente difundida en todo el mundo y particularmente entre los países en desarrollo (2). En la Argentina la mayoría de las investigaciones realizadas sobre el tema han focalizado a la infección por Toxocara como un problema de contaminación ambiental propio de las grandes ciudades (1,3), existe poca información acerca de la infección en población infantil y menos aún estudios sobre las características del problema en las ciudades medianas y pequeñas, en las que sus pobladores establecen una relación distinta con el medio urbano en comparación con la manera en que lo hacen los habitantes de los grandes conglomerados (4).Estas circunstancias nos llevaron a estudiar la prevalencia de la infección por T. canis entre los niños de una ciudad mediana ubicada en una región subtropical de Argentina, a estimar el grado de contaminación de los suelos urbanos con huevos de T. canis y a evaluar las posibilidades de riesgo para contraer infección que ofrecen las áreas de uso público y privado, en relación con las características de la ciudad y con el uso que sus pobladores hacen de ellas.MATERIALES Y MÉTODOS

Area del estudio
El estudio se realizó en la ciudad de Resistencia ( 27º 30’ LS – 57º 10’ LO) , ubicada sobre una planicie a 53 m sobre el nivel del mar, rodeada de lagunas y bañados y caracterizada por veranos cálidos y húmedos e inviernos templados y secos (temperatura media anual: 20.5 ºC, precipitación anual media: 1 350 mm). Sus pobladores viven mayoritariamente en casas individuales con jardines y patios, existiendo pocos edificios de departamentos. Las calles pavimentadas alcanzan solamente un 30% del ejido urbano, son anchas, y con amplias veredas con una franja verde, que en algunos casos está cubierta con césped y en muchos otros es sólo tierra desnuda. La ciudad posee solamente 5 plazas públicas, ubicadas todas en el centro; más del 70% de las familias poseen uno o más perros y son frecuentes también los canes vagabundos. Estudios en población infantil
Se estudiaron 206 niños (118 varones-88 mujeres) de aparente buen estado de salud, correspondientes a las clases socioeconómicas media-baja y baja, con edades de entre 1-14 años y elegidos al azar (1 de cada 5) entre quienes concurrían a 6 Centros barriales de Atención Primaria de la Salud para control y/o tratamiento de las enfermedades habituales de la infancia. El cuerpo médico del Centro de Salud y los padres de los niños fueron informados ampliamente sobre los objetivos del estudio y aquellos padres que aceptaron incluir a sus hijos en él estuvieron presentes al momento de efectuar la toma de la muestra de sangre. En ese momento se completó una ficha epidemiológica simple, con datos personales y epidemiológicos.Se investigó la presencia de anticuerpos IgG anti T. canis, por enzimoinmunoensayo en fase sólida empleando un kit comercial (LMD, TC 1, Alexon Trend Inc., Ramsey, Mn –USA), que utiliza antígenos de excreción/secreción de larva L2 con los siguientes parámetros de calidad: sensibilidad 86%, especificidad 98% y valor predictivo positivo 91%, a la dilución empleada del suero.Las muestras fueron estudiadas por duplicado a la dilución 1:100 y, de acuerdo con las instrucciones del fabricante del kit, los sueros con DO igual o mayor al valor del cutt-off más 1 DE fueron considerados positivos. Se midieron los niveles de IgA, IgG e IgM por difusión radial cuantitativa en todos los casos, mientras que el valor total de IgE sólo se midió en los casos con serología positiva, empleando un test de Elisa de origen comercial (Enzymun-test IgG, Boehringer-Mannheim Lab., Germany). También se efectuó el recuento diferencial de leucocitos en sangre circulante, determinación del hematocrito, valoración de hemoglobina e investigación de parásitos en materias fecales, mediante técnica de sedimentación formol/eter y de flotación salina (5). Estudios de la contaminación ambiental
Los estudios de contaminación ambiental consistieron en la búsqueda de huevos de T. canis en muestras de suelo de diferentes áreas de la ciudad. Se examinaron un total de 475 muestras tomadas de la capa superficial del terreno (hasta 3-5 mm de profundidad) y que correspondieron a 146 lugares de uso público y privado. Se tomaron 142 muestras del área de juegos infantiles de las 5 plazas públicas (1 muestra por cada m2 ), 85 muestras de los areneros de 17 jardines de infantes (5 muestras por arenero) y 248 muestras de 124 casas de familia de condición socio-económica baja o media-baja y ubicadas sobre calles sin pavimento (1 muestra del jardín y otra del patio trasero).Las muestras de suelo fueron divididas en 5 alícuotas y procesadas por triplicado, mediante el método de flotación-centrifugación en una solución saturada de ClNa (6). No se efectuó recuento de huevos, consignándose solamente presencia o ausencia; si se encontraban huevos de Toxocara en cualquiera de las 5 alícuotas de una muestra, el lugar de donde procedía esa muestra categorizado como «contaminado».El análisis estadístico de los resultados se efectuó mediante el programa EPI-Info, versión 6, aplicando test del chi cuadrado y aceptando como valor de significación un p = 0.05. RESULTADOS

De los 206 niños estudiados, 150 (73%) tenían uno o más perros viviendo en la casa y el 57% reportó tener o haber tenido hábitos de geofagia. Resultaron seropositivos 78 niños (37.9%), pero no se observó diferencia significativa entre las prevalencias de varones y mujeres, ni tampoco en relación con la edad. Se observó un mayor riesgo de infección en las franjas 5-6 años y 7-8 años entre los varones (odds ratio [OR] = 4.0; p = 0.05) en las de 3-4 y 5-6 años entre las niñas (OR = 5.19; p = 0.01) (tabla 1). INSERTAR LA TABLA 1No hubo diferencias estadísticamente significativas en los parámetros hematológicos ni en los niveles de inmunoglobulinas entre los seropositivos y seronegativos. Se observaron altos niveles de IgE en todos los niños seropositivos así como eosinofilias elevadas, pero eso ya es un hecho conocido en el sindrome de Larva Migrans. Los exámenes coproparasitológicos revelaron que el 68% de los niños presentaban uno o más parásitos, principalmente protozoarios, y solo en 5 niños se encontraron helmintos. En uno de ellos, Toxocara seropositivo, se encontraron larvas de Strongyloides stercoralis y en cuatro Toxocara seronegativos, huevos de Ascaris lumbricoides, de Uncinaria y larvas de Strongyloides stercoralis.Los resultados de la evaluación de la contaminación ambiental mostraron que los huevos de Toxocara estaban presentes en 5 de los 146 lugares estudiados (3.4%) y en 6 de las 475 muestras analizadas (1.3%). La contaminación de las plazas públicas fue del 20% (1 de 5) y la de los lugares privados resultó del 2.8%. Entre estos últimos, se encontraron huevos en el 5.9% de los areneros de jardines de infantes y en el 2.4% de los suelos domiciliarios (tabla 2).INSERTAR LA TABLA 2 El orden en la prevalencia de contaminación resultó inverso cuando el análisis se hizo en relación con el número de muestras estudiadas; 0.7% para las plazas públicas, 1.2% para los areneros de jardines de infantes y 1.6% para los domicilios. Se encontró sólo una muestra positiva entre las 16 tomadas de una plaza, sólo una muestra positiva entre las 85 tomadas de los areneros y 4 muestras positivas entre las 248 tomadas en los domicilios.Como las muestras positivas fueron tan escasas, no se pudo establecer correlación entre la presencia de huevos y las características fisicoquímicas del suelo. Además, y aunque no era objetivo del trabajo, debe mencionarse que se encontró una alta prevalencia de huevos de Ancylostomidae en las muestras de suelo; el 100% de los espacios públicos, el 19.4% de los areneros y el 11.8% de los domicilios demostró esta contaminación. DISCUSION

Los resultados encontrados muestran una alta prevalencia de infección por Toxocara en los niños residentes en Resistencia, con valores similares a lo reportado por Farrouge et al. (7) para niños de Buenos Aires y similar también a lo encontrado entre niños de otros países latinoamericanos (8-10).Aunque se conoce que los antígenos somáticos de Toxocara presentan reacción cruzada con los de otros helmintos, el empleo de los test de Elisa con antígenos E/S ha sido señalado como un significativo avance en términos de especificidad (11); de acuerdo con los resultados obtenido en los exámenes coproparasitológicos practicados en nuestros niños, no cabría esperar una incidencia importante de esta condición sobre los valores hallados de seroprevalencia. Además, ya ha sido reportado anteriormente que las infecciones por helmintos tienen una baja frecuencia entre los niños de Resistencia (12).Entendemos que el alto porcentaje de infección encontrado entre los niños puede deberse a varios factores, pero indudablemente los mas significativos deben tener que ver con las características urbanas y sociales de la ciudad de Resistencia.De los análisis de muestras de suelo surge claramente que en Resistencia la contaminación con huevos de Ancylostomidae es importante mientras que la presencia de huevos de Toxocara es baja.La discrepancia entre los hallazgos de una alta seroprevalencia de toxocariasis en niños y un bajo grado de contaminación ambiental puede admitir al menos dos explicaciones. Primero, que las muestras de suelo fueron recolectadas de espacios sin vegetación, es decir suelo desnudo, siendo conocido que los perros frecuentemente eligen el pasto como lugar de defecación, y en segundo lugar la manera en que los perros y las personas se relacionan con los espacios públicos y/o privados de las ciudades medianas o pequeñas. En las áreas centrales de las grandes capitales, los paseadores de perros o sus propietarios acostumbran llevar los animales a los parques públicos para distracción y defecación mas de una vez por día. Esto es común en la ciudad de Buenos Aires y constituye un grave problema sanitario (13), ya que no está arraigado entre los propietarios de perros el hábito de recoger las heces como sí ocurre en las ciudades de los países desarrollados; y más aún cuando los niños concurren a los mismos espacios para jugar.Sin embargo, este problema no adquiere gran magnitud en la ciudad de Resistencia ya que si bien hay pocas plazas públicas y numerosos perros, la mayor parte de la población vive en casas con jardines y/o patios, por lo que las familias no necesitan llevar sus mascotas a defecar en los espacios públicos, lo hacen usualmente dentro del límite de la vivienda. Asimismo, Resistencia es una ciudad con una extensa área poblada con calles sin pavimentar (más de 50 km2) y por ende sin barrido diario, lo que configura una vasta extensión de terreno expuesta a los depósitos de heces caninas. Por ello resulta lógico que se encuentre una baja densidad de contaminación del suelo y esto está acorde con las características del entorno urbano.Las condiciones ambientales tanto como el comportamiento social de las poblaciones humanas han sido señalados como factores que aumentan o reducen la carga de huevos de Toxocara presente en los suelos (14). La alta humedad relativa del ambiente presente en Resistencia durante la mayor parte del año permite a los suelos retener un considerable nivel de agua, lo que facilitaría la supervivencia de los huevos de Toxocara (15). Asimismo, por la benignidad de los inviernos, las características de las casas y sus hábitos lúdicos, nuestros niños juegan al aire libre la mayor parte del día, manteniendo un estrecho contacto con el suelo y con los animales desde edades tempranas. En tales condiciones, es más probable que la infección humana por T. canis ocurra dentro de los límites del domicilio o peridomicilio que en los espacios públicos. Ante todo esto, sería recomendable realizar un estudio epidemiológico extenso que cubra la mayor parte del distrito urbano para precisar mas exactamente la magnitud del problema y para evaluar la importancia de otros factores potencialmente favorecedores de la transmisión de la infección por Toxocara además de los suelos contaminados y la geofagia, como fue sugerido por algunos autores (16,17). En cualquier caso, las autoridades de salud deberían prestar una mayor atención al control sanitario de los perros para prevenir y disminuir la contaminación ambiental, así como promover en la comunidad el concepto de «propiedad responsable de mascotas». AGRADECIMIENTO

Este trabajo fue parcialmente financiado con el subsidio PI-254 de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste. BIBLIOGRAFÍA

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